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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 3 - Liberación de la energía ilusoria >> <<VERSO 37 >>
sattvaṁ rajas tama iti tri-vṛd ekam ādau sūtraṁ mahān aham iti pravadanti jīvam jñāna-kriyārtha-phala-rūpatayoru-śakti brahmaiva bhāti sad asac ca tayoḥ paraṁ yat
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Originalmente, el Absoluto, el Brahman, es triple y se manifiesta como las tres modalidades de la naturaleza material: bondad, pasión e ignorancia. El Brahman expande aún más su potencia, de ese modo, se manifiesta el poder de actuar y el poder de la conciencia, junto con el ego falso, que cubre la identidad del ser viviente condicionado. De ese modo, mediante la expansión de las multipotencias del Absoluto, se manifiestan los semidioses, como la encarnación del conocimiento, junto con los sentidos materiales, sus objetos y los resultados de la actividad material, a saber, la felicidad y la aflicción. De esta manera, la manifestación del mundo material tiene lugar como la causa sutil y como el efecto material visible en la apariencia de los objetos materiales burdos. El Brahman, que es la fuente de todas las manifestaciones sutiles y burdas, es simultáneamente trascendental a ellas, siendo absoluto.
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SIGNIFICADO
 | En el verso anterior, el sabio Pippalāyana describió al Absoluto, el Brahman, como algo que está más allá del alcance de la percepción sensorial material y de la especulación mental. Al mismo tiempo, se afirmó: ātma-mūlam arthoktam āha yad-ṛte na niṣedha-siddhiḥ: Los preceptos negativos de los Vedas indican indirectamente la existencia de la Verdad Absoluta. Se puede llegar a esta Verdad Absoluta por los medios correctos. Ahora bien, en el verso actual se describe claramente que la Verdad Absoluta posee innumerables potencias (uru-śakti brahmaiva bhāti). De este modo, mediante la expansión de la Verdad Absoluta, se manifiestan los aspectos burdos y sutiles del mundo material. Como lo afirma Śrīla Śrīdhara Svāmī, kāryaṁ kāraṇād bhinnaṁ na bhavati: «El resultado no es diferente de su causa». Por lo tanto y puesto que el Absoluto es existencia eterna, este mundo material, al ser la potencia del Absoluto, también debe aceptarse como real, aunque las diversas manifestaciones del mundo material sean temporales y por lo tanto, ilusorias. Debe entenderse que el mundo material consiste en las interacciones desconcertantes de elementos reales. El mundo material no es falso en el sentido imaginario de los budistas y māyāvādīs, quienes afirman que, de hecho, el mundo material no existe fuera de la mente del observador. El mundo material, como potencia del Absoluto, tiene existencia real. Pero la entidad viviente se confunde con las manifestaciones temporales, tomándolas tontamente por permanentes. De este modo, el mundo material funciona como una potencia ilusoria, que hace que la entidad viviente olvide el mundo espiritual, en el que la vida es eterna, plena de bienaventuranza y conocimiento. Como el mundo material confunde así al alma condicionada, se le llama ilusorio. Cuando un mago realiza sus trucos en el escenario, lo que el público ve aparentemente es una ilusión. Pero el mago realmente existe, el sombrero y el conejo existen, aunque la apariencia de un conejo saliendo de un sombrero es una ilusión. De manera similar, cuando la entidad viviente se identifica como parte integral del mundo material, pensando: «Soy estadounidense», «soy indio», «soy ruso», «soy negro», «soy blanco», queda confundida por la magia de la potencia ilusoria del Señor. El alma condicionada debe llegar a entender: «Soy un alma espiritual pura, parte integral de Kṛṣṇa. Ahora, dejemos de hacer nuestras actividades inútiles y sirvamos a Kṛṣṇa, ya que soy parte de Él». Entonces, uno se libera de la ilusión de māyā. Si uno artificialmente intenta escapar de las garras de la energía ilusoria declarando que no existe ninguna potencia ilusoria y que este mundo es falso, simplemente cae en otra ilusión creada por māyā para mantenerlo en la ignorancia. Kṛṣṇa afirma en el Bhagavad-gītā (7.14):
|  | daivī hy eṣā guṇamayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te
|  | A menos que uno se entregue a los pies de loto de Māyeśa, el Señor de la potencia ilusoria, no hay posibilidad de escapar de la ilusión. Declarar infantilmente que no existe ninguna potencia ilusoria es inútil, ya que māyā es duratyayā, insuperable para la diminuta entidad viviente. Pero el Señor Kṛṣṇa, la omnipotente Personalidad de Dios, puede anular de inmediato la potencia ilusoria.
|  | En este verso se describe la expansión del mundo material a partir del Brahman, el Absoluto. Puesto que el Brahman es una de las características subordinadas de la Suprema Personalidad de Dios (brahmeti paramātmeti bhagavān iti śabdyate), aquel que entiende que este mundo material es Brahman se libera de la tendencia a explotar la energía material mediante la complacencia de los sentidos y la especulación mental dirigida a la propia satisfacción.
|  | Podría plantearse la pregunta: si se afirma que el Brahman es ekam, uno, ¿cómo se manifiesta en las innumerables variedades del mundo material? Por lo tanto, en este verso se utiliza la palabra uru-śakti. El Absoluto contiene múltiples potencias, como se afirma en los Vedas (Śvetāśvatara Upaniṣad): parāsya śaktir vividhaiva śrūyate. La Verdad Absoluta no es śakti, energía, sino śaktimān, el poseedor de innumerables potencias. Según Śrīla Śrīdhara Svāmī, uno debe escuchar sumisamente estas descripciones autorizadas de la Verdad Absoluta. Como se afirma en el verso anterior: yathānalam arciṣaḥ svāḥ: Las insignificantes chispas de un fuego no tienen poder para iluminar el fuego ardiente, que es en sí mismo la fuente de iluminación. De manera similar, la diminuta entidad viviente, que es como una chispa de la Suprema Personalidad de Dios, no puede iluminar a la Personalidad de Dios con su insignificante poder intelectual. Se podría argumentar que el Sol expande su potencia en la forma de sus rayos, que es mediante la iluminación de esos rayos que podemos ver el Sol. De la misma manera, deberíamos ser capaces de percibir la Verdad Absoluta mediante la expansión de su potencia. En respuesta a esto se puede afirmar que si el Sol crea una nube que cubre el cielo, entonces, a pesar de la presencia de los rayos solares, el Sol no puede verse. Por lo tanto, en última instancia, el poder para ver el Sol no depende solo de los rayos solares, sino de la presencia de un cielo despejado, que también es un arreglo del Sol. De manera similar, como se afirma en este verso, uno puede comprender la existencia de la Verdad Absoluta mediante la expansión de sus potencias.
|  | Aunque en el verso anterior se rechazó el poder de los sentidos y la mente materiales, las descripciones autorizadas que se dan aquí nos informan que se puede percibir directamente que todo lo que existe es la potencia de la Personalidad de Dios. En relación con esto, Nārada Muni le aconsejó al rey Prācīnabarhi lo siguiente:
|  | atas tad apavādārthaṁ
bhaja sarvātmanā harim
paśyaṁs tad-ātmakaṁ viśvaṁ
sthity-utpatty-apyayā yataḥ
|  | «Siempre debes saber que esta manifestación cósmica es creada, mantenida y aniquilada por la voluntad de la Suprema Personalidad de Dios. En consecuencia, todo lo que hay dentro de esta manifestación cósmica está bajo el control del Señor. Para iluminarse con este conocimiento perfecto, uno debe dedicarse siempre al servicio devocional del Señor». (Śrīmad-Bhāgavatam 4.29.79)
|  | Como se afirma aquí, bhaja sarvātmanā harim: hay que adorar a la Suprema Personalidad de Dios para que la conciencia se vuelva limpia y pura, tal como el cielo azul claro en el que el potente Sol se manifiesta en su plenitud. Cuando uno ve el Sol, inmediatamente ve los rayos del Sol en su máxima potencia. De manera similar, si uno se ocupa en el servicio devocional de Kṛṣṇa, su mente se limpia de suciedad material, de ese modo puede ver no solo al Señor, sino también las expansiones del Señor como el mundo espiritual, como los devotos puros, como el Paramātmā, como la refulgencia del Brahman impersonal y como la creación posterior del mundo material, la sombra del reino de Dios (chāyeva), en el que se manifiestan tantas variedades materiales.
|  | Según Śrīla Jīva Gosvāmī, la palabra phalam también puede entenderse como puruṣārtha-svarūpam, la forma real de la meta de la vida, en otras palabras, la forma trascendental del mismo Señor. La entidad viviente en su estado puro original no es diferente de la Suprema Personalidad de Dios. De manera similar, la infinita opulencia multicolor del reino de Dios, llamada Vaikuṇṭha, no es diferente en calidad de la del Señor. De modo que, cuando la Suprema Personalidad de Dios está presente personalmente con Su opulencia incomparable y Sus servidores espirituales puros, las entidades vivientes, se crea una situación muy feliz. El concepto mundano de familia es un reflejo pervertido de la feliz situación que se crea cuando el Señor se une en plena opulencia espiritual con Sus devotos puros. Toda entidad viviente tiene la opción de unirse al Señor en Su opulento reino eterno. Así pues, uno debe entender a partir de este verso que todo lo que hay dentro de las manifestaciones cósmicas burdas y sutiles es la potencia del Señor, por lo tanto, está destinado a ser utilizado en el servicio del Señor. Īśāvāsyam idaṁ sarvam.
|  | Śrīla Jīva Gosvāmī da una explicación elaborada que prueba que toda la situación cósmica es la potencia natural de la Verdad Absoluta. A veces, las personas supersticiosas, que no conocen a la Personalidad de Dios, dicen que las actividades materiales están controladas por un demonio independiente y que Dios está luchando contra ese demonio. Esa enorme ignorancia acerca del estado omnipotente de la Personalidad de Dios se puede eliminar si se entiende el significado de este verso. Así como una chispa es una diminuta emanación de un fuego ardiente, todo lo que existe no es más que una chispa insignificante de la potencia de la Personalidad de Dios. Por lo tanto, el Señor dice en el Bhagavad-gītā (10.42):
|  | athavā bahunaitena
kiṁ jñātena tavārjuna
viṣṭabhyāham idaṁ kṛtsnam
ekāṁśena sthito jagat
|  | «Pero, ¿qué necesidad hay, Arjuna, de todo este conocimiento detallado? Con un solo fragmento de Mí, impregno y sostengo todo este universo».
|  | En realidad la omnipotente Personalidad de Dios es el amigo bienqueriente de toda entidad viviente (suhṛdaṁ sarva-bhūtānām). Por lo tanto, si uno se vuelve cuerdo y comprende que su bienqueriente amigo Kṛṣṇa es la fuente y el controlador supremo de todo lo que existe, alcanza la paz inmediata (jñātvā māṁ śāntim ṛcchati). El temor y la ilusión surgen cuando uno piensa neciamente que ni siquiera un átomo de la creación es la potencia controlada de la Personalidad de Dios. Bhayaṁ dvitīyābhiniveśataḥ syāt. Negar la existencia del mundo material también crea una situación de ilusión muy peligrosa. Ambos tipos de ateísmo —a saber, considerar que el mundo material nos pertenece (y que por lo tanto está destinado a la complacencia de los sentidos) y declarar la inexistencia del mundo material— son intentos inútiles de evitar la subordinación eterna de uno a la Suprema Personalidad de Dios, quien es el verdadero dueño y disfrutador de todo. Śrīla Jīva Gosvāmī citado la siguiente pregunta formulada por Śrī Maitreya a Śrī Parāśara en el Viṣṇu Purāṇa (1.3.1):
|  | nirguṇasyāprameyasya
śuddhasyāpy amalātmanaḥ
kathaṁ sargādi-kartṛtvaṁ
brahmaṇo ’bhyupagamyate
|  | «¿Cómo hemos de entender que Brahman, el Alma Suprema, es el ejecutor de la creación, mantenedor y destructor del mundo material, aunque éste esté desprovisto de cualidades, sea inmensurable, incorpóreo y libre de cualquier defecto?»
|  | En respuesta, Śrī Parāśara afirmó:
śaktayaḥ sarva-bhāvānām
acintya-jñāna-gocarāḥ
yato ’to brahmaṇas tās tu
sargādyā bhāva-śaktayaḥ
bhavanti tapatāṁ śreṣṭha
pāvakasya yathoṣṇatā
|  | «La mera lógica no puede explicar cómo los objetos materiales expanden su potencia. Estas cosas pueden entenderse mediante la observación madura. La Verdad Absoluta expande Su potencia en la creación, mantenimiento y aniquilación del mundo material, tal como el fuego expande su potencia de calor». (Viṣṇu Purāṇa 1.3.2)
|  | Śrīla Jīva Gosvāmī explica que uno puede entender el poder de una gema valiosa no por medio de afirmaciones lógicas, sino observando el efecto de la gema. De manera similar, uno puede entender la potencia de un mantra observando su poder para lograr un efecto particular. Tal potencia no depende de la así llamada lógica. No hay ninguna necesidad lógica de que una semilla crezca hasta convertirse en un árbol y dé frutos que nutran el cuerpo humano. Uno podría argumentar que el código genético para todo el árbol está contenido dentro de la semilla. Pero no hay ninguna necesidad lógica de que exista la semilla, ni de que la semilla se expanda hasta convertirse en un árbol gigantesco. Ex post facto o después de la manifestación de la maravillosa naturaleza material, el científico materialista tonto traza la expansión de la potencia de una semilla en una secuencia aparentemente lógica de eventos. Pero no hay nada dentro del ámbito de la así llamada lógica pura que dicte que una semilla deba expandirse hasta convertirse en un árbol. Más bien, esta expansión debe entenderse como la potencia del árbol. De manera similar, la potencia de una joya es su poder místico y diversos mantras también contienen potencias innatas. En última instancia, el mahā-mantra —Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare— tiene la potencia de trasladarnos al mundo espiritual de la bienaventuranza y el conocimiento. De la misma manera, la Verdad Absoluta tiene la cualidad natural de expandirse en innumerables variedades de mundos materiales y espirituales. Podemos describir lógicamente esta expansión después del hecho, pero no podemos negar la expansión de la Verdad Absoluta. El alma condicionada que purifica su conciencia mediante el proceso del servicio devocional puede observar científicamente la expansión de la Verdad Absoluta como se describe aquí, tal como alguien que no es ciego puede observar la expansión de una semilla hasta convertirse en un enorme árbol. La potencia de una semilla no se puede entender mediante la especulación, sino mediante la observación práctica. Del mismo modo, hay que purificar la vista para poder observar prácticamente la expansión de la Verdad Absoluta. Esta observación puede realizarse tanto por los oídos como por los ojos. El conocimiento védico es śabda-brahma, la potencia trascendental en forma de vibración sonora. Por lo tanto, se pueden observar las funciones de la Verdad Absoluta mediante la audición sumisa del sonido trascendental. śāstra-cakṣus. Cuando la conciencia se purifica por completo, se puede percibir la Verdad Absoluta con todos los sentidos espiritualizados.
|  | La Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, está desprovista de cualidades materiales tales como la bondad mundana, la pasión y la ignorancia, porque Él es un océano de cualidades trascendentales, por lo tanto, no tiene necesidad de las cualidades inferiores del mundo material. Como se afirma en el Śvetāśvatara Upaniṣad (4.10): māyāṁ tu prakṛtiṁ vidyān māyinaṁ tu maheśvaram: «Entiende que māyā es la energía material, mientras que el Señor Supremo es el Señor Supremo de māyā». De manera similar, en el Śrīmad-Bhāgavatam se afirma: māyāṁ ca tad-apāśrayām: māyā siempre está bajo el control de la Suprema Personalidad de Dios.
|  | Así como se entiende de la disertación anterior de que el mundo material es una emanación de la potencia del Brahman impersonal del Señor, el Brahman mismo es una expansión de la potencia de Kṛṣṇa, tal como se afirma en el Bhagavad-gītā (brahmaṇo hi pratiṣṭhāham).
|  | yasya prabhā prabhavato jagad-aṇḍa-koṭi-
kotiṣv aśeṣa-vasudhādi vibhūti-bhinnam
tad brahma niṣkalam anantam aśeṣa-bhūtaṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi (Brahma-saṁhitā 5.40)
|  | Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura ha señalado que en el Brahman impersonal no hay actividad trascendental ni el pum-artha supremo, beneficio de la vida humana, es decir, prema, el amor por Dios. Por lo tanto, si uno se deja deslumbrar premamente por la expansión de la refulgencia corporal del Señor, conocida como Brahman, en consecuencia, no llega a conocer realmente a la Suprema Personalidad de Dios, no hay posibilidad de entender realmente su identidad eterna como una expansión eterna y bienaventurada de la Suprema Personalidad de Dios. El tema se resume en el Caitanya-caritāmṛta (Ādi 1.3):
|  | yad advaitaṁ brahmopaniṣadi tad apy asya tanu-bhā
ya ātmāntaryāmī puruṣa iti so ’syāṁśa-vibhavaḥ
ṣaḍ-aiśvaryaiḥ pūrṇo ya iha bhagavān sa svayam ayaṁ
na caitanyāt kṛṣṇāj jagati para-tattvaṁ param iha
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