La Diosa Rukmiṇī nunca antes había escuchado tales desagradables palabras de su amado, el Señor de los gobernantes universales y se asustó. Un temblor surgió en su corazón y con terrible ansiedad comenzó a llorar.
SIGNIFICADO
Este verso no tiene significado por parte de Su Santidad Hṛdayānanda dās Gosvāmi, discípulo iniciado de Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svāmī Prabhupāda.