Śrīmad-Bhāgavatam
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ahaṁ kila purānantaṁ
prajārtho bhuvi mukti-dam
apūjayaṁ na mokṣāya
mohito deva-māyayā

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

En un nacimiento anterior en esta Tierra, adoré al Señor Supremo, Ananta, quien es el único que puede otorgar la liberación, pero como deseaba tener un hijo, no lo adoré para obtener la liberación. Por eso, la energía ilusoria del Señor me desconcertó.

SIGNIFICADO

Según Śrīdhara Svāmī, la palabra kila (que significa “de hecho, es verdad”, “se dice” o “como es bien sabido”) indica que Vasudeva estaba recordando las palabras que el Señor le dijo cuando el Señor apareció como Viṣṇu de cuatro brazos en la prisión de Kaṁsa. Śrīla Jīva Gosvāmī afirma que de la ansiedad de Vasudeva, que se expresa en este verso con las palabras apūjayaṁ na mokṣāya mohito deva-māyayā, se desprende que Vasudeva había escuchado hablar de la maldición de los brāhmaṇas en Piṇḍāraka contra la dinastía Yadu y que, a partir de esa maldición, pudo entender que la desaparición del Señor de la Tierra era inminente. Vasudeva comprendió que los pasatiempos manifiestos del Señor en este universo estaban llegando a su fin y ahora se lamentaba de no haber aprovechado directamente la oportunidad de adorar a Kṛṣṇa para regresar al hogar, de vuelta a Dios.

Es significativo que Vasudeva utilice la palabra mukti-dam para describir al Señor. Mukti-dam es un sinónimo de Mukunda, esa personalidad que puede liberar del ciclo del nacimiento y la muerte. En la literatura védica se afirma que incluso los semidioses están atados al ciclo de nacimiento y muerte, aunque su duración de vida es inconcebiblemente larga según los cálculos terrenales. Es solo el Dios Todopoderoso quien puede liberar el alma condicionada de las reacciones de sus actividades pecaminosas anteriores y otorgarle una vida eterna de bienaventuranza y conocimiento.

Vasudeva se lamentó de haber deseado que Kṛṣṇa viniera a él como un hijo en lugar de desear ir de regreso a Kṛṣṇa, de regreso a Dios, para servir al Señor en el cielo espiritual. Al comentar este incidente en el Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, Śrīla Prabhupāda hizo hincapié en que debemos desear ir de regreso al hogar, de regreso a Dios, en lugar de tratar de traer al Señor a este mundo como nuestro hijo. Tampoco podemos imitar artificialmente las severas penitencias que Vasudeva y Devakī realizaron durante miles de años celestiales en sus nacimientos anteriores como Sutapā y Pṛśni. En relación con esto, Śrīla Prabhupāda afirma:

«Si queremos que la Suprema Personalidad de Dios se vuelva uno de nosotros en este mundo material, esto requiere una gran penitencia, pero si queremos regresar a Kṛṣṇa (tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so ’rjuna), sólo necesitamos comprenderlo y amarlo. Sólo mediante el amor podemos regresar muy fácilmente al hogar, de vuelta a Dios».



Śrīla Prabhupāda continúa explicando que Caitanya Mahāprabhu otorga libremente la bendición del amor por Kṛṣṇa, que permite regresar a la morada de Kṛṣṇa, mediante el canto del mantra Hare Kṛṣṇa. Este proceso de canto es mucho más eficaz en esta era que los intentos artificiales de realizar severas penitencias y austeridades. Śrīla Prabhupāda concluye:

«Por lo tanto, no es necesario someterse a severas penitencias durante miles de años. Solo es necesario aprender a amar a Kṛṣṇa y a estar siempre ocupados en Su servicio (sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ). Entonces, es muy fácil regresar al hogar, de vuelta a Dios. En lugar de traer al Señor aquí con algún propósito material, para tener un hijo o cualquier otra cosa, si regresamos al hogar, de vuelta a Dios, se revela nuestra verdadera relación con el Señor y nos ocupamos eternamente en nuestra relación eterna. Al cantar el mantra Hare Kṛṣṇa, desarrollamos gradualmente nuestra relación eterna con la Persona Suprema, de ese modo, alcanzamos la perfección denominada svarūpa-siddhi. Debemos aprovechar esta bendición y regresar al hogar, de vuelta a Dios».

(Śrīmad-Bhāgavatam 10.3.38 significado)

Aunque Vasudeva y Devakī deseaban que Kṛṣṇa fuera su hijo, debe entenderse que ellos son devotos eternamente situados en el amor por Kṛṣṇa. Como lo afirma el propio Señor (Śrīmad-Bhāgavatam 10.3.39): mohitau devamāyayā: Vasudeva y Devakī, Sus devotos puros, estaban cubiertos por Su potencia interna. En el Cuarto Canto del Śrīmad-Bhāgavatam (4.1.20), el gran sabio Atri Muni oró al Señor: prajām ātma-samāṁ mahyaṁ prayacchatu: «Ten la bondad de ofrecerme un hijo exactamente como Tú». Atri Muni dijo que quería un hijo exactamente como el Señor, por lo tanto, no era un devoto puro, porque tenía un deseo que satisfacer y ese deseo era material. Si hubiera deseado a la Suprema Personalidad de Dios como hijo suyo, estaría completamente libre de deseos materiales, porque hubiera querido a la Suprema Verdad Absoluta, pero como quería un hijo similar, su deseo era material. Por lo tanto, Atri Muni no puede contarse entre los devotos puros. Sin embargo, Vasudeva y Devakī sí querían al Señor mismo, por lo tanto, eran devotos puros del Señor. Por lo tanto, en este verso, la declaración de Vasudeva apūjayaṁ na mokṣāya mohito deva-māyayā debe interpretarse en el sentido de que la potencia interna de Kṛṣṇa confundió a Vasudeva, de modo que este lo deseó como hijo suyo. Esto allanó el camino para la aparición del Señor como hijo de Sus amorosos devotos.

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