Śrīmad-Bhāgavatam
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śaucaṁ tapas titikṣāṁ ca
maunaṁ svādhyāyam ārjavam
brahmacaryam ahiṁsāṁ ca
samatvaṁ dvandva-saṁjñayoḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Para servir al maestro espiritual, el discípulo debe aprender limpieza, austeridad, tolerancia, silencio, estudio del conocimiento védico, sencillez, celibato, no violencia y ecuanimidad frente a las dualidades materiales como el calor y el frío, la felicidad y la angustia.

SIGNIFICADO

Śaucam, «limpieza», se refiere tanto a la pureza interna como a la externa. Uno debe permanecer limpio externamente bañándose con agua y jabón al menos una vez, si es posible, tres veces al día. Se considera que uno es puro internamente cuando está libre de la contaminación del falso orgullo y el egoísmo. Tapaḥ, «austeridad», significa que a pesar de los impulsos irracionales de la mente uno debe permanecer firme en la ejecución de su deber apropiado en la vida. Específicamente, uno debe controlar la ira ardiente y el impulso de una vida sexual desenfrenada. Si un ser humano no controla los impulsos de la lujuria, la ira y la codicia, pierde su poder para comprender su verdadera situación. La vida humana es una oportunidad de oro para resolver los abrumadores problemas del nacimiento, la muerte, la vejez y la enfermedad. Según el Viṣṇu Purāṇa (3.8.9):

varṇāśramācāra-vatā
puruṣeṇa paraḥ pumān
viṣṇur ārādhyate panthā
nānyat tat-toṣa-kāraṇam


Todo ser humano puede alcanzar la perfección espiritual dedicando los frutos de su trabajo prescrito a la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu. De manera similar, en el Bhagavad-gītā (18.45), el Señor Kṛṣṇa claramente afirma: sve sve karmaṇy abhirataḥ saṁsiddhiṁ labhate naraḥ. No es necesario adoptar una vida monástica ni vivir en el bosque como yogī; se puede alcanzar la perfección dedicando los deberes ocupacionales al Señor Supremo. De manera similar, Bhaktivinoda Ṭhākura dijo: nāmāśraya kari’ yatane tumi, thakaha āpana kāje. Si uno se refugia sinceramente en los santos nombres de Kṛṣṇa cantando Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, alcanzará la perfección espiritual dentro del ámbito de sus actividades diarias normales. Desafortunadamente, si un ser humano descuida los principios regulativos de la vida civilizada que prohíben el sexo ilícito, el consumo de carne, los embriagueces y los juegos de azar, seguramente será abrumado por las olas de la lujuria y la ira, que cubren por completo la conciencia que uno tiene de la realidad de la vida espiritual y lo llevan a uno a ocuparse en la fantasmagoría del cuerpo material temporal. Tal como el Señor Kṛṣṇa lo afirma en el Bhagavad-gītā (3.39):

āvṛtaṁ jñānam etena
jñānino nitya-vairiṇā
kāma-rūpeṇa kaunteya
duṣpūreṇānalena ca


«Así, la conciencia pura del hombre queda cubierta por su enemigo eterno en forma de lujuria, que nunca se satisface y que arde como el fuego».



Por lo tanto, la palabra tapaḥ, «austeridad», en este verso indica que uno debe permanecer en su deber prescrito y no volverse impaciente o descontrolado debido a las olas de la lujuria, la ira y la codicia.

La palabra titikṣām, «tolerancia», indica que un trascendentalista debe ser indulgente. El mundo material está lleno de situaciones embarazosas e irritantes, a menos que uno esté inclinado a ser muy indulgente, se contagiará de una mentalidad vengativa, que arruina su conciencia espiritual. Maunam, «silencio», significa que uno no debe hablar sobre temas sin valor o frívolos, sino que debe conversar sobre las cuestiones reales de la vida humana, tales como ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Permanecer completamente en silencio es un síntoma de ignorancia; una piedra está en silencio debido a la falta de conciencia. Puesto que cada cosa material tiene su contraparte espiritual, los śāstras védicos contienen preceptos negativos y positivos. En correspondencia con el precepto negativo contra el habla está el precepto positivo de que uno siempre debe hablar acerca de Kṛṣṇa: satataṁ kīrtayanto mām. Siempre se debe hablar de la Suprema Personalidad de Dios, glorificando Su santo nombre, Su fama, Sus pasatiempos, Su séquito, etc. En el Śrīmad-Bhāgavatam también se afirma: śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca dhyeyaḥ pūjyaś ca nityadā. Siempre se debe escuchar acerca de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, glorificarla, meditar en Ella y adorarla. En el verso 21 de este capítulo se afirma: śābde pare ca niṣṇātam. El maestro espiritual genuino es experto en śābde pare, la vibración sonora trascendental que describe el mundo espiritual. Uno no puede permanecer artificialmente con la cabeza vacía o sin palabras, como lo propugnan los necios defensores de sistemas inventados de meditación y yoga. Pero uno debe estar tan absorto en el servicio amoroso de Kṛṣṇa y tan amorosamente atraído a alabar a Kṛṣṇa, que no tenga un solo momento libre para decir tonterías. Ése es el significado de la palabra maunam.

La palabra ārjavam indica sencillez o franqueza. Según Śrīla Śrīdhara Svāmī, svacchatām, «claridad, transparencia», es un sinónimo de franqueza. A menos que uno sea puro de conciencia, adoptará muchos medios torcidos. La franqueza no indica que uno deba insultar a los demás en nombre de la honestidad, sino que uno debe decir la humilde verdad. La palabra brahmacaryam, «celibato», indica o bien renunciar por completo a la asociación con mujeres o bien seguir estrictamente los principios védicos de la vida familiar, que regulan la vida sexual con el propósito de procrear hijos santos. Ahiṁsām indica que uno no debe cometer violencia contra ninguna entidad viviente. A menos que uno esté consciente de las sutiles leyes del karma, por las cuales un ser viviente disfruta y sufre, uno no puede realmente practicar ahiṁsā, o la no violencia. En definitiva, el mundo material está lleno de violencia, las leyes de la naturaleza, que imponen la vejez, la enfermedad y la muerte a todas las criaturas vivientes, están llenas de violencia. Por lo tanto, si de una manera u otra uno puede convencer a otros de que se entreguen a Kṛṣṇa y así liberarse de las leyes violentas de la naturaleza material, ésa es la perfección de ahiṁsā.

Samatvaṁ dvandva-saṁjñayoḥ indica que debemos mantener la cabeza fría incluso cuando se manifiesten las dualidades materiales perturbadoras. Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā (2.14):

mātrā-sparśās tu kaunteya
śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ
āgamāpāyino ’nityās
tāṁs titikṣasva bhārata


«¡Oh, hijo de Kuntī! la aparición temporal de la felicidad, la aflicción y su desaparición a su debido tiempo, son como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y del verano. Surgen de la percepción sensorial, ¡oh, vástago de Bharata! uno debe aprender a tolerarlas sin ser perturbado».



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