Śrīmad-Bhāgavatam
Canto 10 - La Verdad Suprema

<< 58 - Kṛṣṇa se casa con cinco princesas >>
    Indice        Transliteración        Devanagari        Descripción    
10.58.1Śukadeva Gosvāmī dijo: En una ocasión, la supremamente opulenta Personalidad de Dios fue a Indraprastha para visitar a los Pāṇḍavas, quienes aparecieron nuevamente en público. Acompañando al Señor estaba Yuyudhāna y otros asociados.
10.58.2Cuando los Pandavas vieron que el Señor Mukunda llegó, los heroicos hijos de Pṛthā se levantaron todos a la vez, como los sentidos respondiendo al retorno del aire vital.
10.58.3Los héroes abrazaron al Señor Acyuta, el toque de su cuerpo los liberó del pecado. Mirando su cariñoso y sonriente rostro, estaban abrumados de alegría.
10.58.4Después de postrarse a los pies de Yudhiṣṭhira, Bhīma y abrazar firmemente a Arjuna, el Señor aceptó reverencias de los hermanos gemelos, Nakula y Sahadeva.
10.58.5La impecable Draupadī, la recién casada esposa de los Pāṇḍavas, lenta y algo tímidamente se acercó al Señor Kṛṣṇa, quien estaba sentado en un asiento elevado y le ofreció sus reverencias.
10.58.6Sātyaki también aceptó un asiento de honor después de recibir adoración y la bienvenida de los Pāṇḍavas, los demás compañeros del Señor, debidamente honrados, se sentaron en diferentes lugares.
10.58.7Después, el Señor fue a ver a Su tía, la reina Kuntī. Él se postró ante ella y ella lo abrazó con los ojos húmedos por gran afecto. El Señor Kṛṣṇa les preguntó a ella y a su nuera, Draupadī, acerca de su bienestar y ellas a su vez, Le interrogaron extensamente acerca de Sus parientes [en Dvārakā].
10.58.8Tan abrumada por el amor que se le hizo un nudo en la garganta y se le llenaron los ojos de lágrimas, la reina Kuntī recordó los muchos problemas que ella y sus hijos soportaron. Así se dirigió al Señor Kṛṣṇa, quien aparece ante Sus devotos para ahuyentar sus angustias.
10.58.9[La reina Kuntī dijo:] Mi querido Kṛṣṇa, nuestro bienestar estuvo asegurado sólo cuando Tú te acordaste de nosotros, Tus parientes y nos diste Tu protección enviando a mi hermano a visitarnos.
10.58.10Para Ti, el amigo bienqueriente y el Alma Suprema del universo, nunca existe ninguna ilusión entre el «nosotros» y «ellos». Sin embargo, aun así y residiendo en el corazón de todos, Tú erradicas el sufrimiento de aquellos que constantemente te recuerdan.
10.58.11El rey Yudhiṣṭhira dijo: ¡Oh controlador supremo!, no sé qué actos piadosos hemos hecho nosotros, los tontos, para poder verte, a quien los maestros de la perfección yóguica rara vez ven.
10.58.12Al ser solicitado por el Rey para quedarse con ellos, el Señor todopoderoso permaneció felizmente en Indraprastha durante los meses de la temporada de lluvias, brindando alegría a los ojos de los residentes de la ciudad.
10.58.13-14En una ocasión, Arjuna, el matador de poderosos enemigos, se puso su armadura, montó en su carro enarbolando la bandera de Hanumān, tomó su arco con sus dos aljabas inagotables y fue a divertirse con el Señor Kṛṣṇa en un gran bosque lleno de feroces animales.
10.58.15Con sus flechas, Arjuna le disparó a tigres, jabalíes y búfalos en ese bosque, junto con rurus, śarabhas, gavayas, rinocerontes, ciervos negros, conejos y puercoespines.
10.58.16Un grupo de sirvientes llevó al rey Yudhiṣṭhira los animales matados aptos para ser ofrecidos en sacrificio en alguna ocasión especial. Luego, sintiendo sed y cansancio, Arjuna fue a la orilla del Yamunā.
10.58.17Después de que los dos Kṛṣṇas se bañaron allí, bebieron el agua clara del río. Entonces los grandes guerreros vieron a una joven atractiva caminando cerca.
10.58.18Enviado por su amigo, Arjuna se acercó a la excepcional joven, que poseía hermosas caderas, finos dientes y un hermoso rostro, preguntándole lo siguiente.
10.58.19[Arjuna dijo:] ¿Quién eres tú, oh dama de fina cintura? ¿De quién eres hija y de dónde vienes? ¿Qué estás haciendo aquí? Creo que debes estar buscando un marido. Por favor, explica todo, ¡oh hermosa!
10.58.20Śrī Kālindī dijo: Soy la hija del dios del Sol. Deseo tener como esposo al más excelente y magnánimo Señor Viṣṇu, con ese fin estoy realizando severas penitencias.
10.58.21No aceptaré otro marido más que a Él, la morada de la diosa de la fortuna. Que Mukunda, la Personalidad Suprema, el refugio de los indefensos, esté complacido conmigo.
10.58.22Me conocen como Kālindī y vivo en una mansión que mi padre me construyó dentro del agua del Yamunā. Allí me quedaré hasta que conozca al Señor Acyuta.
10.58.23[Śukadeva Gosvāmī continuó:] Arjuna le repitió todo esto al Señor Vāsudeva, quien ya era conciente de esto. Posteriormente, el Señor llevó a Kālindī a Su carro y regresó a ver al rey Yudhiṣṭhira.
10.58.24[Al describir un incidente anterior, Śukadeva Gosvāmī dijo:] A pedido de los Pāṇḍavas, el Señor Kṛṣṇa hizo que Viśvakarmā les construyera una ciudad de lo más maravillosa y asombrosa.
10.58.25El Señor Supremo se quedó en esa ciudad por algún tiempo para complacer a sus devotos. En una ocasión, Śrī Kṛṣṇa quiso darle el bosque Khāṇḍava como un regalo a Agni, entonces el Señor se convirtió en el auriga de Arjuna.
10.58.26Al estar complacido, ¡oh rey! El señor Agni le presentó a Arjuna un arco, un conjunto de caballos blancos, un carro, un par de aljabas inagotables y una armadura que ningún luchador podía perforar con armas.
10.58.27Cuando el demonio Maya fue salvado del fuego por su amigo Arjuna, Maya le presentó una sala de asamblea, en la que Duryodhana después confundiría agua con un piso sólido.
10.58.28El Señor Kṛṣṇa, con la autorización de Arjuna y otros bienquerientes parientes y amigos, regresó a Dvārakā con Sātyaki y el resto de Su séquito.
10.58.29El supremamente auspicioso Señor se casó con Kālindī en un día en que la estación, el asterismo lunar y las configuraciones del Sol y otros cuerpos celestes eran propicias. De esta manera Él trajo el mayor placer a Sus devotos.
10.58.30Vindya y Anuvindya, que compartieron el trono de Avantī, eran seguidores de Duryodhana. Cuando llegó el momento de que su hermana [Mitravindā] seleccionara a su esposo en la ceremonia de Svayaṁvara, le prohibieron elegir a Kṛṣṇa, aunque ella se sintió atraída por él.
10.58.31Mi querido rey, el Señor Kṛṣṇa se llevó a la fuerza a la princesa Mitravindā, la hija de su tía Rājādhidevī, ante los ojos de los reyes rivales.
10.58.32¡Oh rey! Nagnajit, el muy piadoso rey de Kośala, tuvo una hija encantadora llamada Satyā o Nāgnajitī.
10.58.33A los reyes que llegaron como pretendientes no se les permitiría casarse con ella a menos que pudieran someter a siete toros de cuernos afilados. Estos toros eran extremadamente maliciosos, incontrolables y no podían tolerar ni siquiera el olor de los guerreros.
10.58.34Cuando la Suprema Personalidad de Dios, el Maestro de los Vaiṣṇavas, se enteró de que la princesa sería otorgada al conquistador de los toros, fue a la capital de Kauśalya con un gran ejército.
10.58.35El rey de Kośala, complacido de ver al Señor Kṛṣṇa, lo adoró levantandose de su trono y ofreciéndole un asiento de honor y obsequios substanciales. El Señor Kṛṣṇa también saludó al rey respetuosamente.
10.58.36Cuando la hija del rey vio que llegó este pretendiente más agradable, inmediatamente deseó tenerlo, el Señor de la Diosa Rāma. Ella rezó: «Que se convierta en mi esposo. Si he mantenido mis votos, que el fuego sagrado traiga el cumplimiento de mis esperanzas».
10.58.37«La diosa Lakṣmī, el Señor Brahma, el Señor Śiva y los gobernantes de los diversos planetas colocan el polvo de sus pies de loto en sus cabezas. Para proteger los códigos de religión que Él mismo creó, en varias ocasiones asume encarnaciones de pasatiempos. ¿Cómo puede estar complacida conmigo esta Suprema Personalidad de Dios?»
10.58.38El rey Nagnajit primero adoró al Señor correctamente, luego se dirigió a él: «¡Oh nārāyaṇa! señor del universo, estás lleno en tu propio placer espiritual. Por lo tanto, ¿qué puede hacer esta persona insignificante por usted?»
10.58.39Śukadeva Gosvāmī dijo: Oh, querido descendiente de Kuru, el Señor Supremo estaba complacido, después de aceptar un asiento cómodo, sonrió y se dirigió al rey con una voz tan profunda como el retumbar de una nube.
10.58.40El Señor Supremo dijo: ¡Oh gobernante de hombres! las autoridades eruditas condenan la mendicidad de una persona en la orden real que esté ejecutando sus deberes religiosos. Aun así, deseando tu amistad, te pido a tu hija, aunque no ofrecemos regalos a cambio.
10.58.41El rey dijo: Mi Señor, ¿quién podría ser un mejor esposo para mi hija que tú, la morada exclusiva de todas las cualidades trascendentales? En tu cuerpo reside la diosa de la fortuna, sin dejarte nunca por ningún motivo.
10.58.42Pero para determinar el marido apropiado para mi hija, ¡oh Jefe de los Sātvatas! establecimos previamente una condición para probar la destreza de sus pretendientes.
10.58.43Estos siete toros salvajes son imposibles de domesticar, ¡oh héroe! Han derrotado a muchos príncipes, rompiendo sus extremidades.
10.58.44Si puedes someterlos, ¡oh descendiente de Yadu! sin duda serás el novio apropiado para mi hija, ¡oh señor de Śrī!
10.58.45Al escuchar estos términos, el Señor apretó su ropa, se expandió en siete formas y sometió fácilmente a los toros.
10.58.46El Señor Śauri ató a los toros, cuyo orgullo y fuerza estaban ahora destrozados y los jaló con cuerdas tal como un niño tira juguetonamente de toros de juguete de madera.
10.58.47Entonces el rey Nagnajit, complacido y asombrado, presentó a su hija al Señor Kṛṣṇa. La Suprema Personalidad de Dios aceptó a esta apropiada novia del modo védico adecuado.
10.58.48Las esposas del rey sintieron el mayor éxtasis al alcanzar al Señor Kṛṣṇa como el querido esposo de la princesa real y surgió un ambiente de gran festividad.
10.58.49Resonaron caracolas, cuernos y tambores, junto con música vocal e instrumental, cánticos de brāhmaṇas, invocando bendiciones. Los alegres hombres y mujeres se adornaron con finas ropas y guirnaldas.
10.58.50-51Como dote, el poderoso rey Nagnajit dio diez mil vacas, tres mil jóvenes sirvientas con adornos de oro en el cuello y ataviadas con finas ropas, nueve mil elefantes, cien veces más carros que elefantes, cien veces más caballos que carros y cien veces más criados que caballos.
10.58.52El rey de Kośala, con el corazón derretido de afecto, hizo sentar a los novios en su carro y los envió a su destino rodeados por un gran ejército.
10.58.53Cuando los intolerantes reyes que fueron pretendientes rivales se enteraron de lo sucedido, trataron de detener al Señor Kṛṣṇa en el camino mientras llevaba a Su novia a casa. Pero así como los toros quebrantaron la fuerza de los reyes anteriormente, ahora la quebraron los guerreros Yadus.
10.58.54Arjuna, el portador del arco Gāṇḍīva, siempre estaba deseoso de complacer a su amigo Kṛṣṇa, de este modo hizo retroceder a aquellos oponentes que disparaban torrentes de flechas contra el Señor. Lo hizo del mismo modo que el león ahuyenta a los animales insignificantes.
10.58.55El Señor Devakī-suta, el jefe de los Yadus, llevó Su dote y Satyā a Dvārakā y continuó viviendo allí felizmente.
10.58.56Bhadrā era una princesa del reino Kaikeya e hija de Śrutakīrti, la tía paterna del Señor Kṛṣṇa. El Señor se casó con Bhadrā cuando sus hermanos, encabezados por Santardana, se la ofrecieron.
10.58.57Entonces el Señor se casó con Lakṣmaṇā, la hija del rey de Madra. Kṛṣṇa apareció solo en su ceremonia svayaṁvara y se la llevó, tal como Garuḍa alguna vez robó el néctar de los semidioses.
10.58.58El Señor Kṛṣṇa también adquirió miles de esposas iguales a éstas cuando mató a Bhaumāsura y liberó a las hermosas doncellas que el demonio tenía cautivas.
Dona al Bhaktivedanta Library