 | En este verso la palabra buddhy-upāśritāḥ indica que los maestros espirituales del brāhmaṇa no le hablaron directamente a él, sino que él aprendió de ellos mediante su inteligencia. Todas las entidades vivientes que son hostiles al Señor Kṛṣṇa glorifican cosas materiales inútiles y pasan su vida tratando de enseñorearse de los objetos materiales que adoran falsamente. De ese modo, las almas condicionadas tratan de aumentar la duración de su vida, así como su fama y belleza, por medio de la religiosidad mundana, el crecimiento económico y la complacencia grosera de los sentidos. El rey Yadu se dio cuenta de que el santo avadhūta no se comportaba de esa manera. Por lo tanto, el rey inquirió para averiguar la verdadera situación del brāhmaṇa. En respuesta al rey, el santo brāhmaṇa dice: «No considero los veinticuatro elementos del mundo físico como objetos de mi complacencia sensorial, por lo tanto, no considero aceptarlos ni rechazarlos. Más bien, acepto los elementos materiales como mis maestros espirituales instructores. De ese modo, aunque deambule por el mundo material, nunca me falta el servicio al guru. Refugiándome en la inteligencia estable, viajo por la Tierra constantemente ocupado en el plano trascendental. Mediante la inteligencia trasciendo los deseos inútiles, mi meta definitiva es el servicio devocional amoroso del Señor. Ahora te explicaré acerca de mis veinticuatro maestros espirituales».
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