Śrīmad-Bhāgavatam
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yarhy abja-nābha-caraṇaiṣaṇayoru-bhaktyā
ceto-malāni vidhamed guṇa-karma-jāni
tasmin viśuddha upalabhyata ātma-tattvaṁ
śākṣād yathāmala-dṛśoḥ savitṛ-prakāśaḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Cuando uno se dedica seriamente al servicio devocional a la Personalidad de Dios, fijando los pies de loto del Señor en el corazón como el único objetivo de la vida, puede destruir los innumerables deseos impuros que se alojan en el corazón como resultado del trabajo fruitivo previo que uno realizó dentro de las tres modalidades de la naturaleza material. Cuando el corazón se purifica de esa manera, uno puede percibir directamente tanto al Señor Supremo como a uno mismo como entidades trascendentales. De ese modo, uno se vuelve perfecto en la comprensión espiritual mediante la experiencia directa, tal como uno puede experimentar directamente la luz del Sol mediante una visión normal y saludable.

SIGNIFICADO

En el verso anterior se explicó que se puede tener una visión preliminar del alma eterna e inmutable si se recuerda la experiencia de dormir pacíficamente incluso cuando la mente y los sentidos estaban totalmente inactivos. Uno podría preguntar: si en el sueño profundo hay una experiencia preliminar del alma, ¿por qué al despertar uno regresa a la existencia material ilusoria? Se podría responder que debido a los deseos materiales alojados en el corazón, el alma condicionada es adicta a la nesciencia de la complacencia material de los sentidos. Un prisionero puede vislumbrar a través de los barrotes la luz libre fuera de la ventana de la prisión, pero aun así permanecer cautivo tras los barrotes. De manera similar, aunque un alma condicionada puede tener una visión del alma espiritual, permanece cautiva dentro de la esclavitud de los deseos materiales. Por lo tanto, aunque uno puede tener una comprensión preliminar del alma eterna que existe dentro del cuerpo temporal, incluso de la Superalma que acompaña al alma individual dentro del corazón, aun así se requiere un proceso específico para eliminar la causa de la existencia material, es decir, el deseo material.

Como se explica en el Bhagavad-gītā (8.6):

yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ
tyajaty ante kalevaram
taṁ tam evaiti kaunteya
sadā tad-bhāva-bhāvitaḥ


«Cualquiera que sea el estado de ser que uno recuerde cuando abandona su cuerpo, sin duda alcanzará ese estado».



La naturaleza material concede a la entidad viviente un cuerpo material adecuado según su deseo en el momento de la muerte. Karmaṇā daiva-netreṇa jantur dehopapattaye. Según sus deseos y acciones fruitivas y bajo la jurisdicción de los representantes del Señor, llamados semidioses, se le concede a la entidad viviente un determinado cuerpo material, que inevitablemente está sujeto al acoso del nacimiento, la muerte, la vejez y la enfermedad. Si uno puede eliminar la causa de un fenómeno en particular, lógicamente también elimina su efecto. Por lo tanto, este verso afirma que uno únicamente debe desear alcanzar refugio a los pies de loto de la Personalidad de Dios. Uno debe abandonar los deseos ilusorios de la sociedad, amistad y amor materiales, ya que esos deseos causan más cautiverio material. Uno debe fijar su mente en la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, de modo que sin falta pueda recordar a Kṛṣṇa en el momento de la muerte. Tal como lo afirma el Señor:

anta-kāle ca mām eva
smaran muktvā kalevaram
yaḥ prayāti sa mad-bhāvaṁ
yāti nāsty atra saṁśayaḥ


«Quien en el momento de la muerte abandona su cuerpo recordándome sólo a Mí, alcanza inmediatamente Mi naturaleza. De esto no hay duda».

(Bhagavad-gītā 8.5)

La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, es el verdadero refugio de todo ser viviente. El Señor puede ser percibido directamente tan pronto como nuestro corazón se haya vuelto transparentemente limpio mediante el bhakti-yoga.

El Bhagavad-gītā describe el estado de alcanzar a la Suprema Personalidad de Dios con las palabras tato māṁ tattvato jñātvā viśate tad-anantaram, a veces los impersonalistas interpretan erróneamente esas palabras como una descripción de brahma-sāyujyam, la fusión impersonal en la existencia del Señor. En este verso se menciona claramente que uno debe fijar su mente y devoción en los pies de loto de abja-nābha, la Suprema Personalidad de Dios. Si la entidad viviente individual fuera igual a la Personalidad de Dios, la entidad viviente simplemente podría pensar en sí misma para purificarse. Pero incluso entonces surgiría una contradicción: la Personalidad de Dios no tiene necesidad de purificarse, ya que en el Bhagavad-gītā se Le describe como pavitraṁ paramam, el puro supremo. Por lo tanto, uno no debe tratar de distorsionar artificialmente un significado de las afirmaciones de la literatura védica hacia lo impersonal.

Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura afirma que la etapa perfecta del servicio devocional que se indica en este verso se puede observar en las actividades de grandes devotos como Dhruva Mahārāja. Dhruva Mahārāja se acercó a la Personalidad de Dios deseando un ajuste político en el plano material, pero cuando se purificó cantando el santo nombre de Dios (oṁ namo bhagavate vāsudevāya), ya no sintió necesidad de complacer los sentidos materiales. Asó como se afirma en el Primer Canto del Śrīmad-Bhāgavatam: janayaty āśu vairāgyam. Tan pronto como uno avanza en el servicio devocional, se libera de la vergüenza de los deseos materiales superficiales.

En este verso son significativas las palabras upalabhyata ātma-tattvam. Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura dice que ātma-tattvam, el conocimiento del alma, indica conocimiento acerca de la Suprema Personalidad de Dios junto con Sus diversas expansiones, tales como el brahmajyoti impersonal y la propia entidad viviente marginal. Tal como lo indica aquí la palabra sākṣāt, percibir a la Personalidad de Dios significa ver la forma personal del Señor, Sus manos y piernas, Sus diversos vehículos y sirvientes trascendentales, etc., tal como mediante la devoción al dios del Sol uno puede percibir gradualmente el cuerpo personal del dios del Sol, junto con su cuadriga y sus asistentes personales.

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala que en los versos 35 a 39 se demuestran las diversas etapas de la lógica estándar. El verso 35 establece el viṣaya, la tesis general. El verso 36 manifiesta saṁśaya, una expresión de duda. El verso 37 da el pūrva-pakṣa, argumento opuesto. Finalmente el verso 38 establece definitivamente el siddhānta, la conclusión. El verso 39 presenta saṅgati, el resumen. El saṅgati, palabra final, es que uno debe volverse un devoto puro de la Personalidad de Dios y adorar los pies de loto del Señor. Así, al limpiar el espejo del corazón, uno puede ver al Señor, tal como un ser humano normal con una visión saludable de 20/20 puede ver muy fácilmente los brillantes rayos del Sol o como un devoto avanzado del dios del Sol puede ver el cuerpo personal del dios del Sol.

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