 | Al ver a Gargamuni de visita en su casa, Nanda Mahārāja se sintió tan complacido que se levantó para recibirle con las manos juntas. Aunque veía a Gargamuni con los ojos, Nanda Mahārāja se daba cuenta de que Gargamuni era adhokṣaja, es decir, no era una persona corriente de las que se ven con los sentidos materiales.
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