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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 10, La Verdad Suprema >> << 87 - Oraciones de los Vedas personificados >> <<VERSO 30 >>
aparimitā dhruvās tanu-bhṛto yadi sarva-gatās tarhi na śāsyateti niyamo dhruva netarathā ajani ca yan-mayaṁ tad avimucya niyantṛ bhavet samam anujānatāṁ yad amataṁ mata-duṣṭatayā
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Si las innumerables entidades vivientes fueran omnipresentes y poseyeran formas que nunca cambiaran, no podrías ser su gobernante absoluto, ¡oh, Tú, el inmutable! Pero como ellas son Tus expansiones localizadas y sus formas están sujetas al cambio, Tú sí las controlas. En verdad, aquello que proporciona los ingredientes para la generación de algo es necesariamente su controlador, porque un producto nunca existe separado de su causa ingrediente. Es simplemente una ilusión que alguien piense que conoce al Señor Supremo, quien está presente por igual en cada una de Sus expansiones, ya que todo conocimiento que uno obtenga por medios materiales ciertamente es imperfecto.
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SIGNIFICADO
 | Como el alma condicionada no puede entender directamente al Supremo, los Vedas suelen referirse a esa Verdad Suprema en términos impersonales como Brahman y oṁ tat sat. Si un erudito común presume de conocer el significado confidencial de estas referencias simbólicas, debe ser rechazado como un impostor. En las palabras del Śrī Kena Upaniṣad (2.1), yadi manyase su-vedeti dabhram evāpi nūnaṁ tvaṁ vettha brahmaṇo rūpaṁ, yad asya tvaṁ yad asya deveṣu: «Si crees que conoces bien a Brahman, entonces tu conocimiento es muy escaso. Si crees que puedes identificar la forma de Brahman entre los semidioses, en verdad sabes muy poco». También:
|  | yasyāmataṁ tasya mataṁ
mataṁ yasya na veda saḥ
avijñātaṁ vijānatāṁ
vijñātam avijānatām
|  | «Quien niegue tener una opinión propia sobre la Verdad Suprema tiene razón en su opinión, mientras que quien tiene su propia opinión sobre el Supremo, no lo conoce. Es un desconocido para quienes afirman conocerlo y sólo puede ser conocido por quienes no afirman conocerlo». (Kena Upaniṣad 2.3)
|  | El ācārya Śrīdhara Svāmī da la siguiente explicación de este verso: Muchos filósofos han estudiado los misterios de la vida desde diversas perspectivas y han formulado teorías muy diferentes. Por ejemplo Los māyāvādīs advaita proponen que sólo hay un ser vivo y un poder de ilusión (avidyā) que lo cubre, produciendo la apariencia de pluralidad. Pero esta hipótesis lleva a la absurda conclusión de que cuando un ser vivo se libera, todos obtienen la liberación. Si, por otro lado, hay muchas avidyās para cubrir al ser vivo, cada avidyā cubrirá sólo una parte de él y tendríamos que hablar de que se libera parcialmente en momentos particulares mientras que sus otras partes permanecen en cautiverio. Esto también es obviamente absurdo. Así pues, la pluralidad de seres vivos es una conclusión inevitable.
|  | Además, hay otros teóricos, a saber, los defensores del Nyāya y del Vaiśeṣika, que afirman que el alma jīva es infinita en tamaño. Si las almas fueran infinitesimales, sostienen estos eruditos, no impregnarían sus propios cuerpos, mientras que si fueran de tamaño mediano serían divisibles en partes, por lo tanto, no podrían ser eternas, al menos según los axiomas de la metafísica Nyāya-Vaiśeṣika. Pero si las numerosas almas jīva eternas son cada una infinitamente grande, ¿cómo podrían estar cubiertas por algún poder de esclavitud, ya sea perteneciente a avidyā o al Señor Supremo mismo? Según esta teoría, no puede haber ilusión para el alma, ninguna limitación de la cual liberarse. Las infinitas almas deben permanecer eternamente como son, sin cambio. Esto significaría que todas las almas serían iguales a Dios, ya que Él no tendría margen para controlar a estos rivales omnipresentes e inmutables.
|  | Los śruti-mantras védicos, que afirman inequívocamente el dominio del Señor sobre las almas individuales, no pueden ser refutados válidamente. Un verdadero filósofo debe aceptar las afirmaciones del śruti como autoridad confiable en todos los asuntos que tocan. Ciertamente, en numerosos lugares de las Escrituras védicas se contrasta la unidad perpetua e inmutable del Señor Supremo con las encarnaciones siempre cambiantes de los seres vivos atrapados en el ciclo del nacimiento y la muerte.
|  | Śrīla Śrīdhara Svāmī ora:
antar-yantā sarva-lokasya gītaḥ
śrutyā yuktyā caivam evāvaseyaḥ
yaḥ sarva-jñaḥ sarva-śaktir nṛṣiṁhaḥ
śrīmantaṁ taṁ cetasaivāvalambe
|  | «En mi corazón me refugio en Aquel que es glorificado como el controlador interno de todos los mundos, y a quien los Vedas determinan con verdad mediante el razonamiento lógico. Él es Nṛsiṁha, el omnisciente y omnipotente Señor de la diosa de la fortuna».
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