|
Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 17 - El Señor Kṛṣṇa describe el sistema varṇāśrama >> <<VERSO 22 >>
dvitīyaṁ prāpyānupūrvyāj janmopanayanaṁ dvijaḥ vasan gurukule dānto brahmādhīyīta cāhūtaḥ
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | El miembro de la sociedad que nació dos veces logra un segundo nacimiento mediante la secuencia de ceremonias purificatorias que culminan en la iniciación Gāyatrī. Al ser convocado por el maestro espiritual, debe residir dentro del āśrama del guru y con una mente autocontrolada, estudiar cuidadosamente la literatura védica.
|
SIGNIFICADO
 | Aquí el término dvija, «nacido dos veces», indica las tres clases superiores, a saber, brāhmaṇas, kṣatriyas y vaiśyas, quienes reciben el mantra gāyatrī, que significa su segundo nacimiento a través de la iniciación espiritual. El primer nacimiento de una persona es biológico o seminal, no indica necesariamente que uno sea inteligente o iluminado. Un joven brāhmaṇa, si reúne las condiciones, puede ser iniciado en el mantra gāyatrī a la edad de doce años, en kṣatriyas y vaiśyas unos años más tarde. Para iluminarse con el conocimiento espiritual, el niño reside dentro del gurukula o el āśrama del maestro espiritual. La Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna estableció gurukulas similares en todo el mundo y está haciendo un gran llamado a los seres humanos civilizados para que se encarguen de la educación adecuada de sus hijos. Todo niño y niña debe aprender a tener autocontrol y alcanzar la iluminación mediante el estudio de las escrituras védicas autorizadas. De esta manera, a diferencia de los animales, insectos, peces y pájaros comunes, etc., un ser humano iluminado puede nacer dos veces y así volverse perfecto en el conocimiento que conduce a la liberación definitiva. En este verso la palabra ānupūrvyāt indica el sistema de saṁskāras, ritos purificatorios, que comienzan con el garbhādhāna-saṁskāra, la purificación del acto sexual. Por lo general, los śūdras y aquellos que no siguen el sistema védico no se sienten atraídos por esas ceremonias purificatorias; por lo tanto, permanecen ignorantes de la vida espiritual y envidiosos del maestro espiritual genuino. Aquellos cuyo carácter fue civilizado mediante un proceso de limpieza sistemático abandonan la tendencia a ser argumentativos y caprichosos, en cambio, se vuelven sumisos y deseosos de aprender en presencia de un maestro espiritual genuino.
|
|
| |