Śrīmad-Bhāgavatam
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kaliṁ sabhājayanty āryā
guṇa jñāḥ sāra-bhāginaḥ
yatra saṅkīrtanenaiva
sarva-svārtho ’bhilabhyate

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Aquellos que son verdaderamente avanzados en conocimiento son capaces de apreciar el valor esencial de esta Era de Kali. Esas personas iluminadas adoran Kali-yuga porque en esta era caída toda la perfección de la vida puede lograrse fácilmente mediante la práctica del saṅkīrtana.

SIGNIFICADO

Aquí se afirma que, de las cuatro eras —Satya, Tretā, Dvāpara y Kali—, Kali-yuga es en realidad la mejor, porque en ella el Señor, misericordiosamente, distribuye con gran liberalidad la más alta perfección de la conciencia, es decir, la Conciencia de Kṛṣṇa. Śrīla Prabhupāda definió la palabra ārya como «aquel que está avanzando espiritualmente». La naturaleza de una persona avanzada es buscar la esencia de la vida. Por ejemplo, la esencia del cuerpo material no es el cuerpo en sí, sino el alma espiritual que está dentro del cuerpo; por lo tanto, una persona inteligente presta más atención al alma espiritual eterna que al cuerpo temporal. De manera similar, aunque se considera que Kali-yuga es un océano de contaminación, también hay un océano de buena fortuna en Kali-yuga, es decir, el movimiento de saṅkīrtana. En otras palabras, todas las cualidades degradadas de esta era se contrarrestan por completo mediante el proceso de cantar los santos nombres del Señor. Así se afirma en el lenguaje védico:

dhyāyan kṛte yajan yajñais
tretāyāṁ dvāpare ’rcayan
yad āpnoti tad āpnoti
kalau saṅkīrtya keśavam


«Todo lo que se logra en Satya-yuga mediante la meditación, en Tretā mediante el ofrecimiento de sacrificios rituales y en Dvāpara mediante la adoración en el templo, se logra en Kali-yuga cantando en congregación los nombres del Señor Keśava».



El proceso védico eleva gradualmente a la entidad condicionada fuera de la obscuridad de ahaṅkāra, la falsa identificación con el cuerpo material burdo y la lleva al plano de la autorrealización, ahaṁ brahmāsmi, «Soy un alma espiritual. Soy eterno». Uno tiene que hacer más progresos para descubrir que, aunque uno es eterno, existe una entidad eterna superior, que es el Señor mismo dentro de nuestro propio corazón y dentro de cada átomo del universo material. Más allá de esta segunda fase de la autorrealización, existe la tercera y última etapa de la perfección, que es la comprensión de Bhagavān, la Suprema Personalidad de Dios, en Su propia morada.

La Suprema Personalidad de Dios no es principalmente el superintendente de este mundo, sino más bien el disfrutador de Su propio mundo, que está más allá de los sueños más fantásticos de la entidad viviente condicionada. En otras palabras, aunque el rey o presidente de un país es en última instancia el controlador del departamento de prisiones, el rey o presidente obtiene verdadero placer dentro de su propio palacio y no administrando justicia a los necios prisioneros. De manera similar, el Señor designa a los semidioses para que administren la creación material en Su nombre, mientras que Él mismo disfruta personalmente del océano de bienaventuranza trascendental en Su propio reino trascendental. Así pues, la comprensión del Señor dentro de Su propio reino es muy superior a la comprensión primitiva de que el Señor es el «creador» de la prisión del mundo material. Esta comprensión de Bhagavān comienza con la comprensión de que hay innumerables planetas Vaikuṇṭha en el cielo espiritual y que en cada uno de ellos mora una expansión particular de Nārāyaṇa con Sus innumerables devotos que están apegados a esa forma en particular. El planeta central y principal del cielo espiritual se llama Kṛṣṇaloka, allí la Personalidad de Dios exhibe Su forma suprema y original de Govinda. Como lo confirma el Señor Brahmā: govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. El Señor Brahmā también afirma:

īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ
sac-cid-ānanda-vigrahaḥ
anādir ādir govindaḥ
sarva-kāraṇa-kāraṇam
(Brahma-saṁhitā 5.1)

Así pues, el amor por Kṛṣṇa y la entrada en el planeta de Kṛṣṇa en el cielo espiritual es el estado de vida más supremamente perfecto y exaltado que se puede alcanzar en cualquier lugar, en cualquier momento, a lo largo de la totalidad de la existencia. Esa perfección se puede alcanzar en Kali-yuga simplemente por cantar los santos nombres de Dios: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Por lo tanto, todo hombre, mujer o niño cuerdo debe comprender profundamente la oportunidad sin precedentes que ofrece Caitanya Mahāprabhu y emprender seriamente este proceso de canto. Sólo la persona más desafortunada e irracional descuidará esta oportunidad trascendental.

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