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Śrīmad-Bhāgavatam Canto 11 - Historia general << 18 - Descripción del Varṇāśrama-dharma >>
11.18.1 | | La Suprema Personalidad de Dios dijo: Aquel que desee adoptar la tercera orden de vida, vānaprastha, debe entrar al bosque con una mente pacífica, dejando a su esposa con sus hijos maduros o bien llevándola consigo. | | 11.18.2 | | Una vez que se adoptó la orden de vida de vānaprastha, uno debe organizar su sustento comiendo bulbos, raíces y frutas no contaminadas que crecen en el bosque. Uno puede vestirse con corteza de árbol, hierba, hojas o pieles de animales. | | 11.18.3 | | El vanaprastha no debe arreglarse el pelo de la cabeza, el cuerpo ni la cara, no debe hacerse la manicura en las uñas, no debe defecar ni orinar en horarios irregulares y no debe esforzarse especialmente por la higiene dental. Debe contentarse con bañarse con agua tres veces al día y dormir en el suelo. | | 11.18.4 | | Así comprometido como un vānaprastha, uno debe ejecutar penitencia durante los días más calurosos del verano sometiéndose a fuegos ardientes por los cuatro lados y al Sol abrasador en lo alto; durante la estación lluviosa uno debe permanecer afuera, sometiéndose a torrentes de lluvia; y en el invierno helado uno debe permanecer sumergido en agua hasta el cuello. | | 11.18.5 | | Se pueden comer alimentos preparados con fuego, como cereales o frutas maduradas por el tiempo. Se pueden moler los alimentos con mortero y piedra o con los dientes propios. | | 11.18.6 | | El vānaprastha debe reunir personalmente todo lo que necesite para su sustento corporal, considerando cuidadosamente el tiempo, el lugar y su propia capacidad. Nunca debe reunir provisiones para el futuro. | | 11.18.7 | | Quien haya aceptado la orden de vida de vānaprastha debe realizar sacrificios estacionales ofreciendo oblaciones de caru y panes de sacrificio preparadas con arroz y otros granos que se encuentran en el bosque. Sin embargo, el vānaprastha nunca debe ofrecerme sacrificios de animales, ni siquiera los sacrificios mencionados en los Vedas. | | 11.18.8 | | El vānaprastha debe realizar los sacrificios agnihotra, darśa y paurṇamāsa, tal como lo hizo durante el gṛhastha-āśrama. También debe realizar los votos y sacrificios de cāturmāsya, ya que todos estos rituales son prescritos para el vānaprastha-āśrama por los conocedores expertos de los Vedas. | | 11.18.9 | | El santo vānaprastha, que practica severas penitencias y acepta sólo lo estrictamente necesario para vivir, se vuelve tan demacrado que parece solo piel y huesos. De ese modo, adorándome mediante severas penitencias, va al planeta Maharloka y de allí llega directamente a Mí. | | 11.18.10 | | Aquel que con un gran esfuerzo ejecuta esta penitencia dolorosa pero exaltada, que otorga la liberación definitiva, simplemente para alcanzar una insignificante gratificación de los sentidos, debe ser considerado el tonto más grande. | | 11.18.11 | | Si el vanaprastha se ve afectado por la vejez y debido a los temblores de su cuerpo ya no puede cumplir con sus deberes prescritos, debe colocar el fuego del sacrificio dentro de su corazón mediante la meditación. Después, fijando su mente en Mí, debe entrar en el fuego y abandonar su cuerpo. | | 11.18.12 | | Si el vānaprastha, comprendiendo que incluso la promoción a Brahmaloka es una situación miserable, desarrolla un completo desapego de todos los resultados posibles de las actividades fruitivas, entonces puede tomar la orden de vida de sannyāsa. | | 11.18.13 | | Después de adorarme conforme a los preceptos de las Escrituras y de entregar todos sus bienes al sacerdote del sacrificio, uno debe colocar el fuego de sacrificio dentro de sí mismo. De ese modo, con la mente completamente desapegada, uno debe entrar en la orden de vida de sannyāsa. | | 11.18.14 | | «Este hombre que toma sannyāsa nos va a superar y va a regresar al hogar, de vuelta a Dios». Con esa mentalidad, los semidioses crean obstáculos en el camino del sannyāsī apareciendo ante él en la forma de su ex esposa, otras mujeres u objetos atractivos. Pero el sannyāsī no debe prestarles atención a los semidioses ni a sus manifestaciones. | | 11.18.15 | | Si el sannyāsī desea usar algo más que un simple kaupīna, puede usar otra tela alrededor de su cintura y caderas para cubrir el kaupīna. De lo contrario, si no hay ninguna emergencia, no debe aceptar nada más que su daṇḍa y su cántaro de agua. | | 11.18.16 | | Una persona santa debe pisar o poner su pie en el suelo sólo después de verificar con sus ojos que no haya criaturas vivientes, como insectos, que puedan ser lastimados por su pie. Debe beber agua sólo después de filtrarla a través de una parte de su tela y debe pronunciar sólo palabras que posean la pureza de la verdad. Del mismo modo, solo debe realizar aquellas actividades que su mente haya comprobado cuidadosamente que son puras. | | 11.18.17 | | Aquel que no acepte las tres disciplinas internas de evitar el habla inútil, evitar las actividades inútiles y controlar el aire vital, simplemente por llevar cañas de bambú nunca podrá ser considerado un sannyāsī. | | 11.18.18 | | Rechazando las casas contaminadas e intocables, hay que acercarse sin cálculo previo a siete casas y contentarse con lo que se obtenga allí mendigando. Según la necesidad, uno puede acercarse a cada uno de los cuatro órdenes ocupacionales de la sociedad. | | 11.18.19 | | Tomando la comida que obtuvo mendigando, uno debe abandonar la zona poblada y dirigirse a un depósito de agua en un lugar apartado. Allí, después de bañarse y lavarse bien las manos, deberá distribuir porciones de la comida a quienes lo soliciten. debe hacer esto sin hablar. Después de limpiar completamente los restos, deberá comer todo lo que haya en el plato, sin dejar nada para el consumo posterior. | | 11.18.20 | | Sin ningún apego material, con los sentidos completamente controlados, permaneciendo entusiasta y satisfecho con la realización del Señor Supremo y de su propio ser, la persona santa debe viajar sola por la Tierra. Teniendo una visión igual en todas partes, debe mantenerse firme en el plano espiritual. | | 11.18.21 | | Morando en un lugar seguro y solitario, con su mente purificada por el pensamiento constante en Mí, el sabio debe concentrarse únicamente en el alma, dándose cuenta de que no es diferente de Mí. | | 11.18.22 | | Mediante un conocimiento firme, el sabio debe determinar claramente la naturaleza de la esclavitud y la liberación del alma. La esclavitud se produce cuando los sentidos se desvían hacia la complacencia de los mismos, el completo control de los sentidos constituye la liberación. | | 11.18.23 | | Por lo tanto, controlando completamente los cinco sentidos y la mente mediante el proceso de la Conciencia de Kṛṣṇa, un sabio, habiendo experimentado la bienaventuranza espiritual dentro del ser, deberá vivir desapegado de la insignificante gratificación material de los sentidos. | | 11.18.24 | | El sabio debe viajar por lugares sagrados, por ríos que fluyen y por la soledad de las montañas y los bosques. Sólo debe entrar en las ciudades, pueblos y pastizales y acercarse a los trabajadores comunes para mendigar su sustento. | | 11.18.25 | | Quien se encuentra en la orden de vida de vanaprastha siempre deberá practicar la aceptación de la caridad de los demás, pues de ese modo se libera de la ilusión y rápidamente se vuelve perfecto en la vida espiritual. Ciertamente quien subsiste a base de granos alimenticios obtenidos de una manera tan humilde purifica su existencia. | | 11.18.26 | | Nunca se deben considerar como realidad definitiva aquellas cosas materiales que, evidentemente, perecerán. Con la conciencia libre de apegos materiales, uno debe retirarse de todas las actividades destinadas al progreso material en esta vida y en la próxima. | | 11.18.27 | | Uno debe considerar lógicamente que el universo, que está situado dentro del Señor y nuestro propio cuerpo material, que está compuesto de mente, palabra y aire vital, en última instancia son productos de la energía ilusoria del Señor. Situados así en el ser, uno deberá abandonar su fe en esas cosas y nunca más deberá hacer de ellas el objeto de su meditación. | | 11.18.28 | | Tanto un trascendentalista erudito que se dedica al cultivo del conocimiento, por lo tanto que está desapegado de los objetos externos, así como Mi devoto que está desapegado incluso del deseo de liberación, ambos descuidan esos deberes basados en rituales o parafernalia externos. Por lo tanto, su conducta está más allá del alcance de las reglas y regulaciones. | | 11.18.29 | | Aunque es el más sabio, el paramahaṁsa debe disfrutar de la vida como un niño, ajeno al honor y al deshonor; aunque es el más experto, debe comportarse como una persona atrofiada e incompetente; aunque es el más erudito, debe hablar como un loco; y aunque es un estudioso erudito de las regulaciones védicas, debe comportarse de manera irrestricta. | | 11.18.30 | | Un devoto nunca deberá participar en los rituales fruitivos mencionados en la sección karma-kāṇḍa de los Vedas, ni tampoco deberá volverse ateo, actuando o hablando en contra de los preceptos védicos. De manera similar, nunca deberá hablar como un mero lógico o escéptico, ni tomar partido en argumentos inútiles. | | 11.18.31 | | Una persona santa nunca debe permitir que otros la asusten o la perturben, de la misma manera, nunca debe asustar o perturbar a otras personas. Debe tolerar los insultos de los demás y nunca debe menospreciar a nadie. Nunca debe crear hostilidad con nadie por el bien del cuerpo material, porque de ese modo no sería mejor que un animal. | | 11.18.32 | | El Señor Supremo está situado dentro de todos los cuerpos materiales y dentro del alma de cada uno. Así como la Luna se refleja en innumerables depósitos de agua, el Señor Supremo, aunque es uno, está presente dentro de cada uno. Así pues, en última instancia cada cuerpo material está compuesto de la energía del Señor Supremo. | | 11.18.33 | | Si en ocasiones no se obtiene el alimento adecuado, no hay que deprimirse, si se obtiene un alimento suntuoso, no hay que alegrarse. Si se tiene una determinación firme, hay que entender que ambas situaciones están bajo el control de Dios. | | 11.18.34 | | Si es necesario, uno debe esforzarse por conseguir suficiente alimento, porque siempre es necesario y apropiado mantener la salud. Cuando los sentidos, la mente y el aire vital están en forma, uno puede contemplar la verdad espiritual y al comprender la verdad uno se libera. | | 11.18.35 | | Un sabio debe aceptar la comida, el vestido y la ropa de cama que llegan por sí solas, ya sean de calidad excelente o inferior. | | 11.18.36 | | Así como Yo, el Señor Supremo, ejecuto deberes regulativos por Mi propia libre voluntad, de manera similar, aquel que alcanzó el conocimiento de Mí debe mantener una limpieza general, purificar sus manos con agua, bañarse y ejecutar otros deberes regulativos no por la fuerza sino por su propia libre voluntad. | | 11.18.37 | | Un alma realizada ya no ve nada separado de Mí, pues su conocimiento realizado de Mí destruyó esa percepción ilusoria. Como el cuerpo y la mente materiales estaban previamente acostumbrados a esa clase de percepción, en ocasiones puede parecer que vuelve a aparecer; pero en el momento de la muerte, el alma autorrealizada alcanza opulencias iguales a las Mías. | | 11.18.38 | | Aquel que está desapegado de la complacencia de los sentidos, sabiendo que su resultado es miserable, que desea la perfección espiritual, pero que no ha analizado seriamente el proceso para obtenerme a Mí, deberá acercarse a un maestro espiritual erudito y genuino. | | 11.18.39 | | Hasta que un devoto no haya alcanzado claramente el conocimiento espiritual, debe continuar prestando servicio personal con gran fe, respeto y sin envidia al guru, quien no es diferente de Mí. | | 11.18.40-41 | | Aquel que no ha controlado las seis formas de ilusión [lujuria, ira, codicia, excitación, orgullo falso y embriaguez], cuya inteligencia, líder de los sentidos, está extremadamente apegada a las cosas materiales, que está desprovisto de conocimiento y desapego, que adopta la orden de vida de sannyāsa para ganarse la vida, que niega a los adorables semidioses, a su propio ser y al Señor Supremo dentro de sí, arruinando así todos los principios religiosos y que todavía está infectado por la contaminación material, está desviado y perdido tanto en esta vida como en la próxima. | | 11.18.42 | | Los principales deberes religiosos de un sannyāsī son la ecuanimidad y la no violencia, mientras que para el vānaprastha son primordiales la austeridad y la comprensión filosófica de la diferencia entre el cuerpo y el alma. Los principales deberes de un jefe de familia son dar refugio a todas las entidades vivientes y realizar sacrificios, mientras que el brahmacārī se dedica principalmente a servir al maestro espiritual. | | 11.18.43 | | Un jefe de familia puede acercarse a su esposa para tener relaciones sexuales sólo en el momento prescrito para la procreación. De lo contrario, el jefe de familia debe practicar el celibato, la austeridad, la limpieza de mente y cuerpo, la satisfacción en su posición natural y la amistad hacia todas las entidades vivientes. Todos los seres humanos deben practicar la adoración a Mí, sin importar las divisiones sociales u ocupacionales. | | 11.18.44 | | Aquel que Me adora según su deber prescrito, sin tener ningún otro objeto de adoración y que permanece consciente de Mí como presente en todas las entidades vivientes, logra un servicio devocional inquebrantable hacia Mí. | | 11.18.45 | | Mi querido Uddhava, Yo soy el Señor Supremo de todos los mundos, Yo creo y destruyo este universo, siendo su causa primordial. Por lo tanto Yo soy la Verdad Absoluta, aquel que Me adora con un servicio devocional infalible llega a Mí. | | 11.18.46 | | Así, aquel que purificó su existencia mediante la ejecución de sus deberes prescritos, que entiende plenamente Mi posición suprema y que está dotado del conocimiento escritural y realizado, Me alcanza muy pronto. | | 11.18.47 | | Quienes siguen este sistema de varṇāśrama aceptan los principios religiosos conforme a las tradiciones autorizadas de conducta apropiada. Cuando esos deberes del varṇāśrama se dedican a Mí con servicio amoroso, otorgan la suprema perfección de la vida. | | 11.18.48 | | Mi querido y santo Uddhava, tal como preguntaste, ya te describí los medios por los cuales Mi devoto, perfectamente dedicado a su deber prescrito, puede regresar a Mí, la Suprema Personalidad de Dios. | |
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