Śrīmad-Bhāgavatam
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īśvare tad-adhīneṣu
bāliśeṣu dviṣatsu ca
prema-maitrī-kṛpopekṣā
yaḥ karoti sa madhyamaḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Un devoto intermedio o de segunda clase, llamado madhyama-adhikārī, ofrece su amor a la Suprema Personalidad de Dios, es un amigo sincero de todos los devotos del Señor, muestra misericordia a las personas ignorantes que son inocentes y hace caso omiso de aquellos que tienen envidia de la Suprema Personalidad de Dios.

SIGNIFICADO

Según el Bhagavad-gītā, toda entidad viviente que se encuentra en el mundo material es eternamente una diminuta porción fragmentaria de la Suprema Personalidad de Dios. Mamaivāṁśo jīva-loke jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ (Bhagavad-gītā 15.7). Pero debido a la influencia de māyā, las engreídas almas condicionadas se vuelven hostiles al servicio del Señor y de los devotos del Señor, eligen líderes entre los materialistas que se dedican a complacer los sentidos, de ese modo se ocupan afanosamente en una inútil sociedad de engañadores y engañados, una sociedad de ciegos que conducen a otros ciegos a una zanja. Aunque la comunidad de vaiṣṇavas está sinceramente ansiosa de servir a las almas condicionadas llevándolas de regreso a su posición constitucional, por la influencia de māyā la entidad viviente materialista se endurece y rechaza la misericordia de los devotos del Señor.

Según Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, aunque un devoto de segunda clase esté ansioso por predicarle a las inocentes almas condicionadas, debe evitar a la clase de hombres ateos, para no perturbarse ni contaminarse con su compañía. Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura confirma que un vaiṣṇava debe ser indiferente hacia aquellos que tienen envidia del Señor Supremo. En la práctica, se ve que cuando a esas personas se les informa acerca de las glorias de la Suprema Personalidad de Dios, intentan ridiculizar al Señor Supremo, deteriorando así aún más su existencia contaminada. En relación con esto, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura cita lo siguiente del Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam (10.20.36):

girayo mumucus toyaṁ
kvacin na mumucuḥ śivam
yathā jñānāmṛtaṁ kāle
jñānino dadate na vā


«En ocasiones, en otoño el agua cae desde lo alto de las colinas para proporcionar agua limpia, en ocasiones el agua se detiene. De manera similar, en ocasiones las grandes personas santas distribuyen conocimiento claro y en ocasiones permanecen en silencio».



En relación con esto, Śrīla Jīva Gosvāmī menciona que, aunque el devoto de primera clase del Señor puede que a veces muestre un odio evidente hacia los demonios, debido a que se deja llevar por los pasatiempos del Señor, los devotos intermedios deben evitar esos sentimientos. Además, el devoto intermedio no debe relacionarse de ninguna manera con la poderosa clase de hombres ateos, porque existe el peligro de que su mente se confunda con esa clase de relaciones. Según Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, si un predicador vaiṣṇava se encuentra con alguien que le tiene envidia, debe mantenerse alejado de esa persona envidiosa. El predicador vaiṣṇava puede meditar en formas de salvar a la clase de hombres envidiosos. Esa meditación se denomina sad-ācāra, conducta santa. Śrīla Jīva Gosvāmī mencionó a Mahārāja Prahlāda como un ejemplo de persona santa. En el Śrīmad-Bhāgavatam (7.9.43) se encuentra la siguiente declaración de Prahlāda:

naivodvije para duratyaya-vaitaraṇyās
tvad-vīrya-gāyana-mahāmṛta-magna-cittaḥ
śoce tato vimukha-cetasa indriyārtha-
māyā-sukhāya bharam udvahato vimūḍhān


«¡Oh, tú, el mejor de las grandes personalidades! No temo en absoluto a la existencia material, pues dondequiera que estoy estoy completamente absorto en el pensamiento de Tus glorias y actividades. Mi preocupación son únicamente los tontos y sinvergüenzas que están haciendo planes elaborados para lograr la felicidad material y mantener a sus familias, sociedades y países. Simplemente me interesa el amor por ellos».



Aunque un predicador vaiṣṇava medita constantemente en el bienestar de todas las entidades vivientes, no se relaciona con aquellos que no son receptivos al mensaje del Señor Supremo, Kṛṣṇa. En relación con esto, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura afirma que ni siquiera Bharata Mahārāja, ni Vyāsadeva, ni Śukadeva Gosvāmī exhiben su misericordia indiscriminadamente.

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura dio una explicación detallada para demostrar que el discernimiento empleado por un predicador madhyama-adhikārī no demuestra en absoluto falta de misericordia. Él afirma que upekṣā, negligencia, como se menciona en este verso, es la medicina adecuada para aquellos que son hostiles al Señor Supremo y Sus devotos. La indiferencia del predicador frena los sentimientos de hostilidad de ambas partes. Aunque existe un mandamiento védico que dice que se debe cortar la lengua a una persona que ofende al Señor Supremo y a Sus devotos, en esta era lo mejor es simplemente evitar a los ofensores potenciales y así impedir que cometan más actividades pecaminosas contra los vaiṣṇavas. Es deber de un predicador vaiṣṇava señalar la futilidad de cualquier proceso que no sea el de entregarse al Señor Supremo. Sin embargo, una persona envidiosa se sentirá ofendida por una prédica tan fuerte de un vaiṣṇava y le faltará el respeto, considerando que el devoto está criticando innecesariamente a los demás. Esa persona, que no puede apreciar la misericordia de los vaiṣṇavas, debe ser ignorada. De lo contrario, según Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, su mentalidad de engaño aumentará día a día.

Quienes no se sienten atraídos por el movimiento de saṅkīrtana de Śrī Caitanya Mahāprabhu y que faltan al respeto a los fieles sirvientes del Señor Caitanya, considerando que sus fuertes declaraciones acerca del movimiento de saṅkīrtana son obstáculos para su propia adoración del Señor, nunca podrán fijar su mente en Kṛṣṇa, sino que gradualmente caerán del sendero de la devoción al confundir las actividades externas del mundo material con la verdadera adoración de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Esa confusión se ha expresado con las palabras bhayaṁ dvitīyābhiniveśataḥ syāt.

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura rechaza firmemente a esas personas necias que, bajo el pretexto de la misericordia y la visión igualitaria, perciben que una persona infiel también es devota del Señor Supremo y que, de ese modo, tratan de imponer el hari-nāma, el santo nombre de Dios, sobre esas personas ofensivas. Śrīla Bhaktisiddhānta afirma:

«Cuando las personas infantiles se consideran mahā-bhāgavatas y actúan desafiando al maestro espiritual vaiṣṇava, esa conducta simplemente les impide recibir la misericordia del guru vaiṣṇava. Confundidos por el ego falso, estos autoproclamados devotos gradualmente se vuelven aptos para ser ignorados por los devotos puros del plano intermedio y se ven privados de la misericordia que proviene de la satisfacción de los devotos. De ese modo, se vuelven asādhu al cometer ofensas constantemente en contra de los devotos que predican el santo nombre de Kṛṣṇa. Por lo tanto, los devotos puros, en todas las circunstancias, muestran indiferencia hacia aquellos que falsamente se imaginan a sí mismos como viśuddha-bhaktas, o devotos puros del Señor. Esa indiferencia es una excelente manifestación de su misericordia».



En otras palabras, quienes critican a los predicadores vaiṣṇavas de segunda clase por discriminar entre quienes son aptos para recibir la misericordia del Señor y quienes simplemente son envidiosos, están malinterpretando la misión del Señor. El propio Krishna afirma en el Bhagavad-gītā (4.8):

paritrāṇāya sādhūnāṁ
vināśāya ca duṣkṛtām
dharma-saṁsthāpanārthāya
sambhavāmi yuge yuge


«Para liberar a los piadosos y aniquilar a los malhechores, así como para restablecer los principios de la religión, Yo mismo aparezco milenio tras milenio».



Incluso un gran vaiṣṇava como Śukadeva Gosvāmī, uno de los doce mahājanas de este universo, expresó su desprecio por el malvado Kaṁsa.

Śrīla Jīva Gosvāmī aeñala que, aunque el devoto mahā-bhāgavata actúe en el plano de la prédica de segunda clase, su rechazo de las entidades vivientes envidiosas no obstruye su visión del Señor como omnipresente. Más bien, cuando un devoto de primera clase o incluso un devoto de segunda clase rechaza a la clase atea de hombres, está expresando la misión de la Suprema Personalidad de Dios. Un vaiṣṇava de primera o de segunda clase nunca siente envidia de otra entidad viviente, pero debido al intenso amor que siente por el Señor Supremo, se enoja cuando el Señor se siente ofendido. Además, al comprender la misión del Señor, discrimina según la posición de una entidad viviente en particular. Considerar a un predicador vaiṣṇava como una persona común y corriente, o considerarlo sectario por proclamar que el servicio devocional puro es el más excelso de todos los métodos de avance espiritual, refleja una visión materialista denominada vaiṣṇave jāti-buddhiḥ o guruṣu nara-matiḥ. Esa ofensa arrastra al ofensor a una condición de vida infernal, según las leyes de la naturaleza.

Según Śrīla Jīva Gosvāmī, aunque un mahā-bhāgavata ve a cada entidad viviente como un alma espiritual pura, aún así ese mahā-bhāgavata experimenta éxtasis especiales y otros síntomas al encontrarse con otro vaiṣṇava. Esto no es contradictorio con su visión como devoto supremo; más bien, es un síntoma de su amor por Kṛṣṇa. Un devoto puro ve a cada entidad viviente como parte integral de Kṛṣṇa, por lo tanto, expresa su amor por Kṛṣṇa a través del amor por todas las expansiones y creaciones de Kṛṣṇa. Aun así, ese mahā-bhāgavata siente un amor extático especial al ver a otra entidad viviente complaciendo directamente los sentidos del Señor Supremo. Tales sentimientos se manifiestan en la declaración del Señor Śiva a los Pracetās:

kṣaṇārdhenāpi tulaye
na svargaṁ nāpunar-bhavam
bhagavat-saṅgi-saṅgasya
martyānāṁ kim utāśiṣaḥ


«Si por casualidad uno se asocia con un devoto, aunque sea por una fracción de momento, ya no está sujeto a la atracción de los resultados del karma o del jñāna. ¿Entonces qué interés puede tener en las bendiciones de los semidioses, quienes están sujetos a las leyes del nacimiento y la muerte?»

(Śrīmad-Bhāgavatam 4.24.57)

De manera similar, el Señor Śiva también afirmó:

atha bhāgavatā yūyaṁ
priyāḥ stha bhagavān yathā
na mad bhāgavatānāṁ ca
preyān anyo ’sti karhicit


«Todos ustedes son devotos del Señor, por eso aprecio que sean tan respetables como la Suprema Personalidad de Dios. Sé que, de esa manera, los devotos también me respetan y que soy querido para ellos. Así pues, nadie puede ser tan querido para los devotos como yo».

(Śrīmad-Bhāgavatam 4.24.30)

De manera similar, en el Primer Canto del Śrīmad-Bhāgavatam (1.7.11) se menciona a Śrīla Śukadeva Gosvāmī como nityaṁ viṣṇu-jana-priyaḥ, especialmente querido por los devotos puros del Señor.

Los maravillosos tratos amorosos entre los vaiṣṇavas en el plano más elevado se demuestran en los pasatiempos del Caitanya-caritāmṛta. En otras palabras, aunque el vaiṣṇava ve a todas las entidades vivientes como partes integrales de Kṛṣṇa, debe discernir en su comportamiento externo para no interferir con el propósito original de la creación del Señor, que es reformar a las entidades vivientes para que puedan regresar gradualmente al hogar, de vuelta a Dios. Un devoto puro no finge tontamente tener una visión igualitaria y acercarse a personas envidiosas; más bien, respeta la misión del Señor, como se afirma en el Bhagavad-gītā (4.11) con las palabras ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham.

Por otra parte, si el Señor así lo desea, un devoto puro puede ofrecer sus respetos a todos los seres vivos. Por ejemplo, Śrīla Jīva Gosvāmī menciona que Uddhava y otros devotos puros del Señor siempre estaban dispuestos a ofrecer respetuosas reverencias incluso a personas como Duryodhana. Sin embargo, los madhyama-adhikārīs no deben imitar esa conducta uttama-adhikārī. En relación con esto, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura establece la distinción entre madhyama-adhikārī y uttama-adhikārī de la siguiente manera: atra sarva-bhūteṣu bhagavad-darśana-yogyatā yasya kadācid api na dṛṣṭā. Un madhyama-adhikārī no puede percibir en ningún momento la presencia del Señor Supremo dentro de todos los seres vivos, mientras que un uttama-adhikārī, por mucho que actúe en el plano de segunda clase para llevar a cabo la misión del Señor, es consciente de que en última instancia toda entidad viviente es una entidad viviente olvidadiza y consciente de Kṛṣṇa. Por lo tanto, aunque un devoto puede adoptar externamente cuatro tipos diferentes de comportamiento, como se menciona en este verso —a saber, la adoración del Señor, la amistad con los devotos, la prédica a los inocentes y el rechazo de los demonios—, no está necesariamente en el plano de segunda clase, ya que un uttama-adhikārī también puede exhibir estos síntomas para llevar a cabo la misión del Señor. A este respecto, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura menciona que es deber del madhyama-adhikārī extenderse como la mano derecha del uttama-adhikārī, haciendo voto de trabajar para el beneficio de los demás y ofreciendo ayuda para distribuir el amor por Kṛṣṇa.

Finalmente, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura dio una buena explicación de la diferencia entre arcana y bhajana. Arcana se refiere al plano de sādhana-bhakti, en el que uno sirve al Señor para llevar a cabo las reglas y regulaciones del proceso. Aquel que alcanzó el refugio del santo nombre del Señor y está totalmente dedicado al intento de servir al Señor, debe considerarse que está en el plano del bhajana, aunque en ocasiones sus actividades externas puedan ser menos estrictas que las del neófito dedicado al arcana. Sin embargo, esta aparente falta de rigor se refiere a la laxitud, no en los principios básicos de la conducta sana y la renuncia a la complacencia de los sentidos, sino más bien en los detalles de las ceremonias vaiṣṇavas.

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