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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 10, La Verdad Suprema >> << 45 - Kṛṣṇa rescata al hijo de su maestro >> <<VERSO 42-44 >>
tad-aṅga-prabhavaṁ śaṅkham ādāya ratham āgamat tataḥ saṁyamanīṁ nāma yamasya dayitāṁ purīm gatvā janārdanaḥ śaṅkhaṁ pradadhmau sa-halāyudhaḥ śaṅkha-nirhrādam ākarṇya prajā-saṁyamano yamaḥ tayoḥ saparyāṁ mahatīṁ cakre bhakty-upabṛṁhitām uvācāvanataḥ kṛṣṇaṁ sarva-bhūtāśayālayam līlā-manuṣyayor viṣṇo yuvayoḥ karavāma kim
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | El Señor Janārdana tomó la caracola que había crecido alrededor del cuerpo del demonio y regresó al carro. Entonces se dirigió a Saṁyamanī, la amada capital de Yamarāja, el señor de la muerte. Al llegar allí con el Señor Balarāma, Él hizo sonar ruidosamente Su caracola, Yamarāja, que mantiene a raya a las almas condicionadas, llegó tan pronto como escuchó la resonante vibración. Yamarāja adoró minuciosamente a los dos Señores con gran devoción, entonces se dirigió al Señor Kṛṣṇa, que vive en el corazón de todos: «Oh, Señor Supremo Viṣṇu, ¿qué puedo hacer por Ti y por el Señor Balarāma, que están representando el papel de humanos comunes y corrientes?»
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SIGNIFICADO
 | La caracola que el Señor tomó de Pañcajana, que se llama Pāñcajanya, es la misma que hizo sonar al inicio del Bhagavad-gītā. Según los ācāryas, Pañcajana se había convertido en un demonio de forma similar a la de Jaya y Vijaya. En otras palabras, aunque aparecía en la forma de un demonio, en realidad era un devoto del Señor. El Skanda Purāṇa, Avanti-khaṇḍa, describe las cosas maravillosas que sucedieron cuando el Señor Kṛṣṇa hizo sonar Su caracola:
|  | asipatra-vanaṁ nāma
śīrṇa-patram ajāyata
rauravaṁ nāma narakam
arauravam abhūt tada
abhairavaṁ bhairavākhyaṁ
kumbhī-pākam apācakam
|  | «El infierno conocido como Asipatra-vana perdió las hojas afiladas que parecían espadas de sus árboles, el infierno llamado Raurava quedó libre de sus bestias ruru, el infierno de Bhairava perdió su temor y toda cocina se detuvo en el infierno de Kumbhīpāka».
|  | El Skanda Purāṇa afirma además:
pāpa-kṣayāt tataḥ sarve
vimuktā nārakā narāḥ
padam avyayam āsādya
|  | «Erradicadas sus reacciones pecaminosas, todos los habitantes del infierno alcanzaron la liberación y se acercaron al mundo espiritual».
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