Śrīmad-Bhāgavatam
Canto 10 - La Verdad Suprema

<< 52 - El mensaje de Rukmiṇī al Señor Kṛṣṇa >>
    Indice        Transliteración        Devanagari        Descripción    
10.52.1Śukadeva Gosvāmī dijo: Mi querido rey, con la gracia del Señor Kṛṣṇa, Mucukunda Lo circunvaló y se postró ante Él. Entonces Mucukunda, el amado descendiente de Ikṣvāku, salió por la boca de la cueva.
10.52.2Viendo que el tamaño de todos los seres humanos, animales, árboles y plantas se había reducido gravemente y al darse cuenta de que la Era de Kali estaba cerca, Mucukunda partió hacia el norte.
10.52.3El sobrio rey, más allá de toda asociación material y libre de dudas, estaba convencido del valor de la austeridad. Absorbiendo su mente en el Señor Kṛṣṇa, llegó a la montaña Gandhamādana.
10.52.4Así llegó a Badarikāśrama, la morada del Señor Nara-Nārāyaṇa, donde, siendo tolerante con todas las dualidades, adoró pacíficamente al Señor Supremo Hari realizando rigurosas austeridades.
10.52.5El Señor regresó a Mathurā, que todavía estaba rodeada de yavanas. Entonces destruyó el ejército de bárbaros y comenzó a llevar sus objetos de valor a Dvārakā.
10.52.6Mientras los bueyes y los hombres transportaban la riqueza bajo la dirección del Señor Kṛṣṇa, Jarāsandha apareció al frente de veintitrés ejércitos.
10.52.7¡Oh Rey! al ver las feroces oleadas del ejército enemigo, los dos Mādhavas, imitando el comportamiento humano, huyeron rápidamente.
10.52.8Abandonando las abundantes riquezas, sin miedo pero fingiendo miedo, caminaron muchos yojanas sobre Sus pies de loto.
10.52.9Cuando Los vio huir, el poderoso Jarāsandha se rió a carcajadas, entonces Los persiguió con aurigas y soldados de a pie. No podía entender la exaltada posición de los dos Señores.
10.52.10Aparentemente exhaustos después de huir una larga distancia, los dos Señores escalaron una elevada montaña llamada Pravarṣaṇa, sobre la cual el Señor Indra vierte una lluvia incesante.
10.52.11Aunque sabía que estaban escondidos en la montaña, Jarāsandha no pudo encontrar rastro de Ellos. Por eso, ¡oh Rey! colocó leña por todos lados y le prendió fuego a la montaña.
10.52.12Entonces, repentinamente los dos saltaron desde la montaña en llamas, que tenía once yojanas de altura y cayeron al suelo.
10.52.13Sin ser vistos por Su oponente ni por sus seguidores, ¡oh Rey! estos dos muy exaltados Yadus regresaron a Su ciudad de Dvārakā, que tenía al océano como su foso protector.
10.52.14Jarasandha, además pensó erróneamente que Balarama y Keśava murieron quemados en el fuego. Así que retiró su vasta fuerza militar y regresó al reino de Magadha.
10.52.15Tal como lo ordenó el Señor Brahmā, Raivata, el opulento gobernante de Ānarta, le dio al Señor Balarāma su hija Raivatī en matrimonio. Esto ya fue narrado.
10.52.16-17¡Oh, héroe entre los Kurus!, el propio Señor Supremo, Govinda, se casó con la hija de Bhīṣmaka, Vaidarbhī, que era una expansión directa de la diosa de la fortuna. El Señor hizo esto por el deseo de ella, en el proceso derrotó a Śālva y a otros reyes que se pusieron del lado de Śiśupāla. De hecho, mientras todos observaban, Śrī Kṛṣṇa tomó a Rukmiṇī justo cuando Garuḍa robaba audazmente el néctar de los semidioses.
10.52.18El rey Parīkṣit dijo: El Señor Supremo se casó con Rukmiṇī, la hija de hermoso rostro de Bhīṣmaka, al estilo Rākṣasa, o eso escuché.
10.52.19Mi señor, deseo escuchar cómo el inmensurablemente poderoso Señor Kṛṣṇa se llevó a Su esposa mientras derrotaba a reyes como Māgadha y Sālva.
10.52.20¿Qué oyente experimentado, ¡oh brāhmaṇa! podría alguna vez saciarse mientras escucha los temas piadosos, encantadores y siempre frescos del Señor Kṛṣṇa, que limpian la contaminación del mundo?
10.52.21Śrī Bādarāyaṇi dijo: Hubo un rey llamado Bhīṣmaka, el poderoso gobernante de Vidarbha. Tuvo cinco hijos y una hija de hermoso rostro.
10.52.22Rukmī fue el primogénito, seguido por Rukmaratha, Rukmabāhu, Rukmakeśa y Rukmamālī. Su hermana era la exaltada Rukmiṇī.
10.52.23Al enterarse de la belleza, las proezas, el carácter trascendental y la opulencia de Mukunda por parte de los visitantes del palacio que cantaban Sus alabanzas, Rukmiṇī decidió que Él sería el marido perfecto para ella.
10.52.24El Señor Kṛṣṇa sabía que Rukmiṇī poseía inteligencia, marcas corporales auspiciosas, magnanimidad, belleza, comportamiento apropiado y todas las demás buenas cualidades. Concluyendo que ella sería una esposa ideal para Él, decidió casarse con ella.
10.52.25¡Oh, rey!, como Rukmī envidiaba al Señor, prohibió a los miembros de su familia entregar su hermana a Kṛṣṇa, aunque ellos querían hacerlo. En cambio, Rukmī decidió entregar Rukmiṇī a Śiśupāla.
10.52.26Vaidarbhī, la de ojos obscuros, estaba consciente de este plan y eso la molestó profundamente. Al analizar la situación, rápidamente envió a un brāhmaṇa digno de confianza a Kṛṣṇa.
10.52.27Al llegar a Dvārakā, los porteros llevaron al brāhmaṇa al interior y vio a la primigénea Personalidad de Dios sentado en un trono dorado.
10.52.28Al ver al brāhmaṇa, Śrī Kṛṣṇa, el Señor de los brāhmaṇas, descendió de Su trono y lo sentó. Entonces el Señor lo adoró tal como a Él mismo lo adoran los semidioses.
10.52.29Después de que el brāhmaṇa comiera y descansara, Śrī Kṛṣṇa, la meta de los santos devotos, se adelantó y mientras masajeaba los pies del brāhmaṇa con Sus propias manos, pacientemente le hizo las siguientes preguntas.
10.52.30[El Señor Supremo dijo:] ¡Oh, el mejor de los exaltados brāhmaṇas!, ¿tus prácticas religiosas, sancionadas por las autoridades superiores, se desarrollan sin gran dificultad? ¿Está tu mente siempre completamente satisfecha?
10.52.31Cuando un brāhmaṇa está satisfecho con todo lo que se le presenta y no abandona sus deberes religiosos, esos mismos principios religiosos se convierten en su vaca de los deseos, cumpliendo todos sus pedidos.
10.52.32Un brāhmaṇa insatisfecho deambula inquieto de un planeta a otro, incluso si llega a ser Rey del cielo. Pero un brāhmaṇa satisfecho, aunque no posea nada, descansa en paz y todos sus miembros están libres de angustia.
10.52.33Repetidamente inclino Mi cabeza con respeto por aquellos brāhmaṇas que están satisfechos con su suerte. Santos, sin orgullo y pacíficos, son los mejores simpatizantes de todos los seres vivos.
10.52.34¡Oh, brāhmaṇa!, ¿tu Rey se ocupa de tu bienestar? De hecho, ese rey en cuyo país los ciudadanos son felices y están protegidos es muy querido para Mí.
10.52.35¿De dónde vienes? ¿cruzando el mar infranqueable? ¿con qué propósito? Explícanos todo esto si no es un secreto y dinos qué podemos hacer por ti.
10.52.36Así interrogado por la Suprema Personalidad de Dios, que encarna para realizar Sus pasatiempos, el brāhmaṇa Le contó todo.
10.52.37Śrī Rukmiṇī dijo [en su carta, leída por el brāhmaṇa]: ¡Oh belleza de los mundos!, habiendo escuchado hablar de Tus cualidades, que entran en los oídos de aquellos que las escuchan y eliminan sus angustias corporales, también habiendo escuchado acerca de Tu belleza, que satisface todos los deseos visuales de aquellos que ven, fijé mi mente desvergonzada en Ti, ¡oh Kṛṣṇa!
10.52.38¡Oh Mukunda! sólo eres igual a Ti mismo en linaje, carácter, belleza, conocimiento, juventud, riqueza e influencia. ¡Oh león entre los hombres! Tú deleitas la mente de toda la humanidad. ¿Qué muchacha aristocrática, sobria y casadera de buena familia no te elegiría como marido cuando llegue el momento adecuado?
10.52.39Por eso, mi querido Señor, te elegí como mi marido y me entrego a Ti. Por favor, ven pronto, ¡oh todopoderoso! y hazme tu esposa. Mi querido Señor de ojos de loto, que Śiśupāla nunca toque la porción del héroe como un chacal robando la propiedad de un león.
10.52.40Si he adorado suficientemente a la Suprema Personalidad de Dios mediante obras piadosas, sacrificios, caridad, rituales, votos y también adorando a los semidioses, brāhmaṇas y gurus, entonces que Gadagraja venga y tome mi mano y no el hijo de Damaghoṣa ni cualquier otra persona.
10.52.41¡Oh invencible! mañana, cuando mi ceremonia de matrimonio esté a punto de comenzar, deberás llegar sin ser visto a Vidarbha y rodearte de los líderes de Tu ejército. Entonces aplasta las fuerzas de Caidya y Magadhendra y cásate conmigo al estilo Rākṣasa, ganándome con Tu valor.
10.52.42Como me quedaré en las cámaras interiores del palacio, quizás te preguntes: «¿Cómo puedo llevarte sin matar a algunos de tus parientes?» Te diré una manera: el día antes de la boda hay una gran procesión para honrar a la deidad de la familia real, en esta procesión la nueva novia sale de la ciudad para visitar a la Diosa Girija.
10.52.43¡Oh, el de ojos de loto!, grandes almas como el Señor Śiva anhelan bañarse en el polvo de Tus pies de loto y así destruir su ignorancia. Si no puedo obtener Tu misericordia, simplemente renunciaré a mi fuerza vital, que se habrá debilitado por las severas penitencias que realizaré. Entonces, después de cientos de vidas de esfuerzo, podré obtener Tu misericordia.
10.52.44El brāhmaṇa dijo: Éste es el mensaje confidencial que traje conmigo, ¡oh, Señor de los Yadus! Por favor considera lo que se debe hacer en estas circunstancias y házlo de inmediato.
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