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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 10 - La naturaleza de la actividad fruitiva >> <<VERSO 31 >>
guṇāḥ sṛjanti karmāṇi guṇo ’nusṛjate guṇān jīvas tu guṇa-saṁyukto bhuṅkte karma-phalāny asau
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Los sentidos materiales crean actividades materiales, ya sean piadosas o pecaminosas y las modalidades de la naturaleza ponen en movimiento los sentidos materiales. La entidad viviente, plenamente ocupada por los sentidos materiales y las modalidades de la naturaleza, experimenta los diversos resultados del trabajo fruitivo.
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SIGNIFICADO
 | En los versos anteriores se explicó que la entidad viviente que se encuentra bajo el control de las actividades fruitivas es empujada hacia una condición de vida infernal. En este verso se describe la naturaleza exacta de la dependencia de la entidad viviente de las actividades fruitivas. Se puede observar que las actividades se llevan a cabo mediante los sentidos materiales y que la propia entidad viviente es meramente consciente de estas actividades. Puede que uno esté adorando a los semidioses, disfrutando del sexo o realizando actividades agrícolas o intelectuales, pero en todos los casos son los sentidos materiales los que realizan el trabajo.
|  | Se podría argumentar que el alma espiritual inicia las actividades de los sentidos, por lo tanto, es la hacedora suprema, pero ese falso egoísmo queda desmentido en este verso por la declaración guṇāḥ sṛjanti karmāṇi guṇo ’nusṛjate guṇān. Las tres modalidades de la naturaleza —bondad, pasión e ignorancia— estimulan las funciones de los sentidos materiales, la entidad viviente, al quedar bajo el control de una determinada modalidad de la naturaleza, simplemente experimenta los buenos y malos resultados de su trabajo. Esto no niega el concepto de libre albedrío, ya que la entidad viviente elige relacionarse con las distintas modalidades de la naturaleza. Mediante la comida, el habla, las actividades sexuales, la ocupación, etc., uno se relaciona con las diversas modalidades de la naturaleza y adquiere una mentalidad determinada. Pero en todos los casos son las propias modalidades de la naturaleza las que actúan, no la entidad viviente. En este verso la palabra asau indica que la entidad viviente se auto considera falsamente la ejecutora del trabajo que lleva a cabo la naturaleza. Tal como se afirma en el Bhagavad-gītā (3.27):
|  | prakṛteḥ kriyamāṇāni
guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ
ahaṅkāra-vimūḍhātmā
kartāham iti manyate
|  | «El alma espiritual, desconcertada bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, piensa que es la hacedora de actividades que en realidad lleva a cabo la naturaleza».
|  | El alma condicionada puede liberarse simplemente abandonando esta falsa concepción egoísta de la vida y emprendiendo el servicio devocional del Señor, mediante el cual la entidad viviente, la potencia marginal de la Suprema Personalidad de Dios, escapa a la influencia perturbadora de la potencia externa denominada māyā. En el servicio devocional del Señor, la entidad liberada llega a comprender su verdadera forma de eternidad, conocimiento y bienaventuranza.
|  | Es natural realizar actividades con el deseo de obtener un buen resultado. Sin embargo, los mejores resultados los puede obtener aquel que se ocupa en el servicio devocional del Señor con el deseo de ser reinstalado en su posición constitucional como sirviente amoroso del Señor. De esa manera, la tendencia a explotar las propias actividades para obtener un resultado determinado se puede purificar; entonces, las modalidades de la naturaleza y los sentidos materiales ya no harán que la entidad viviente se deje llevar por la ilusión. La entidad viviente es bienaventurada por naturaleza, cuando su ilusión cesa, todo sufrimiento llega a su fin. Entonces, el alma liberada es apta para residir en Vaikuṇṭha, el reino de Dios.
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