Tiene una mente impura esa persona que, a pesar de haber obtenido automáticamente de una forma u otra la rara y altamente evolucionada forma de vida humana, no adora Tus pies de loto. Como un animal que ha caído en un pozo ciego, esa persona ha caído en la obscuridad de un hogar material.
SIGNIFICADO
Nuestro verdadero hogar está en el reino de Dios. A pesar de nuestra tenaz determinación de permanecer en nuestro hogar material, la muerte nos expulsará bruscamente del teatro de los asuntos materiales. Quedarnos en casa no está mal, como tampoco lo está dedicarnos a nuestros seres queridos. Pero debemos entender que nuestro verdadero hogar es eterno en el reino espiritual.
La palabra ayatnataḥ indica que se nos ha otorgado automáticamente la vida humana. No hemos construido nuestros cuerpos humanos, por lo tanto, no debemos afirmar tontamente: «Este cuerpo es mío». La forma humana es un regalo de Dios y debe usarse para lograr la perfección de la conciencia de Dios. Aquel que no comprende esto es asan-mati, poseedor de una comprensión embotada y mundana.