 | «Vayamos directamente hacia Kṛṣṇa y tiremos de Sus ropas y manos e insistamos en que Él se baje de Su carro y se quede aquí con nosotras. Le diremos: ‘¡No provoques sobre ti la reacción pecaminosa por asesinar a tantas mujeres!’
‘Pero si hacemos eso’, dijeron otras gopīs, ’nuestros parientes y los ancianos de la aldea descubrirán nuestro amor secreto por Kṛṣṇa y nos abandonarán’.
‘¿Pero qué pueden hacernos?’
‘Sí, nuestras vidas ya son miserables ahora que Kṛṣṇa se va. No tenemos nada que perder’.
‘Así es. Permaneceremos en el bosque de Vṛndāvana como diosas regentes, entonces podremos cumplir nuestro verdadero deseo: quedarnos con Kṛṣṇa en el bosque’.
‘Sí, e incluso si los mayores y nuestros parientes nos castigan golpeándonos o encerrándonos, todavía podemos vivir felices sabiendo que Kṛṣṇa reside en nuestra aldea. Algunas de nuestras amigas que no estén encarceladas encontrarán hábilmente una manera de traernos los remanentes de la comida de Kṛṣṇa y así podremos seguir con vida. Pero si no detenemos a Kṛṣṇa, ciertamente moriremos’».
|