Śrīmad-Bhāgavatam
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nasy ota-gāva iva yasya vaśe bhavanti
brahmādayas tanu-bhṛto mithur ardyamānāḥ
kālasya te prakṛti-pūruṣayoḥ parasya
śaṁ nas tanotu caraṇaḥ puruṣottamasya

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, la entidad trascendental que es superior tanto a la naturaleza material como al disfrutador de la naturaleza. Que Tus pies de loto nos concedan placer trascendental. Todos los grandes semidioses, comenzando por Brahmā, son entidades vivientes corporificadas. Luchando dolorosamente entre sí bajo el estricto control de Tu factor tiempo, son como toros arrastrados con cuerdas atadas a través de sus narices perforadas.

SIGNIFICADO

Śrīla Śrīdhara Svāmī afirma: nanu yuddhe devāsurādayaḥ parasparaṁ jayanti jīyante ca kim ahaṁ tatrety ata āhuḥ, nasīti: mithur mitho 'rdyamānā yuddhādibhiḥ pīḍyamānā brahmādayo ’pi yasya tava vaś e bhavanti na tu jaye parājaye vā svatantrāḥ. «En las batallas perpetuas entre los semidioses o devotos del Señor y los demonios o no devotos, cada bando a veces vence y otras veces es aparentemente derrotado. Se podría argumentar que todo esto no tiene nada que ver con la Personalidad de Dios, ya que se basa en nada más que la interacción de entidades vivientes opuestas. Sin embargo, cada entidad viviente está estrictamente bajo el control de la Personalidad de Dios y la victoria y la derrota siempre están en manos del Señor». Esto no contradice el hecho del libre albedrío de la entidad viviente, ya que el Señor otorga la victoria y la derrota de acuerdo con el mérito de las entidades vivientes. En una batalla legal, ni la fiscalía ni el tribunal La defensa puede actuar independientemente del sistema legal presidido por el juez autorizado. La victoria o la derrota en el tribunal la otorga el juez, pero el juez actúa de acuerdo con las leyes, que no favorecen ni discriminan a ninguna de las partes.

De manera similar, la Personalidad de Dios nos está otorgando los resultados de nuestras actividades anteriores. Para desacreditar a Dios, los materialistas frecuentemente argumentan que muchas veces la gente inocente sufre, mientras que los bribones impíos disfrutan de la vida sin impedimentos. Sin embargo, el hecho es que la Personalidad de Dios no es un tonto, como lo son las personas materialistas que presentan estos argumentos. El Señor puede ver nuestras muchas vidas anteriores; por lo tanto, Él puede permitir que uno disfrute o sufra en esta vida no sólo como resultado de las actividades actuales, sino también como resultado de las actividades anteriores. Por ejemplo, si un hombre trabaja muy duro puede acumular una fortuna. Si ese hombre recién enriquecido abandona su trabajo y emprende una vida degenerada, su fortuna no desaparece de inmediato. Por otro lado, alguien que está destinado a volverse rico puede que ahora esté trabajando muy duro, con disciplina y austeridad, aun así no gaste dinero. Así que un observador superficial bien podría confundirse al ver al hombre moral y trabajador sin fondos y al hombre degenerado y perezoso en posesión de riquezas. De manera similar, un tonto materialista sin conocimiento del pasado, el presente y el futuro es incapaz de comprender la justicia perfecta de la Personalidad de Dios.

El ejemplo que se da en este verso para explicar el poder controlador de Kṛṣṇa es apropiado. Aunque un toro es sumamente poderoso, se lo puede controlar fácilmente con un ligero tirón de una cuerda que tenga puesta en su nariz perforada. De manera similar, incluso los políticos, eruditos, semidioses, etc. más poderosos, pueden verse inmediatamente en una situación insoportable por la omnipotente Personalidad de Dios. Por lo tanto, los semidioses no fueron a Dvārakā para exhibir orgullosamente sus poderes políticos e intelectuales universales, sino para entregarse humildemente a los pies de loto de la Personalidad de Dios.

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