Śrīmad-Bhāgavatam
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sa yad ajayā tv ajām anuśayīta guṇāṁś ca juṣan
bhajati sarūpatāṁ tad anu mṛtyum apeta-bhagaḥ
tvam uta jahāsi tām ahir iva tvacam ātta-bhago
mahasi mahīyase ’ṣṭa-guṇite ’parimeya-bhagaḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

La naturaleza material ilusoria atrae a la diminuta entidad viviente para que la abrace, como resultado, asume formas compuestas de sus cualidades. Posteriormente, pierde todas sus cualidades espirituales y debe sufrir repetidas muertes. Sin embargo, Tú evitas la energía material de la misma manera que una serpiente abandona su piel vieja. Glorioso en Tu posesión de ocho perfecciones místicas, disfrutas de opulencias ilimitadas.

SIGNIFICADO

Aunque cualitativamente la jīva es espíritu puro, igual al Señor Supremo, es propensa a degradarse al abrazar la ignorancia de la ilusión material. Cuando queda fascinada por los atractivos de Māyā, acepta cuerpos y sentidos que están diseñados para permitirle entregarse al olvido. Estos cuerpos, producidos a partir de la materia prima de las tres modalidades de Māyā —bondad, pasión y nesciencia—, envuelven el alma espiritual en diversas infelicidades, que culminan en la muerte y el renacimiento.

El Alma Suprema y el alma individual comparten la misma naturaleza espiritual, pero la ignorancia no puede atrapar al Alma Suprema como Su infinitesimal compañera. El humo puede envolver el resplandor de una pequeña esfera de cobre fundido, cubriendo su luz con obscuridad, pero el vasto globo del Sol nunca sufrirá el mismo tipo de eclipse. Después de todo, Māyā es la fiel servidora de la Personalidad de Dios, la expansión externa de Su potencia interna, Yoga-māyā. Śrī Nārada Pañcarātra lo afirma así, en una conversación entre Śruti y Vidyā:

asyā āvarikā-śaktir
mahā-māyākhileśvarī
yayā mugdhaṁ jagat sarvaṁ
sarve dehābhimāninaḥ


«La potencia cubriente que proviene de ella es Mahā-māyā, la reguladora de todo lo material. El universo entero queda confundido por ella, por lo tanto, todo ser viviente se identifica falsamente con su cuerpo material».



Así como una serpiente se deshace de su piel vieja, sabiendo que no forma parte de su identidad esencial, así también el Señor Supremo siempre evita Su energía material externa. No hay insuficiencia ni límite para ninguna de Sus óctuples opulencias místicas, que consisten en aṇimā (el poder de volverse infinitesimal), mahimā (la capacidad de volverse infinitamente grande), etc. Por lo tanto, la sombra de la obscuridad material no tiene posibilidad de entrar en el dominio de Sus glorias incomparables y resplandecientes.

Para aquellos cuya realización de la vida espiritual sólo se está despertando gradualmente, los Upaniṣads a veces hablan en términos generales de ātmā o Brahman, sin distinguir abiertamente la diferencia entre las almas superiores e inferiores, Paramātmā y jīvātma. Pero con bastante frecuencia describen esta dualidad en términos inequívocos:

dvā suparṇā sayujā sakhāyā
samānaṁ vṛkṣaṁ pariṣasvajāte
tayor anyaḥ pippalaṁ svādv atty
anaśnann anyo ’bhicākaśīti


«Dos pájaros compañeros se sientan juntos al abrigo del mismo árbol pippala. Uno de ellos saborea las bayas del árbol, mientras que el otro se abstiene de comer, en cambio, vigila a su amigo».

(Śvetāśvatara Upaniṣad 4.6)

En esta analogía, los dos pájaros son el alma y la Superalma, el árbol es el cuerpo y el sabor de las bayas son las variedades del placer sensorial.

Śrīla Śrīdhara Svāmī ora:

nṛtyantī tava vīkṣaṇāṅgaṇa-gatā kāla-svabhāvādibhir
bhāvān sattva-rajas-tamo-guṇa-mayān unmīlayantī bahūn
mām ākramya padā śirasy ati-bharaṁ sammardayanty āturaṁ
māyā te śaraṇaṁ gato ’smi nṛ-hare tvām eva tāṁ vāraya


«La mirada que lanzas sobre Tu consorte abarca el tiempo, las propensiones materiales de las entidades vivientes, etc. Esta mirada danza sobre su rostro, despertando así a la multitud de entidades creadas, que nacen en las modalidades de la bondad, la pasión y la ignorancia. ¡Oh, Señor Nṛhari! Tu Māyā puso su pie sobre mi cabeza y está presionando con mucha fuerza, causándome gran angustia. Ahora vine a Ti en busca de refugio. Por favor, haz que desista».



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