Śrīmad-Bhāgavatam
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janas tu hetuḥ sukha-duḥkhayoś cet
kim ātmanaś cātra hi bhaumayos tat
jihvāṁ kvacit sandaśati sva-dadbhis
tad-vedanāyāṁ katamāya kupyet

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Si dices que estas personas son la causa de mi felicidad y angustia, ¿dónde está el lugar del alma en tal concepción? Esta felicidad y angustia no pertenecen al alma sino a las interacciones de los cuerpos materiales. Si alguien se muerde la lengua con sus propios dientes, ¿con quién puede enojarse en su sufrimiento?

SIGNIFICADO

Aunque el alma siente placer y dolor corporales, hay que tolerar esa dualidad, entendiendo que es una creación de la propia mente material. Si uno se muerde la lengua o el labio por accidente, no puede enfadarse y arrancarse los dientes. De la misma manera, todos los seres vivos son partes individuales de Dios, por lo tanto, no son diferentes entre sí. Todos ellos están destinados a servir al Señor Supremo en igualdad espiritual. Si los seres vivos abandonan el servicio a su amo y en su lugar se pelean entre sí, se verán obligados a sufrir por las leyes de la naturaleza. Si las almas condicionadas establecen relaciones artificiales de afecto basadas en el cuerpo material y que no tienen nada que ver con Dios, entonces el mismo tiempo destruirá esas relaciones y se verán sometidas a más sufrimiento. Pero si las entidades vivientes individuales entienden que todas son de la misma familia, y que todas tienen una conexión con el Señor Supremo, se desarrollará su amistad mutua. Así pues, uno no debe exhibir una ira que sea dañina para sí mismo ni para los demás. Aunque el brāhmaṇa recibía bondadosas ofrendas de caridad de algunas personas y era acosado y golpeado por otras, él negaba que esas personas fueran la causa definitiva de su felicidad y aflicción, pues estaba fijado en el plano de la autorrealización, más allá del cuerpo y la mente materiales.

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