Śrīmad-Bhāgavatam
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labdhvānugraha ācāryāt
tena sandarśitāgamaḥ
mahā-puruṣam abhyarcen
mūrtyābhimatayātmanaḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Habiendo obtenido la misericordia de su maestro espiritual, quien le revela al discípulo los mandamientos de las Escrituras védicas, el devoto debe adorar a la Suprema Personalidad de Dios en la forma personal particular del Señor que el devoto encuentre más atractiva.

SIGNIFICADO

Según Śrīla Jīva Gosvāmī, la palabra labdhvānugrahaḥ indica iniciación formal por parte de un maestro espiritual genuino. En el Padma Purāṇa se afirma:

Un maestro espiritual genuino debe ser un alma entregada a los pies de loto del Señor Supremo. En el Brahma-vaivarta Purāṇa se afirma:

«Quien rechaza a su propio maestro espiritual contamina su propia inteligencia y exhibe una grave debilidad de carácter. De hecho, esa persona ya rechazó también al Señor Supremo, Hari».



El discípulo genuino debe recordar siempre que su comprensión total del conocimiento védico proviene de la misericordia de su maestro espiritual genuino. Si uno acepta y rechaza superficialmente o por capricho a un maestro espiritual vaiṣṇava genuino, a veces se siente atraído por otro maestro espiritual, comete un vaiṣṇava-aparādha, una gran ofensa contra los devotos del Señor. A veces un neófito necio piensa equivocadamente que la relación con el maestro espiritual tiene como fin la complacencia de los sentidos del discípulo, por lo tanto, en nombre de las aspiraciones espirituales, ese necio abandona a un guru vaiṣṇava genuino. Uno debe entender que es el sirviente eterno del guru. Sin embargo, Śrīla Jīva Gosvāmī cita este verso del Nārada-pañcarātra:

«Aquel que es iniciado en un mantra por un no vaiṣṇava debe ir al infierno. Por lo tanto, debe ser iniciado nuevamente de manera apropiada, de acuerdo con el método prescrito, por un guru vaiṣṇava».



El maestro espiritual genuino tiene el deber de examinar cuidadosamente las cualidades del discípulo y el discípulo debe acercarse de la misma manera a un maestro espiritual genuino. De lo contrario, tanto el discípulo necio como el guru indiscriminado pueden ser castigados por las leyes de la naturaleza.

No se debe tratar de asimilar artificialmente todas las ramas aparentemente contradictorias del conocimiento védico. Vedaiś ca sarvair aham eva vedyaḥ. Las almas condicionadas tienen diversas naturalezas conflictivas, que se ocupan de mandamientos védicos aparentemente contradictorios llamados pravṛtti y nivṛtti-mārga. Pero el camino más fácil es simplemente aprender el proceso de adorar regularmente a advaya-jñāna, el Señor Viṣṇu. Todos los semidioses que se mencionan en los Vedas son parafernalia para el servicio del Señor Supremo, Viṣṇu. Todo lo que existe en el mundo material visible también está destinado a ser ocupado en el servicio del Señor; de lo contrario, no tiene ningún valor. Si uno renuncia artificialmente a las cosas materiales útiles para el servicio del Señor Supremo, pierde su cualificación espiritual de ver que todo está destinado al placer de Kṛṣṇa y se verá obligado a pensar que los objetos materiales están destinados al disfrute de sus propios sentidos. En otras palabras, las cosas materiales deben aceptarse o rechazarse según el placer del Señor Supremo. De lo contrario, uno caerá del nivel del servicio devocional puro. Como se afirma en este verso: labdhvānugraha ācāryāt: esa discriminación se puede aprender cuando uno recibe la misericordia de un maestro espiritual genuino, que revela al discípulo sincero la aplicación práctica del conocimiento védico.

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