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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 2 - Mahārāja Nimi se encuentra con los nueve Yogendras >> <<VERSO 36 >>
kāyena vācā manasendriyair vā buddhyātmanā vānusṛta-svabhāvāt karoti yad yat sakalaṁ parasmai nārāyaṇāyeti samarpayet tat
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | De acuerdo con la naturaleza particular que uno adquirió en la vida condicionada, todo lo que uno haga con el cuerpo, las palabras, la mente, los sentidos, la inteligencia o la conciencia purificada debe ofrecérselo al Supremo, pensando: «Esto es para el placer del Señor Nārāyaṇa».
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SIGNIFICADO
 | Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura comenta a este respecto que una persona que dedica todas las actividades sensoriales de su cuerpo, mente, palabras, inteligencia, ego y conciencia al servicio del Señor Supremo no puede considerarse que esté en el mismo nivel que un karmī que trabaja para su propia complacencia de los sentidos. Aunque aparentemente todavía es un alma condicionada, aquel que ofrece el fruto de todas sus actividades al Señor ya no puede ser afectado por las innumerables miserias que surgen de las reacciones a las actividades materialistas.
|  | Debido a la enemistad contra la Suprema Personalidad de Dios y Su autoridad omnipotente, la entidad viviente condicionada realiza actividades en contra de la orden del Señor. Sin embargo, las almas autorrealizadas continúan realizando todo tipo de trabajos en este mundo para llevar a cabo la misión del Señor Supremo. Según Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, aquellos karmīs que son suficientemente piadosos siguen el ejemplo de las almas autorrealizadas al tratar de ofrecer los frutos de sus propios deberes a los pies de loto del Señor. Aunque esto se considera karma-miśrā bhakti o servicio devocional mezclado con el deseo de ejecutar actividades fruitivas, este servicio devocional mezclado se transforma gradualmente en servicio devocional puro. A medida que los trabajadores fruitivos piadosos se desvinculan, paso a paso, de la falsa filosofía del «disfrute de las recompensas ganadas con tanto esfuerzo», el servicio devocional puro los recompensa con completa buena fortuna.
|  | Śrīla Śrīdhara Svāmī comenta: ātmanā cittenāhaṅkāreṇa vā anusṛto yaḥ svabhāvas tasmāt: Aunque uno todavía se encuentre bajo el concepto corporal de la vida, debe ofrecer el fruto de su trabajo a la Suprema Personalidad de Dios. Quienes tienen un concepto primitivo y materialista del Señor Supremo consideran que el Señor está presente únicamente en un templo o iglesia. Le hacen alguna ofrenda en el lugar de adoración, pero en sus actividades normales afirman ser propietarios, sin pensar que Dios está presente en todas partes y dentro de todos. Tenemos la experiencia práctica de muchos supuestos hombres religiosos que se ofenden mucho si sus hijos tratan de convertirse en sirvientes del Señor Supremo. Ellos piensan: «Dios debe estar complacido con cualquier humilde ofrenda que yo le dé, pero mi familia y los asuntos comerciales ordinarios me pertenecen y están bajo mi control». La percepción de que algo es algo separado de la Suprema Personalidad de Dios o de Su propiedad se denomina māyā, ilusión. Śrīla Śrīdhara Svāmī cita: na kevalaṁ vidhitaḥ kṛtam eveti niyamaḥ; svabhāvānusāri laukikam api: «La regulación de que uno debe servir al Señor Supremo no se refiere únicamente a los caminos, ceremonias y regulaciones religiosas prescritas; más bien, todas las actividades que uno realiza en este mundo conforme a su naturaleza personal deben estar dedicadas a la Suprema Personalidad de Dios».
|  | Las palabras karoti yad yat sakalaṁ parasmai nārāyaṇāyeti samarpayet tat en este verso son muy significativas. Un verso similar se encuentra en el Bhagavad-gītā (9.27):
|  | yat karoṣi yad aśnāsi
yaj juhoṣi dadāsi yat
yat tapasyasi kaunteya
tat kuruṣva mad-arpaṇam
|  | «¡Oh, hijo de Kuntī! Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas o regales y todas las austeridades que realices, hazlas como una ofrenda para Mí».
|  | Se podría plantear la siguiente objeción: dado que nuestras actividades ordinarias se llevan a cabo con un cuerpo y una mente materiales, no mediante el alma espiritual, ¿cómo pueden esas actividades ofrecerse al Señor Supremo, quien es completamente trascendental al mundo material? ¿Cómo pueden estas actividades considerarse espirituales? En respuesta a esto se afirma en el Viṣṇu Purāṇa (3.8.8):
|  | varṇāśramācāra-vatā
puruṣeṇa paraḥ pumān
viṣṇur ārādhyate panthā
nānyat tat-toṣa-kāraṇam
|  | Quien desee satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, debe aceptar el sistema varṇāśrama-dharma y adorar al Señor mediante la ejecución de sus deberes prescritos. En el Bhagavad-gītā (4.13), el Señor Supremo se atribuye personalmente el mérito de haber establecido el sistema varṇāśrama-dharma: cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ. Por lo tanto, si uno ofrece su trabajo dentro del sistema varṇāśrama-dharma al Señor Supremo, ese trabajo se considera servicio devocional. Según el svabhāva o la naturaleza de uno, uno puede trabajar como intelectual o sacerdote, como administrador, militar, agricultor, comerciante, trabajador o artesano. Todos, mientras trabajan, deben meditar en la Suprema Personalidad de Dios, pensando: yat sakalaṁ parasmai nārāyaṇāya: «Estoy trabajando para el Señor Supremo. Cualquier resultado que obtenga de mi trabajo, aceptaré el mínimo indispensable para mi sustento personal y el resto lo ofreceré para la glorificación del Señor Nārāyaṇa».
|  | Śrīla Jīva Gosvāmī señala: kāmināṁ tu sarvathaiva na duṣkarmārpaṇam: no se puede ofrecer duṣkarma, actividades pecaminosas y malvadas, a la Suprema Personalidad de Dios. Los cuatro pilares de la vida pecaminosa son la vida sexual ilícita, el consumo de carne, los juegos de azar y la embriaguez. Esas actividades nunca son aceptables como ofrendas a la Suprema Personalidad de Dios. Se puede dar el ejemplo de que, si bien en una sociedad libre a cada persona se le permite escoger su propia ocupación, ni siquiera un gobierno democrático permitirá que un ciudadano escoja la ocupación de ladrón o asesino. De la misma manera, según las leyes de Dios, se nos invita a trabajar conforme a nuestra propia naturaleza en el sistema varṇāśrama, pero se nos prohíbe adoptar una vida criminal de actividades pecaminosas que violen las leyes de Dios.
|  | Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura dio una hermosa descripción de cómo se deben ofrecer las actividades ordinarias al Señor Supremo. Él dice que una persona común que busca el placer de los sentidos comienza sus actividades por la mañana evacuando el intestino, orinando, limpiándose la boca, cepillándose los dientes, bañándose, reuniéndose con sus amigos y familiares y hablando con ellos sobre los asuntos del día. De esa manera, uno tiene muchísimas actividades durante el día, una persona que busca el placer de los sentidos ejecuta todas esas actividades para su disfrute material personal. Por otro lado, un karmī, que trabaja bajo la jurisdicción de la sección karma-kāṇḍa de los Vedas, realizará las mismas actividades para el placer de los semidioses y de sus antepasados. Así pues, según Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, un devoto del Señor Supremo, Nārāyaṇa, debe realizar de manera similar todas sus actividades diarias para el placer del Señor Supremo. De esa manera, todo lo que hagamos a lo largo del día se volverá bhakty-aṅga, un aspecto complementario de nuestro servicio devocional a Kṛṣṇa.
|  | Debe entenderse que mientras uno se identifique en función del sistema varṇāśrama-dharma en lugar de como parte integral de Kṛṣṇa, todavía se encuentra en el plano ahaṅkāra o ego falso, debido a que el sistema varṇāśrama está diseñado conforme a las modalidades de la naturaleza que la entidad viviente adquiere a través de su cuerpo material. Los ācāryas recalcan en sus comentarios sobre este verso que este ego falso, mediante el cual uno se identifica como brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya, śūdra, sannyāsī, gṛhastha, etc., también debe ofrecersele a la Suprema Personalidad de Dios.
|  | Según Śrīla Jīva Gosvāmī, cuando uno se siente muy atraído a oír y cantar acerca del Señor Supremo y no meramente a ofrecerle los frutos de su trabajo, alcanzó la etapa denominada svarūpa-siddhā bhakti, la etapa en la que la verdadera devoción se hace visible. Se puede dar el ejemplo de que, aunque cualquier buen ciudadano pague sus impuestos al gobierno, puede que no necesariamente ame al gobierno o a sus líderes. De manera similar, una entidad viviente piadosa puede entender que está trabajando bajo las leyes de Dios y que por lo tanto, de acuerdo con los mandatos védicos o los mandatos de otras Escrituras, ofrece una parte de sus bienes al Señor Supremo en ceremonias religiosas. Pero cuando esa persona piadosa realmente se apega a cantar y oír acerca de las cualidades personales del Señor y cuando el amor de ese modo se hace visible, se considera que está alcanzando la etapa madura de la vida. En relación con esto, Śrīla Jīva Gosvāmī cita varios versos que muestran muy bien el desarrollo del amor por Dios. Anena durvāsanā-duḥkha-darśanena sa karuṇā-mayaḥ karuṇāṁ karotu: «Que el misericordioso Señor me muestre Su misericordia, demostrándome la miseria creada por los deseos pecaminosos». Yā prītir avivekānāṁ visayeṣv anapāyinī/ tvām anusmarataḥ sā me hṛdayān nāpasarpatu: «Las personas poco inteligentes sienten un afecto inquebrantable por los objetos de la complacencia de los sentidos. De la misma manera, que yo siempre Te recuerde, de modo que ese mismo apego, aplicado a Ti, nunca abandone mi corazón». (Viṣṇu Purāṇa 1.20.19) Yuvatīnāṁ yathā yūni yūnāṁ ca yuvatau yathā/ mano ’bhiramate tadvan mano me ramatāṁ tvayi: «Así como la mente de las muchachas se complace al pensar en un muchacho y la de los muchachos se complace al pensar en una muchacha, que mi mente se deleite en Ti». Mama sukarmaṇi duṣkarmaṇi ca yad rāga-sāmānyam, tad sarvato-bhāvena bhagavad-viṣayam eva bhavatu: «Cualquier atracción que tenga por las actividades piadosas o pecaminosas, que esa atracción esté invertida de todo corazón en Ti».
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