Śrīmad-Bhāgavatam
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śrī-pippalāyana uvāca
sthity-udbhava-pralaya-hetur ahetur asya
yat svapna-jāgara-suṣuptiṣu sad bahiś ca
dehendriyāsu-hṛdayāni caranti yena
sañjīvitāni tad avehi paraṁ narendra

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Śrī Pippalāyana dijo: La Suprema Personalidad de Dios es la causa de la creación, el mantenimiento y la destrucción de este universo, pero no tiene ninguna causa previa. Él penetra los diversos estados de vigilia, sueño y sueño profundo inconsciente, también existe más allá de ellos. Al entrar en el cuerpo de cada ser viviente como la Superalma, Él vivifica el cuerpo, los sentidos, los aires vitales y las actividades mentales, de este modo todos los órganos sutiles y burdos del cuerpo comienzan a funcionar. Mi querido rey, debes de saber que esa Personalidad de Dios es el Supremo.

SIGNIFICADO

En el verso anterior, el rey Nimi preguntó acerca de los diversos aspectos de la Verdad Absoluta, a saber, Nārāyaṇa, Brahman y Paramātmā. Ahora, el sabio Śrī Pippalāyana explica estas tres características de la Verdad Absoluta en el mismo orden en que las mencionó el rey. Sthity-udbhava-pralaya-hetuḥ se refiere a la Suprema Personalidad de Dios, que se expande como las tres encarnaciones puruṣa: Mahā-Viṣṇu, Garbhodakaśāyī Viṣṇu y Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu. Tal y como se describe en el Bhāgavatam (1.3.1):

jagṛhe pauruṣaṁ rūpaṁ
bhagavān mahad-ādibhiḥ
sambhūtaṁ ṣoḍaśa-kalam
ādau loka-sisṛkṣayā


«Al principio de la creación, el Señor se expandió primero en la forma universal de la encarnación puruṣa y manifestó todos los ingredientes para la creación material. De esta manera, al principio se produjo la creación de los dieciséis principios de la acción material. Esto fue con el propósito de crear el universo material».



Así pues, a la Suprema Personalidad de Dios, Nārāyaṇa, se le menciona aquí como hetuḥ, la causa suprema de la creación, el mantenimiento y la aniquilación de la situación cósmica. Aun así, no hay ninguna causa del Señor mismo; Él es ahetuḥ. Tal como se expresa en el Brahma-saṁhitā: anādir ādir govindaḥ sarva-kāraṇa-kāraṇam. El Señor Supremo es la causa de todas las causas y siendo la Verdad Absoluta eterna, Él no tiene causa de Sí mismo. Śrīla Jīva Gosvāmī también explica la palabra ahetuḥ para indicar que el Señor Supremo tiene Su forma original como Kṛṣṇa en Su propia morada trascendental, llamada Kṛṣṇaloka. Puesto que Kṛṣṇa siempre está ocupado en Sus pasatiempos bienaventurados en compañía de Sus asociados eternamente liberados, Él está apartado de los asuntos de este mundo, que es creado por Su potencia externa conocida como māyā. Por lo tanto se afirma: jagṛhe pauruṣaṁ rūpam. El Señor Se expande como Nārāyaṇa y Viṣṇu para facilitar la burda ilusión y la rectificación gradual de las almas condicionadas. El distanciamiento del Señor respecto de la creación material también se describe en los Vedas: na tasya kāryaṁ karaṇaṁ ca vidyate. La Verdad Absoluta no tiene nada que hacer, ya que todo lo hacen de manera autosuficiente Sus multipotencias. Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala que, aunque el Supremo Señor Kṛṣṇa es ahetuḥ, sin causa y apartado de la causa de la creación material, al Señor también se lo describe en este verso como hetuḥ, la causa primordial de la creación, el mantenimiento y la aniquilación de la manifestación material, porque Él se expande como Paramātmā, la Superalma, que actúa como el motor principal de la manifestación cósmica.

La palabra ahetuḥ también puede entenderse de otra manera. En el Bhagavad-gītā (7.5) el Señor dice:

apareyam itas tv anyāṁ
prakṛtiṁ viddhi me parām
jīva-bhūtāṁ mahā-bāho
yayedaṁ dhāryate jagat


Las entidades vivientes condicionadas (jīva-bhūta) desean dedicarse a la complacencia de los sentidos con sus sentidos materiales (manaḥ-ṣaṣṭhānīndriyāṇi prakṛti-sthāni karṣati). De modo que la creación del mundo material se hace necesaria. De hecho, la manifestación cósmica material continúa existiendo debido al deseo de las almas condicionadas de explotarla (yayedaṁ dhāryate jagat). El gobierno debe crear una prisión para alojar a aquellos ciudadanos que tienen tendencia a la actividad criminal. No hay necesidad de que ningún ciudadano viva en las condiciones odiosas de la prisión, pero debido a que una cierta porción de la población tiene tendencia a la conducta antisocial, la prisión se hace necesaria. En un sentido más elevado, los propios prisioneros pueden ser considerados los hetuḥ, la causa, de la construcción de la prisión. De manera similar, la Suprema Personalidad de Dios expande Su potencia interna conforme a Su propio deseo de aumentar el ānanda, la bienaventuranza trascendental, de Sí mismo y de Sus devotos puros, pero manifiesta el universo material en respuesta a los deseos ilícitos de las almas condicionadas de vivir una vida de complacencia de los sentidos en un olvido voluntario de Él. Por lo tanto, las propias entidades vivientes condicionadas pueden considerarse hetuḥ, la causa, de la manifestación material. La potencia externa del Señor, māyā, que está encargada del deber de la manifestación material, se denomina chāyā, la sombra de la potencia interna del Señor. Sṛṣṭi-sthiti-pralaya-sādhana-śaktir ekā/ chāyeva yasya bhuvanāni bibharti durgā. El Señor no desea personalmente manifestar la potencia sombra, denominada Durgā o māyā. Los bienaventurados planetas espirituales, eternamente manifestados, contienen las mejores facilidades posibles para las entidades vivientes que son partes integrales del Señor. Pero las almas condicionadas, rechazando las inconcebibles y eternas condiciones de vida que el Señor proporciona bondadosamente, prefieren buscar su desgracia en el reino de las sombras llamado el mundo material. Así pues, tanto a Durgā como a las entidades vivientes condicionadas se les puede considerar hetuḥ, la causa, de la manifestación material. Puesto que el Señor Kṛṣṇa es en última instancia sarva-kāraṇa-kāraṇam, la causa de todas las causas, a Él se le debe de conocer como la causa suprema primordial. Pero la forma en que el Señor actúa como la causa suprema de la manifestación material (sthity-udbhava-pralaya-hetuḥ) se describe en el Capítulo Trece del Bhagavad-gītā. Upadraṣṭānumantā ca: El Señor actúa como supervisor y dador de permisos. El verdadero deseo de la Suprema Personalidad de Dios se afirma muy claramente en el Bhagavad-gītā: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja. El Señor desea que toda entidad viviente abandone la potencia sombra māyā y regrese a la verdadera substancia (vāstavaṁ vastu), que es el reino eterno de Dios.

Aunque se describen diversos aspectos de la Verdad Absoluta, en última instancia la Verdad Absoluta es una, así como se afirma en este verso (tad avehi paraṁ narendra). El rey Nimi preguntó acerca del Brahman, ahora este verso dice: yat svapna-jāgara-suṣuptiṣu sad bahiś ca. Se entiende que la característica omnipresente del Señor en la vigilia, el sueño con sueños y el sueño profundo. Su existencia más allá de estos tres estados mentales, son manifestaciones del Brahman, la potencia espiritual del Señor. Por último, la declaración dehendriyāsu-hṛdayāṇi caranti yena sañjīvitāni puede entenderse como una referencia a la característica Paramātmā del Señor. Cuando el Señor se expande como Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, la tercera de las tres características de Viṣṇu, entra en el corazón de cada entidad viviente y los órganos burdos y sutiles del cuerpo se animan para continuar la cadena de actividad fruitiva llamada karma.

Según Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, las múltiples manifestaciones de la Suprema Personalidad de Dios no comprometen Su supremacía como uno sin igual. La Verdad Absoluta es paramavyoma-nātha, el Señor del cielo espiritual, que aparece como Śyāmasundara de dos brazos, de cuatro brazos, de ocho brazos o de mil brazos. En cada aspecto, Su cuerpo es eterno y está lleno de bienaventuranza y conocimiento (sac-cid-ānanda-mūrti). Aparece en la Tierra como Vāsudeva y dentro del Océano Causal como Mahā-Viṣṇu. Se acuesta en el Océano de Leche como Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu y rescata a Su joven devoto indefenso como Nṛsiṁhadeva. Al aparecer como el Señor Rāmacandra, actúa como un rey perfecto. Y al aparecer como Kṛṣṇa, roba el corazón de todos, especialmente de las mujeres jóvenes y hermosas. Todos estos rasgos del Señor se indican con la palabra Nārāyaṇa, la Suprema Personalidad de Dios, tal como la palabra presidente indica no solo los deberes oficiales del presidente, sino también su vida familiar personal y sus largas amistades íntimas. Según el Śrīmad-Bhāgavatam, kṛṣṇas tu bhagavān svayam. Cuando uno trasciende una comprensión oficial de la Suprema Personalidad de Dios y llega al nivel superior del amor por Dios, puede entender que el Señor es Kṛṣṇa, la causa de todas las causas. Las innumerables expansiones Viṣṇu del Señor también se entienden como porciones plenarias de Śrī Kṛṣṇa. Kṛṣṇas tu bhagavān svayam. Tal como lo afirma el Señor mismo en el Bhagavad-gītā: ahaṁ sarvasya prabhavaḥ. Estos puntos se aclararon explícitamente en el Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam así como en el verso inicial, oṁ namo bhagavate vāsudevāya, janmādy asya yato 'nvayād itarataś cārtheṣu.

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