 | Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura comenta lo siguiente: «Aunque el Señor Kṛṣṇa en Su forma de Haṁsa-avatāra condena la inteligencia que ve dualidad y valores separados dentro del mundo material, los propios Vedas instituyen el sistema de varṇāśrama-dharma, mediante el cual toda la sociedad humana se divide en diferentes castas, ocupaciones y estados espirituales. Por lo tanto, ¿cómo puede el Señor recomendar que uno abandone su fe en este sistema védico? La respuesta se da en este verso de la siguiente manera. Las palabras anyeṣāṁ bhāvānām, ‘de otros estados de existencia’, se refieren a las innumerables divisiones de la falsa identificación con el cuerpo, la mente, la ocupación, etc. materiales. Esa identificación es ilusión, ciertamente las divisiones materiales del sistema varṇāśrama se basan en esa ilusión. Las Escrituras védicas prometen recompensas celestiales, tales como la residencia en los sistemas planetarios superiores y prescriben los medios para obtener esas recompensas. Sin embargo, tanto las recompensas como los medios para alcanzarlas son, en última instancia, una ilusión. Puesto que este mundo es la creación del Señor, no se puede negar que su existencia también sea real; sin embargo, la entidad viviente que considera que las creaciones de este mundo le pertenecen, sin duda está sumida en la ilusión. Se puede dar el ejemplo de que los cuernos son reales y los conejos son reales, pero si uno imagina los cuernos de un conejo, eso es sin duda una ilusión, aunque los cuernos de un conejo puedan aparecer en un sueño. De manera similar, la entidad viviente sueña con una relación permanente dentro del mundo material. Uno puede soñar que está deleitándose con un suntuoso arroz dulce preparado con leche y azúcar, pero no hay ningún valor nutricional real en el sueño de un suntuoso banquete.
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 | A este respecto Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura señala que así como uno olvida pronto la experiencia de un sueño después de despertar, de manera similar, un alma liberada en estado de Conciencia de Kṛṣṇa no ve nada substancial ni siquiera en las recompensas más excelsas que ofrecen los Vedas, tales como el ascenso a los planetas celestiales. Por lo tanto, el Señor Kṛṣṇa le aconsejó en el Bhagavad-gītā a Arjuna que permaneciera fijo en la autorrealización, sin desviarse por los rituales fruitivos realizados en nombre de la religión.
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