Śrīmad-Bhāgavatam
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tvam akaraṇaḥ sva-rāḍ akhila-kāraka-śakti-dharas
tava balim udvahanti samadanty ajayānimiṣāḥ
varṣa-bhujo ’khila-kṣiti-pater iva viśva-sṛjo
vidadhati yatra ye tv adhikṛtā bhavataś cakitāḥ

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Aunque no tienes sentidos materiales, eres el sustentador auto-efulgente de los poderes sensoriales de todos. Los semidioses y la propia naturaleza material Te ofrecen tributo, al mismo tiempo que disfrutan del tributo que les ofrecen sus adoradores, tal como los gobernantes subordinados de varios distritos de un reino ofrecen tributo a su señor, el propietario último de la tierra, al mismo tiempo que disfrutan del tributo que les pagan sus propios súbditos. De esta manera, los creadores universales ejecutan fielmente los servicios que les han sido asignados por temor a Ti.

SIGNIFICADO

Todos los seres vivos inteligentes deben reconocer la soberanía del Señor y dedicarse voluntariamente a prestarle servicio devocional. Tal es el consenso de los Vedas personificados. Pero el Señor Nārāyaṇa, al escuchar estas oraciones, puede que haya preguntado razonablemente: «Puesto que yo también tengo una forma corporal con órganos y extremidades de los sentidos, ¿no soy simplemente otro hacedor y disfrutador? Especialmente puesto que, como la Superalma que está en el corazón de cada ser, superviso incontables órganos y extremidades, ¿cómo no estoy implicado en la suma total de la complacencia de los sentidos de todos?» «No», responden los śrutis reunidos aquí, «Tú no tienes sentidos materiales, aun así eres el controlador absoluto de todo». Como se expresa en el Śvetāśvatara Upaniṣad (3.19):

apāṇi-pādo javano grahītā
paśyaty acakṣuḥ sa śṛṇoty akarṇaḥ
sa vetti vedyaṁ na ca tasya vettā
tam āhur agryaṁ puruṣaṁ purāṇam


«No tiene pies ni manos, pero es el corredor más veloz y puede agarrar cualquier cosa. Aunque no tiene ojos ni oídos, ve y oye. Nadie lo conoce, pero Él es el conocedor y el objeto del conocimiento. Los sabios lo describen como la suprema y original Personalidad de Dios».



Las manos, los pies, los ojos y los oídos de la Persona Suprema no son como los de un alma ordinaria y condicionada, que provienen del ego falso, una substancia material. Más bien, los rasgos trascendentalmente hermosos del Señor son manifestaciones directas de Su naturaleza interna. Así pues, a diferencia del alma y el cuerpo de los seres vivientes condicionados, el Señor y Su forma corporal son idénticos en todos los aspectos. Además, Sus manos de loto, Sus pies de loto, Sus ojos de loto y demás miembros no tienen funciones restringidas. Śrī Brahmā, la primera criatura del Señor, Lo glorifica por este motivo:

angāni yasya sakalendriya-vṛttimanti
paśyanti pānti kalayanti ciraṁ jaganti
ānanda-cinmaya-sad-ujjvala-vigrahasya
govindam ādi-puruṣam tam ahaṁ bhajāmi


«Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya forma trascendental está llena de bienaventuranza, verdad y substancialidad, por lo tanto, emana el esplendor más deslumbrante. Cada uno de los miembros de esa figura trascendental posee en sí mismo las funciones completas de todos los órganos, Él ve, mantiene y manifiesta eternamente los universos infinitos, tanto espirituales como materiales».

(Brahma-saṁhitā 5.32)

Śrīla Viśvanātha Cakravartī da una explicación alternativa de la frase akhila-śakti-dhara: El poder que el Señor Supremo mantiene dentro de Sí Mismo es akhila, libre de las limitaciones de todo lo que es khila, o inferior e insignificante. Él energiza los sentidos del ser viviente, como se describe en el Kena Upaniṣad (1.2): Śrotrasya śrotraṁ manaso mano yad vāco ha vācam. «Él es el oído del oído, la mente de la mente y la capacidad de habla de la voz». El Śvetāśvatara Upaniṣad (6.8) declara:

na tasya kāryaṁ karaṇaṁ ca vidyate
na tat-samaś cābhyadhikaś ca dṛśyate
parāsya śaktir vividhaiva śrūyate
svābhāvikī jñāna-bala-kriyā ca


«Él no tiene ningún trabajo material que realizar, ni sentidos materiales con los cuales hacerlo. No se puede encontrar a nadie que sea igual o superior a Él. De los Vedas escuchamos que ese Señor Supremo posee múltiples energías —las potencias del conocimiento, la fuerza y ​​la acción—, cada una de las cuales actúa de manera autónoma».



Indra y los demás semidioses que gobiernan a los seres mortales son en sí mismos sirvientes de la Personalidad de Dios, al igual que sus superiores, Brahmā y sus hijos, los creadores secundarios. Todos estos grandes dioses y sabios adoran al Señor Supremo mediante la ejecución de sus respectivos servicios de administración del universo y de provisión de guía religiosa para la humanidad.

Los poderosos controladores del universo se someten con temerosa reverencia al controlador supremo, el Señor Śrī Viṣṇu. Como afirma el Taittirīya Upaniṣad (2.8.1):

bhīṣāsmād vātaḥ pavate
bhīṣād eti sūryaḥ
bhīṣāsmād agniś cendraś ca
mṛtyur dhāvati pañcamaḥ


«Por temor a Él, sopla el viento. Por temor a Él, se mueve el Sol y Agni e Indra cumplen con sus deberes. Además la muerte, la quinta de ellas, corre por temor a Él».



Śrīla Śrīdhara Svāmī ora:

anindriyo ’pi yo devaḥ
sarva-kāraka-śakti-dhṛk
sarva-jñaḥ sarva-kartā ca
sarva-sevyaṁ namāmi tam


«El Señor Supremo no tiene sentidos materiales, pero controla las funciones sensoriales de todas las entidades vivientes. Él es el conocedor de todo, el ejecutor supremo de todas las acciones y el objeto apropiado del servicio devocional de todos. A Él le ofrezco mis reverencias».



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