El hombre poco inteligente, incapaz de distinguirse de la naturaleza material, cree que la naturaleza es real. Al entrar en contacto con ella, se confunde por completo y entra en el ciclo de la existencia material.
«Debido a esta energía externa, la entidad viviente, aunque trascendental a las tres modalidades de la naturaleza material, se considera un producto material y, por lo tanto, sufre las reacciones de las miserias materiales».