 | Como se afirma aquí, la gloria del Señor Kṛṣṇa al bailar la danza rāsa es pura bienaventuranza espiritual. Los semidioses en el cielo, encargados de mantener la estabilidad en el universo, aceptaron con éxtasis la danza rasa como el asunto religioso supremo, completamente diferente del reflejo pervertido del romance que encontramos en este mundo mundano.
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