Śrīmad-Bhāgavatam
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śraddhāṁ bhāgavate śāstre
’nindām anyatra cāpi hi
mano-vāk-karma-daṇḍaṁ ca
satyaṁ śama-damāv api

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Uno debe tener la fe firme de que logrará todo el éxito en la vida siguiendo las escrituras que describen las glorias de la Suprema Personalidad de Dios, Bhagavān. Al mismo tiempo, uno debe evitar blasfemar contra otras escrituras. Uno debe controlar rígidamente su mente, su habla y sus actividades corporales, decir siempre la verdad y tener la mente y los sentidos bajo pleno control.

SIGNIFICADO

La definición de śraddhā, o fe, se da de la siguiente manera en el Caitanya-caritāmṛta (Madhya 22.62):

‘śraddhā’-śabde — viśvāsa kahe sudṛḍha niścaya
kṛṣṇe bhakti kaile sarva-karma kṛta haya


«Al prestarle un amoroso servicio trascendental a Kṛṣṇa, uno automáticamente realiza todas las actividades secundarias. Esta fe segura y firme, favorable al desempeño del servicio devocional, se denomina śraddhā».



Así pues, un devoto debe tener confianza en que al llevar a cabo los mandamientos del bhāgavata-śāstra, la literatura védica que describe directamente, en lugar de indirectamente, el servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, uno alcanzará fácilmente todo el conocimiento y la perfección de la vida.

Según Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, mano-vāk-kāya-daṇḍam, control estricto de la mente, el habla y las actividades corporales, significa mānasa-vācika-kāyika-vikarma-rāhityam; es decir, uno firmemente debe abandonar todas las actividades pecaminosas de la mente, el habla y el cuerpo. Tal como Śrīla Prabhupāda lo señala repetidamente, el control de los sentidos no significa detener las actividades sensoriales, volviéndose así como un cuerpo muerto, sino más bien ocupar las actividades mentales, vocales y corporales en el servicio de Kṛṣṇa. Śrīla Rūpa Gosvāmī afirmó:

īhā yasya harer dāsye
karmaṇā manasā girā
nikhilāsv apy avasthāsu
jīvan-muktaḥ sa ucyate


«Una persona que actúa con Conciencia de Kṛṣṇa, al servicio de Kṛṣṇa, con su cuerpo, mente, inteligencia y palabras, es una persona liberada, incluso dentro del mundo material, aunque pueda estar ocupada en muchas de las llamadas actividades materiales».

(Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.187)

De este modo, uno puede alcanzar vikarma-rāhityam, liberación de las actividades pecaminosas y no autorizadas, al ocupar los sentidos, la mente, la inteligencia y el habla las veinticuatro horas del día en el servicio de Kṛṣṇa. En el Bhagavad-gītā, el Señor Kṛṣṇa dice que sólo aquellas entidades vivientes piadosas que son vikarma-rahita, completamente libres de la vida pecaminosa, pueden liberarse de la dualidad ilusoria de la naturaleza material (samatvaṁ dvandva-saṁjñayoḥ). El Señor dice:

yeṣāṁ tv anta-gataṁ pāpaṁ
janānāṁ punya-karmaṇām
te dvandva-moha-nirmuktā
bhajante māṁ dṛḍha-vratāḥ


«Las personas que han actuado piadosamente en vidas anteriores y en esta vida, cuyas acciones pecaminosas están completamente erradicadas y que están liberadas de la dualidad del engaño, se dedican a Mi servicio con determinación».

(Bhagavad-gītā 7.28)

En el significado de este verso, Su Divina Gracia Śrīla Prabhupāda afirma:

«En este verso se menciona a aquellos que son aptos para elevarse a la posición trascendental. Para aquellos que son pecadores, ateos, necios y engañosos, es muy difícil trascender la dualidad del deseo y el odio. Sólo aquellos que pasaron sus vidas practicando los principios regulativos de la religión, que actuaron piadosamente y conquistaron las reacciones pecaminosas, pueden aceptar el servicio devocional y elevarse gradualmente al conocimiento puro de la Suprema Personalidad de Dios. Después, gradualmente, pueden meditar en trance en la Suprema Personalidad de Dios. Ése es el proceso de situarse en el plano espiritual. Esa elevación es posible en el proceso de la Conciencia de Kṛṣṇa en la asociación de devotos puros que pueden liberarnos de la ilusión».



Śrīla Madhvācārya cita la siguiente declaración del Brahmāṇḍa Purāṇa:

«Uno debe tener fe completa en la literatura trascendental, como el Śrīmad-Bhāgavatam y otras obras literarias que glorifican directamente a la Suprema Personalidad de Dios. También se debe tener fe en los tantras vaiṣṇavas, los Vedas originales y el Mahābhārata, que incluye el Bhagavad-gītā y que se considera el quinto Veda. El conocimiento védico emanó originalmente de la respiración de Viṣṇu, y la literatura védica ha sido compilada en forma literaria por Śrīla Vyāsadeva, la encarnación de Viṣṇu. Por lo tanto, se debe entender que el Señor Viṣṇu es el orador personal de toda esta literatura védica.



Existen otras Escrituras védicas, llamadas kalā-vidyā, que imparten instrucciones sobre las artes y ciencias materiales. Puesto que todas esas artes y ciencias védicas tienen como finalidad, en última instancia, ser utilizadas para prestar servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, Keśava, las personas santas que se encuentran en la orden de vida de renuncia nunca deben blasfemar contra estas Escrituras aparentemente mundanas; puesto que estas Escrituras están indirectamente relacionadas con el Señor Supremo, uno puede ir al infierno por blasfemar contra estas Escrituras secundarias.



Śraddhā indica una mentalidad fiel, que puede analizarse en dos secciones. El primer tipo de fe es la firme convicción de que todas las afirmaciones de las múltiples Escrituras védicas son verdaderas. En otras palabras, la comprensión de que en general el conocimiento védico es infalible se denomina śraddhā, fe. Un segundo tipo de fe es la creencia de que uno debe cumplir personalmente un mandamiento particular de la Escritura védica para alcanzar su objetivo en la vida. Un devoto del Señor Supremo debe, aplicar el primer tipo de fe a las diversas kalā-vidyās, artes y ciencias materiales védicas, pero no debe aceptar dichas Escrituras como si indicaran su objetivo personal en la vida. Tampoco debe cumplir ningún mandamiento védico que sea contradictorio con los mandamientos de las Escrituras vaiṣṇavas, como el Pañcarātra.



Así pues, se debe aceptar fielmente que toda la literatura védica describe directa o indirectamente a la Suprema Personalidad de Dios y no se debe blasfemar ninguna parte de ella. Incluso en el caso del Señor Brahmā, así como en el de otras criaturas, hasta en el de las especies insignificantes e inmóviles, como los árboles y las piedras, la blasfemia contra cualquier literatura védica hace que uno se sumerja en la obscuridad de la ignorancia. Así pues, los suras —los semidioses, los grandes sabios y los devotos del Señor— deben entender que las Escrituras pañcarátricas, así como los cuatro Vedas, el Rāmāyaṇa original, el Śrīmad-Bhāgavatam, otros Purāṇas y el Mahābhārata, son Escrituras védicas que establecen la supremacía de la Suprema Personalidad de Dios y la posición trascendental única de los devotos del Señor conforme a su nivel de avance espiritual. Cualquier otra visión de las Escrituras védicas debe considerarse una ilusión. En todas las Escrituras religiosas autorizadas, el objetivo final es comprender que la Suprema Personalidad de Dios es el controlador de todo, de todos y que los devotos del Señor no son diferentes de Él, aunque dichos devotos deban ser entendidos en términos de su nivel de avance espiritual».



El Señor Kṛṣṇa afirma en el Bhagavad-gītā: vedaiś ca sarvair aham eva vedyo/ vedānta-kṛd veda-vid eva cāham: «Por todos los Vedas se me debe conocer; en verdad, Yo soy el compilador del Vedānta y el conocedor de los Vedas». De manera similar, el Señor afirma:

yasmāt kṣaram atīto ’ham
akṣarād api cottamaḥ
ato ’smi loke vede ca
prathitaḥ puruṣottamaḥ


«Porque soy trascendental, más allá tanto de lo falible como de lo infalible y porque soy el más grande, Yo soy celebrado tanto en el mundo como en los Vedas como la Persona Suprema».

(Bhagavad-gītā 15.18)

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura menciona que no es posible desarrollar las cualidades divinas mencionadas en los versos anteriores a menos que se acepte el refugio de los pies de loto de un maestro espiritual vaiṣṇava genuino. Tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam. En relación con esto, cita la siguiente declaración:

arcayitvā tu govindaṁ
tadīyān nārcayet tu yaḥ
na sa bhāgavato jñeyaḥ
kevalaṁ dāmbhikaḥ smṛtaḥ


«Aquel que realiza la adoración del Señor Govinda pero no adora a Sus devotos, debe entenderse que no es un devoto del Señor, sino simplemente una víctima del falso orgullo».



Para quien acepta el refugio de los pies de loto de un devoto puro de Kṛṣṇa, es muy fácil ejecutar la adoración del mismo Señor.

Para un alma entregada así no hay necesidad de penitencias ni austeridades artificiales. En este sentido, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura cita lo siguiente (del Nārada Pañcarātra):

ārādhito yadi haris tapasā tataḥ kiṁ
nārādhito yadi haris tapasā tataḥ kim
antar bahir yadi haris tapasā tataḥ kiṁ
nāntar bahir yadi haris tapasā tataḥ kim


«Si uno está adorando al Señor Hari, ¿de qué sirve realizar penitencias ajenas? Si uno no está adorando al Señor Hari, ninguna de esas penitencias lo salvará. Si uno puede entender que el Señor Hari es omnipresente, dentro y fuera, ¿qué necesidad hay de realizar penitencias? Si uno no es capaz de entender que Hari es omnipresente, todas sus penitencias son inútiles».



El vaiṣṇava siempre está absorto en la ejecución de su servicio devocional a Kṛṣṇa. Si un devoto se enorgullece falsamente de ejecutar severas penitencias y austeridades y medita en aceptar y rechazar objetos materiales en lugar de pensar en su servicio a Kṛṣṇa, sus supuestas austeridades se convierten en un impedimento para el servicio devocional.

El devoto no debe dejarse perturbar por las maniobras verbales de quienes están en contra del servicio devocional del Señor. Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala enfáticamente que el servicio devocional a los pies de loto del Señor Supremo es el único medio para alcanzar la perfección definitiva de la vida. Por lo tanto, el vaiṣṇava debe practicar maunam, silencio, haciendo caso omiso de aquellas Escrituras que están llenas de argumentos falsos, como las de la escuela māyāvāda y aquellas Escrituras karma-kāṇḍa que promueven la complacencia de los sentidos en nombre de la vida religiosa. Si uno se deja abrumar por la infelicidad mundana debido a que no logra un éxito inmediato en la autorrealización o si uno se deja engañar por la complacencia de los sentidos y trata de refugiarse en hombres y doctrinas materialistas, su progreso devocional se verá frenado de inmediato. De la misma manera, si un devoto expresa amor por cosas que están separadas de Kṛṣṇa o trata de encontrar defectos en el proceso del servicio devocional o en la filosofía del Bhagavad-gītā, a fin de justificar su absorción en la complacencia de los sentidos de ver cosas separadas de Kṛṣṇa, su progreso en la iluminación espiritual se verá seriamente perturbado. Ese concepto ilusorio se denomina dvitīyābhiniveśa, absorción en la ilusión. Por otra parte, si uno se siente atraído por la vibración del sonido védico por el consenso de las autoridades autorrealizadas llamadas vaiṣṇava-paramparā, de ese modo, se dedica con entusiasmo al kṛṣṇa-nāma-kīrtana, el canto de los santos nombres del Señor, entonces su práctica de mauna, el silencio, es perfecta.

Uno debe evitar la prajalpa, conversaciones caprichosas que no estén relacionadas con el servicio devocional. El mero hecho de restringir artificialmente los sentidos sin cantar ni escuchar las glorias del Señor Supremo no puede considerarse la perfección espiritual. Se da el ejemplo de que, aunque a muchos animales domésticos de corral a veces se les obliga a practicar el celibato cuando están aislados unos de otros, esos animales no pueden considerarse brahmacārīs, estudiantes espirituales. De manera similar, a uno no se le considera espiritualmente avanzado simplemente por argumentos especulativos áridos o austeridades temporales. Uno debe escuchar sumisamente el mensaje de la vibración sonora védica, especialmente tal como lo resume el propio Señor en el Bhagavad-gītā. Vedaiś ca sarvair aham eva vedyaḥ.

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura nos advierte que si uno se siente atraído por filosofías éticas no teístas, como las de los budistas y los jainistas, que glorifican principios mundanos como ahiṁsā, la no violencia, su fe mundana en una ética atea es espiritualmente suicida. Restringir los sentidos mediante austeridades artificiales y emprender enormes arreglos sociales para facilitar la complacencia masiva de los sentidos son intentos ateos de regular la sociedad humana de una manera artificial que oculta la relación eterna de todo ser viviente con la Suprema Personalidad de Dios, el líder natural de la sociedad. Cuando los supuestos filósofos morales arruinan la oportunidad de la vida humana, la oportunidad de revivir nuestra relación eterna con Kṛṣṇa, en nombre de la ética, esas personas necias cometen la mayor violencia contra la sociedad humana. Por eso, Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī dijo:

śrī-kṛṣṇa-caitanya-dayā karaha vicāra
vicāra karile citte pābe camatkāra


«Si de verdad estás interesado en la lógica y la argumentación, ten la bondad de aplicarlas a la misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Si lo haces así, descubrirás que esa misericordia es sorprendentemente maravillosa».

(Śrī Caitanya-caritāmṛta Ādi 8.15)

Según Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, un mahā-bhāgavata, devoto puro del Señor, es aquel que ve que tanto el mundo material como el espiritual no son diferentes del Señor Kṛṣṇa, pues son expansiones de Su potencia, pero también ve que Vrajendranandana, Kṛṣṇa, se mantiene eternamente distinto por Su cualidad única de ser totalmente atractivo. Así pues, un devoto puro del Señor es aniketana, sin residencia fija, lo que significa que no acepta ni el cuerpo burdo ni el sutil como su residencia eterna. Puesto que el supuesto hogar y la supuesta familia de uno son expansiones de su cuerpo, esas creaciones materiales tampoco deben considerarse su verdadera residencia. Caitanya Mahāprabhu dijo:

ayi nanda-tanuja kiṅkaraṁ
patitaṁ mām viṣame bhavāmbudhau
kṛpayā tava pāda-paṅkaja-
sthita-dhūlī-sadṛśaṁ vicintaya


«¡Oh, Krishna, hijo de Mahārāja Nanda! soy Tu sirviente eterno, pero de una forma u otra caí en el océano del nacimiento y la muerte. Por favor, sácame de este océano de muerte y colócame como uno de los átomos a Tus pies de loto».

(Śikṣāṣṭaka 5)

Así pues, el devoto debe comprender que su residencia eterna está fijada en el polvo de los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. El vaiṣṇava debe rechazar la grosera complacencia de los sentidos, que consiste en vivir en el bosque bajo la influencia de la modalidad de la bondad, en la ciudad bajo la influencia de la modalidad de la pasión o en la casa de juego bajo la influencia de la ignorancia. El devoto puro puede viajar por todo el mundo distribuyendo la Conciencia de Kṛṣṇa, pero nunca debe considerar que algún lugar material sea su verdadera residencia. Aquel que alcanzó la madurez en esta comprensión puede adoptar la orden de vida tridaṇḍa-sannyāsa bajo el refugio directo del Señor.

El impersonalista no puede entender cómo el devoto del Señor, aunque está fijo en la dualidad de verse a sí mismo como eternamente diferente del Señor, ve que toda la existencia no es diferente del Señor. Quienes intentan adquirir conocimiento mediante la especulación impersonal basada en su diminuta experiencia de la manifestación cósmica material, no pueden entender la realidad trascendental de acintya-bhedābheda-tattva, la unidad y diferencia simultáneas de la Verdad Absoluta con Su creación. En estos versos se da el proceso de asimilar este conocimiento trascendental, comenzando con tasmād guruṁ prapadyeta. Se recomienda aceptar un maestro espiritual genuino y servirlo conforme a la dirección de estos versos. La esencia de estas instrucciones es que uno debe abandonar la asociación con impersonalistas māyāvādīs, trabajadores fruitivos ritualistas y aquellos que son caprichosamente indiferentes al propósito definitivo de la vida, en lugar de eso uno debe dedicarse a asociarse con los devotos de la Suprema Personalidad de Dios. Un neófito falsamente orgulloso puede imaginarse que es un gran devoto del Señor sin adoptar la compañía de los seguidores del Señor, pero sin esa asociación no es posible avanzar en el cultivo de la Conciencia de Kṛṣṇa.

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