Śrīmad-Bhāgavatam
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vijita-hṛṣīka-vāyubhir adānta-manas tura-gaṁ
ya iha yatanti yantum ati-lolam upāya-khidaḥ
vyasana-śatānvitāḥ samavahāya guroś caraṇaṁ
vaṇija ivāja santy akṛta-karṇa-dharā jaladhau

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

La mente es como un caballo impetuoso que ni siquiera las personas que regulan sus sentidos y su respiración pueden controlar. Aquellos que en este mundo tratan de domar la mente descontrolada, pero que abandonan los pies de su maestro espiritual, encuentran cientos de obstáculos en el cultivo de diversas prácticas penosas. ¡Oh, Señor innaciente! ellos son como mercaderes en un barco en el océano y que no pudieron contratar a un timonel.

SIGNIFICADO

Para adquirir la cualificación necesaria para alcanzar el amor por Dios, el fruto maduro de la liberación, primero hay que dominar la mente material rebelde. Aunque esto es difícil, se puede lograr cuando una persona reemplaza sus adicciones a la complacencia de los sentidos por el gusto por los placeres superiores de la vida espiritual. Sólo con el favor del representante de Dios, el maestro espiritual, se puede alcanzar ese gusto superior.

El maestro espiritual abre los ojos del discípulo a las maravillas del reino trascendental, tal como se indica en las oraciones del Gāyatrī mediante el mantra semilla del conocimiento divino, aiṁ.

El Muṇḍaka Upaniṣad (1.2.12) afirma:

tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet
samit-pāṇiḥ śrotriyaṁ brahma-niṣṭham


«Para comprender estas cosas apropiadamente, uno debe acercarse humildemente, con leña en la mano, a un maestro espiritual que sea erudito en los Vedas y esté firmemente dedicado a la Verdad Absoluta».



Y el Kaṭha Upaniṣad (2.9) declara:

naiṣā tarkeṇa matir āpaneyā
proktānyenaiva su-jñānāya preṣṭha


«Querido muchacho, esta comprensión no se puede adquirir por medio de la lógica, debe ser transmitida por un maestro espiritual excepcionalmente calificado a un discípulo erudito».



A menudo los no vaiṣṇavas pasan por alto la importancia de entregarse a un maestro espiritual que se encuentre en una línea autorizada de sucesión discipular. Confiando en cambio en sus propias habilidades, los orgullosos yogīs y jñānīs exhiben su aparente éxito para impresionar al mundo, pero su gloria es sólo temporal:

yuñjānānām abhaktānāṁ
prāṇāyāmādibhir manaḥ
akṣīṇa-vāsanaṁ rājan
dṛśyate punar utthitam


«Las mentes de los no devotos que se dedican a prácticas como el prāṇāyāma no están totalmente limpias de deseos materiales. Así pues, ¡oh, rey! se ve que los deseos materiales surgen de nuevo en sus mentes».

(Śrīmad-Bhāgavatam 10.51.60)

Por otra parte, un devoto humilde y constante del Señor Viṣṇu y de los vaiṣṇavas tiene asegurada una victoria fácil sobre la mente obstinada. No necesita preocuparse por ejecutar el sistema óctuple del yoga ni por tomar otras medidas similares para mantener la mente estable. Sarvaṁ caitad gurau bhaktyā puruṣo hy añjasā jayet: «Una persona puede alcanzar fácilmente todas estas metas simplemente por estar consagrada a su maestro espiritual». De lo contrario, un no devoto puede conquistar sus sentidos y su aire vital y aun así no lograr domar su mente, que seguirá corriendo desenfrenada como un caballo sin domar. Sufrirá una ansiedad interminable por la difícil ejecución de diversas prácticas espirituales y al final permanecerá tan perdido en el vasto océano material como siempre lo estuvo. La analogía que se da aquí es muy apropiada: un grupo de comerciantes que se embarcan apresuradamente en un viaje por mar con expectativas de grandes ganancias, pero que no logran contratar a un timonel competente para su barco, simplemente experimentarán grandes dificultades.

El Bhāgavatam declara la importancia del maestro espiritual genuino en muchos lugares, como en este verso del Undécimo Canto (20.17):

nṛ-deham ādyam su-labhaṁ su-durlabhaṁ
plavaṁ su-kalpaṁ guru-karṇa-dhāram
mayānukūlena nabhasvateritaṁ
pumān bhavābdhiṁ na taret sa ātma-hā


«El cuerpo humano, que puede otorgar todos los beneficios de la vida, se obtiene automáticamente por las leyes de la naturaleza, aunque es un logro muy poco común. Este cuerpo humano puede compararse con un barco perfectamente construido que tiene al maestro espiritual como capitán y las instrucciones de la Personalidad de Dios como vientos favorables que lo impulsan en su curso. Considerando todas estas ventajas, un ser humano que no utiliza su vida humana para cruzar el océano de la existencia material debe ser considerado el asesino de su propia alma».

Por lo tanto, el primer deber de quien toma en serio la vida humana es encontrar un maestro espiritual que pueda guiarlo en el proceso de la Conciencia de Kṛṣṇa.

Śrīla Śrīdhara Svāmī ora:

yadā parānanda-guro bhavat-pade
padaṁ mano me bhagaval labheta
tadā nirastākhila-sādhana-śramaḥ
śrayeya saukhyaṁ bhavataḥ kṛpātaḥ


«¡Oh trascendentalmente dichoso gurú! cuando finalmente mi mente alcance un lugar a tus pies de loto, todo el tedioso trabajo de mis prácticas espirituales habrá terminado y por tu misericordia experimentaré la mayor felicidad».



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