Con la mente abrumada por la belleza, el encanto, la dulzura, las sonrisas, las palabras y las miradas de Kṛṣṇa, Trivakrā les dio a Kṛṣṇa y a Balarāma una generosa cantidad de ungüento.
«Al escuchar esto, ella respondió respetuosamente al Señor Kṛṣṇa: ‘Por favor, tómalo’ y les dio a ambos un ungüento adecuado para aplicarlo en Sus cuerpos».