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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 10, La Verdad Suprema >> << 87 - Oraciones de los Vedas personificados >> <<VERSO 25 >>
janim asataḥ sato mṛtim utātmani ye ca bhidāṁ vipaṇam ṛtaṁ smaranty upadiśanti ta ārupitaiḥ tri-guṇa-mayaḥ pumān iti bhidā yad abodha-kṛtā tvayi na tataḥ paratra sa bhaved avabodha-rase
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Las supuestas autoridades que declaran que la materia es el origen de la existencia; que las cualidades permanentes del alma pueden ser destruidas; que el ser está compuesto de aspectos separados de espíritu y materia; o que las transacciones materiales constituyen la realidad, todas esas autoridades basan sus enseñanzas en ideas erróneas que ocultan la verdad. La concepción dualista de que la entidad viviente es producto de las tres modalidades de la naturaleza es simplemente un producto de la ignorancia. Semejante concepción no tiene base real en Ti, pues Tú eres trascendental a toda ilusión y siempre disfrutas de una conciencia perfecta y total.
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SIGNIFICADO
 | La verdadera posición de la Suprema Personalidad es un misterio sublime, como lo es también la posición dependiente del alma jīva. La mayoría de los pensadores se equivocan de una manera u otra acerca de estas verdades, ya que hay incontables variedades de designaciones falsas que pueden encubrir el alma y crear ilusión. Las almas necias y condicionadas se someten a engaños obvios, pero el poder ilusorio de Māyā puede subvertir fácilmente la inteligencia incluso de los filósofos y místicos más sofisticados. Por eso siempre hay escuelas de pensamiento divergentes que proponen teorías contradictorias acerca de los principios básicos de la verdad.
|  | En la filosofía tradicional india, los seguidores de las filosofías vaiśeṣika, nyāya, sāṅkhya, yoga y mīmāṁsā tienen sus propias ideas erróneas, que los Vedas personificados señalan en esta oración. Los vaiśeṣikas dicen que el universo visible se crea a partir de un conjunto original de átomos (janim asataḥ). Como afirman los Vaiśeṣika-sūtras de Kaṇāda Ṛṣi (7.1.20), nityaṁ parimaṇḍalam: «Lo que es del tamaño más pequeño, el átomo, es eterno». Kaṇāda y sus seguidores también postulan la eternidad de otras entidades no atómicas, incluidas las almas que se encarnan e incluso un Alma Suprema. Pero en la cosmología vaiśeṣika, las almas y la Superalma sólo desempeñan papeles simbólicos en la producción atómica del universo. Śrīla Kṛṣṇa-dvaipāyana Vedavyāsa critica esta posición en sus Vedānta-sūtras (2.2.12): ubhayathāpi na karmātas tad-abhāvaḥ. Según este sūtra, no se puede afirmar que, en el momento de la creación, los átomos se combinan primero porque son impulsados por algún impulso kármico adherido a los átomos mismos, ya que los átomos por sí mismos, en su estado primigenio antes de combinarse en objetos complejos, no tienen ninguna responsabilidad ética que pudiera llevarlos a adquirir reacciones piadosas y pecaminosas. Tampoco puede explicarse la combinación inicial de átomos como resultado del karma residual de las entidades vivientes que yacen latentes antes de la creación, ya que estas reacciones son propias de cada jīva y no pueden transferirse desde ellas ni siquiera a otras jīvas, ni mucho menos a átomos inertes.
|  | Alternativamente, la frase janim asataḥ puede tomarse como una alusión a la filosofía yóguica de Patañjali Ṛṣi, puesto que sus Yoga-sūtras enseñan cómo alcanzar el estado trascendental de la Brahmanidad mediante un proceso mecánico de ejercicio y meditación. El método yóguico de Patañjali se llama aquí asat porque ignora el aspecto esencial de la devoción: la entrega a la voluntad de la Persona Suprema. Como afirma el Señor Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (17.28):
|  | aśraddhayā hutaṁ dattaṁ
tapas taptaṁ kṛtaṁ ca yat
asad ity ucyate pārtha
na ca tat pretya no iha
|  | «¡Oh, hijo de Pṛthā! todo lo que se hace como sacrificio, caridad o penitencia sin fe en el Supremo es impermanente. Se denomina asat y es inútil tanto en esta vida como en la próxima».
|  | Los Yoga-sūtras reconocen a la Personalidad de Dios de una manera indirecta, pero sólo como un ayudante al que puede recurrir el yogī que avanza. Īśvara-praṇidhānād vā: «La meditación devocional en Dios es otro medio más para alcanzar la concentración». (Yoga-sūtra 1.23). En cambio, la filosofía del Vedānta de Bādarāyaṇa Vedavyāsa hace hincapié en el servicio devocional no sólo como el principal medio para la liberación, sino también como idéntico a la liberación misma. Ā-prāyaṇāt tatrāpi hi dṛṣṭam: «La adoración del Señor continúa hasta el punto de la liberación, de hecho continúa también en el estado liberado, tal como lo revelan los Vedas». (Vedānta-sūtra 4.1.12)
|  | Gautama Ṛṣi, en sus Nyāya-sutras, propone que se puede alcanzar la liberación negando tanto la ilusión como la infelicidad: duḥkha-janma-pravṛtti-doṣa-mithyā-jñānānām uttarottarāpāye tad-anantarābhāvād apavargaḥ. «Al disipar sucesivamente las falsas concepciones, el mal carácter, la acción enredada, el renacimiento y la miseria —la desaparición de una de ellas permite la desaparición de la siguiente— se puede alcanzar la liberación final» (Nyāya-sutra 1.1.2). Pero como los filósofos Nyāya creen que la conciencia no es una cualidad esencial del alma, enseñan que un alma liberada no tiene conciencia. La idea Nyāya de la liberación pone así al alma en la condición de una piedra muerta. Este intento de los filósofos Nyāya de matar la conciencia innata del alma es llamado aquí sato mṛtim por los Vedas personificados. Pero el Vedānta-sūtra (2.3.17) afirma inequívocamente: jño ’ta eva: «El alma jīva es siempre una conocedora».
|  | Aunque en verdad el alma es consciente y activa, los defensores de la filosofía Sāṅkhya separan erróneamente estas dos funciones de la fuerza vital (ātmani ye ca bhidām), atribuyendo la conciencia al alma (puruṣa) y la actividad a la naturaleza material (prakṛti). Según el Sāṅkhya-kārikā (19-20):
|  | tasmāc ca viparyāsāt
siddhaṁ sākṣitvaṁ puruṣasya
kaivalyaṁ madhya-sthyaṁ
draṣṭṛtvam akartṛ-bhāvaś ca
|  | «Así, puesto que las diferencias aparentes entre los puruṣas son sólo superficiales (debiéndose a las diversas modalidades de la naturaleza que los cubren), se demuestra que el verdadero estatus del puruṣa es el de un testigo, caracterizado por su separación, su indiferencia pasiva, su condición de observador y su inactividad».
|  | tasmāt tat-saṁyogād
acetanaṁ cetanā-vad iva liṅgam
guṇa-kartṛtve ’pi tathā
karteva bhavaty udāsīnaḥ
|  | «Así, por el contacto con el alma, el cuerpo sutil inconsciente aparenta ser consciente, mientras que el alma aparenta ser la hacedora aunque está alejada de la actividad de los modos de la naturaleza».
|  | Śrīla Vyāsadeva refuta esta idea en la sección del Vedānta-sūtra (2.3.31-39) que comienza con kartā śāstrārtha-vattvāt: «El alma jīva debe ser una ejecutora de acciones, porque los mandatos de las Escrituras deben tener algún propósito”. El ācārya Baladeva Vidyābhūṣaṇa, en su Govinda-bhāṣya, explica: «La jīva, no las modalidades de la naturaleza, es la hacedora. ¿Por qué? Porque los mandatos de las Escrituras deben tener algún propósito (śāstrārtha-vattvāt). Por ejemplo, preceptos de las Escrituras como svarga-kāmo yajeta (‘Quien desee alcanzar el cielo debe realizar sacrificios rituales’) y ātmānam eva lokam upāsīta (Bṛhad-āraṇyaka Upaniṣad 1.4.15: ‘Se debe adorar con el objetivo de alcanzar el reino espiritual’) sólo tienen sentido si existe un hacedor consciente. Si las modalidades de la naturaleza fueran el hacedor, estas afirmaciones no servirían de nada. Después de todo, los preceptos de las Escrituras hacen que la entidad viviente realice acciones prescritas al convencerla de que puede actuar para producir ciertos resultados placenteros. Esa mentalidad no puede despertarse en las modalidades inertes de la naturaleza».
|  | Jaimini Ṛṣi, en sus Pūrva-mīmāṁsā-sūtras, presenta el trabajo material y sus resultados como la totalidad de la realidad (vipaṇam ṛtam). Él y los defensores posteriores de la filosofía Karma-mīmāṁsā enseñan que la existencia material es infinita, que no hay liberación. Para ellos, el ciclo del karma es perpetuo, y lo mejor a lo que uno puede aspirar es a un nacimiento superior entre los semidioses. Por lo tanto, dicen que todo el propósito de los Vedas es ocupar a los seres humanos en rituales para crear buen karma, en consecuencia, la responsabilidad primordial del alma madura es determinar el significado exacto de los mandatos sacrificiales de los Vedas y ejecutarlos. Codanā-lakṣaṇo ’rtho dharmaḥ: «El deber es lo que indican los mandatos de los Vedas». (Pūrva-mīmāṁsā-sūtra 1.1.2)
|  | Sin embargo, el Vedānta-sūtra —especialmente en el Capítulo Cuarto, que trata del objetivo último de la vida— describe detalladamente el potencial del alma para alcanzar la liberación del nacimiento y la muerte, mientras que subordina el sacrificio ritual solo al papel de ayudarlo a uno a estar capacitado para recibir el conocimiento espiritual. Como se afirma allí (Vedānta-sūtra 4.1.16), agnihotrādi tu tat-kāryāyaiva tad-darśanāt: «El Agnihotra y otros sacrificios védicos tienen como único fin producir conocimiento, como lo muestran las declaraciones de los Vedas». Asimismo las últimas palabras del Vedānta-sūtra (4.4.22) proclaman, anāvṛttiḥ śabdāt: «El alma liberada nunca regresa a este mundo, tal como lo promete la escritura revelada».
|  | Así pues, las conclusiones falaces de los filósofos especulativos prueban que incluso los grandes eruditos y sabios suelen quedar desconcertados por el mal uso de la inteligencia que les fue otorgada por Dios. Así como lo dice el Kaṭha Upaniṣad (1.2.5):
|  | avidyāyām antare vartamānāḥ
svayaṁ dhīrāḥ paṇḍitam-manyamānāḥ
jaṅghanyamānāḥ pariyanti mūḍhā
andhenaiva nīyamānā yathāndhāḥ
|  | «Atrapados en las garras de la ignorancia, los autoproclamados expertos se consideran autoridades cultas. Vagan por el mundo engañados, como ciegos que guían a ciegos».
|  | De las seis filosofías ortodoxas de la tradición védica —Sāṅkhya, Yoga, Nyāya, Vaiśeṣika, Mīmāṁsā y Vedānta— sólo la Vedānta de Bādarāyaṇa Vyāsa está libre de errores y sólo en la forma en que la explican correctamente los auténticos ācāryas vaiṣṇavas. No obstante, cada una de las seis escuelas hace alguna contribución práctica a la educación védica: el Sāṅkhya ateo explica la evolución de los elementos naturales de lo sutil a lo denso, el yoga de Patañjali describe el método óctuple de meditación, el Nyāya expone las técnicas de la lógica, el Vaiśeṣika considera las categorías metafísicas básicas de la realidad y el Mīmāṁsā establece las herramientas estándar de interpretación de las escrituras. Además de estas seis, también existen las filosofías más desviadas de los budistas, jainistas y cārvākas, cuyas teorías del nihilismo y el materialismo niegan la integridad espiritual del alma eterna.
|  | En definitiva, la única fuente de conocimiento perfectamente fiable es Dios mismo. La Personalidad de Dios es avabodha-rasa, el reservorio infinito de visión infalible. A quienes dependen de Él con absoluta convicción, Él les concede el ojo divino del conocimiento. Otros, siguiendo sus propias teorías especulativas, deben buscar la verdad a tientas a través de la cortina obscurecedora de Māyā. Śrīla Śrīdhara Svāmī ora:
|  | mithyā-tarka-śukarkaśerita-mahā-vādāndhakārāntara-
bhrāmyan-manda-mater amanda-mahimaṁs tvad-jñāna-vartmāsphuṭam
śrīman mādhava vāmana tri-nayana śrī-śaṅkara śrī-pate
govindeti mudā vadan madhu-pate muktaḥ kadā syām aham
|  | «Para el alma confundida que vaga en la obscuridad de esas filosofías exaltadas promovidas por los duros métodos de la lógica falsa, el camino del verdadero conocimiento de Ti, ¡oh Señor de la magnífica gloria! permanece invisible. ¡Oh Señor de Madhu! esposo de la diosa de la fortuna, ¿cuándo me liberaré cantando alegremente Tus nombres: Mādhava, Vāmana, Trinayana, Śrī Śaṅkara, Śrīpati y Govinda?»
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