Śrīmad-Bhāgavatam
<< Canto 11, Historia general >>
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<<VERSO 36 >>

na mayy ekānta-bhaktānāṁ
guṇa-doṣodbhavā guṇāḥ
sādhūnāṁ sama-cittānāṁ
buddheḥ param upeyuṣām

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

La piedad material y el pecado, que surgen del bien y del mal de este mundo, no pueden existir en Mis devotos puros, quienes, estando libres de anhelos materiales, mantienen una conciencia espiritual firme en todas las circunstancias. En verdad, estos devotos me han obtenido a Mí, el Señor Supremo, quien está más allá de todo lo que pueda ser concebido por la inteligencia material.

SIGNIFICADO

Las palabras buddheḥ param indican que las modalidades materiales de la naturaleza no pueden encontrarse en un devoto puro absorto en las cualidades trascendentales del Señor. En el Segundo Capítulo del Bhagavad-gītā, el Señor Kṛṣṇa explica claramente que al devoto puro se lo reconoce por el completo desapego del deseo personal; por lo tanto, un devoto puro que se dedica constantemente al servicio desinteresado del Señor Kṛṣṇa puede que no siempre observe los innumerables detalles de los rituales y regulaciones védicas. Esa negligencia ocasional no debe considerarse una transgresión. De manera similar, la observancia de la piedad material ordinaria no constituye la cualificación máxima de un alma entregada a Dios. El amor por Kṛṣṇa y la entrega absoluta a la voluntad del Señor lo elevan a uno inmediatamente al plano trascendental, donde las actividades realizadas en nombre del Señor son absolutas, siendo una expresión de la voluntad de Dios. En ocasiones las personas materialistas comunes se atribuyen falsamente este estatus exaltado para sus actividades caprichosas e inmorales y causan una gran perturbación en la sociedad. Sin embargo, así como una persona común no debe atribuirse falsamente los privilegios ejecutivos de los asistentes personales de un líder nacional, de manera similar, un alma condicionada común no puede atribuirse tontamente que sus actividades inmorales, caprichosas o especulativas están amparadas por el derecho divino, siendo la voluntad de Dios. Uno debe ser realmente un devoto puro del Señor, empoderado por el Señor mismo y completamente entregado a la voluntad del Señor, antes de que uno pueda ser aceptado como trascendental a la piedad común y al pecado.

Existen casos de devotos muy elevados que momentáneamente cayeron del plano santo del servicio devocional. El Señor instruye en el Bhagavad-gītā (9.30):

api cet su-durācāro
bhajate mām ananya-bhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ
samyag vyavasito hi saḥ


Una caída momentánea de un devoto sincero del Señor no puede cambiar los sentimientos del Señor hacia esa persona. Incluso un padre o una madre comunes disculpan rápidamente una transgresión momentánea de su hijo. Así como los hijos y los padres disfrutan de amor mutuo, los sirvientes rendidos del Señor disfrutan de una relación amorosa con Él. Una caída accidental e impremeditada es rápidamente disculpada por el Señor, todos los miembros de la sociedad deben compartir los propios sentimientos del Señor, disculpando a este devoto sincero. A un devoto avanzado no se le debe tildar de materialista o pecador por una caída accidental. Un devoto retorna inmediatamente a la plataforma del servicio santo y ruega por el perdón del Señor. Sin embargo, aquel que se mantiene permanentemente en una condición caída ya no puede ser aceptado como un devoto altamente elevado del Señor.

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