Śrīmad-Bhāgavatam
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īśvarāṇāṁ vacaḥ satyaṁ
tathaivācaritaṁ kvacit
teṣāṁ yat sva-vaco-yuktaṁ
buddhimāṁs tat samācaret

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Las declaraciones de los sirvientes empoderados del Señor siempre son ciertas y los actos que realizan son ejemplares cuando son consistentes con esas declaraciones. Por lo tanto, quien es inteligente debe seguir sus instrucciones.

SIGNIFICADO

La palabra īśvara suele definirse en los diccionarios sánscritos como «señor, amo, gobernante», también como «capaz, potente para realizar». Śrīla Prabhupāda a menudo traducía la palabra īśvara como «controlador», que sintetiza brillantemente los dos conceptos fundamentales de īśvara, a saber, un maestro o gobernante y una persona capaz o potente. Un amo puede ser incompetente, pero un controlador es un amo o señor que de hecho hace que las cosas sucedan. El parameśvara, el īśvara supremo, el controlador supremo, es por supuesto Dios, Kṛṣṇa, la causa de todas las causas.

Aunque la gente en general, especialmente en los países occidentales, no es consciente de este echo, personalidades poderosas controlan nuestro universo. El concepto moderno e impersonal del universo representa un cosmos casi totalmente sin vida en el que la Tierra flota sin sentido. Por lo tanto, nos quedamos con el dudoso «propósito final» de preservar y reproducir nuestro código genético, que tiene su propio «propósito final» de agregar otro eslabón a la cadena sin sentido de eventos al reproducirse nuevamente.

En contraste con ese mundo estéril y sin sentido inventado por los materialistas ignorantes, el universo real está lleno de vida (vida personal), de hecho está lleno de Dios, quien impregna y sostiene todo lo que existe. La esencia de la realidad es la Suprema Personalidad de Dios y Su relación personal con los innumerables seres vivientes, de quienes somos muestras. Algunos de los seres vivientes están atrapados en la ilusión del materialismo o identificación con el cuerpo material, mientras que otros están liberados y son conscientes de su naturaleza eterna y espiritual. Una tercera clase comprende a aquellos que progresan en la autorrealización desde el estado materialista de ignorancia hasta el estado iluminado de la Conciencia de Kṛṣṇa.

La realidad es, en última instancia, personal y divina, por lo tanto, no es sorprendente que como nos revela la literatura védica, nuestro universo y otros universos estén administrados por grandes personalidades, del mismo modo que nuestra ciudad, estado y país están administrados por personalidades poderosas. Cuando otorgamos democráticamente a un político en particular el derecho a gobernar, votamos por él porque ha demostrado algo que llamamos «liderazgo» o «capacidad». Pensamos: «Él hará el trabajo». En otras palabras, sólo después de que un individuo adquiere el poder de gobernar votamos por él; nuestro voto no lo convierte en líder sino que reconoce en él un poder proveniente de alguna otra fuente. Así, como explica el Señor Kṛṣṇa al final del Capítulo Décimo del Bhagavad-gītā, cualquier ser viviente que exhiba un poder, habilidad o autoridad extraordinarios debe haber sido empoderado por propio Señor o por la energía del Señor.

Quienes reciben el poder directo del Señor son devotos de Él, así su poder e influencia difunden la bondad por todo el mundo, mientras que aquellos que reciben el poder de la potencia ilusoria del Señor tienen una relación indirecta con Kṛṣṇa porque no reflejan directamente Su voluntad. Por supuesto, reflejan Su voluntad indirectamente, ya que es por disposición de Kṛṣṇa que las leyes de la naturaleza actúan sobre los seres vivientes ignorantes, persuadiéndolos gradualmente, a lo largo de su viaje de muchas vidas, a entregarse al Señor Supremo. Así, mientras los políticos crean guerras, falsas esperanzas e innumerables planes apasionados para las personas materialistas que los siguen, los políticos están llevando a cabo indirectamente el programa del Señor de permitir que las almas condicionadas experimenten el amargo fruto de la impiedad.

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura tradujo la palabra īśvarāṇām como «aquellos que se han vuelto poderosos mediante el conocimiento y la austeridad». Cuando uno comprende la naturaleza y la voluntad de Dios y hace el sacrificio personal requerido para alcanzar la excelencia en la vida espiritual, el Señor Supremo le otorga el poder de representar Su voluntad, que uno ha reconocido y aceptado inteligentemente.

La Suprema Personalidad de Dios bondadosamente desciende a la Tierra para mostrar un vívido ejemplo de conducta religiosa. Como afirma el Señor Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (3.24): «Si no ejecutara los deberes establecidos, el mundo entero sería descarriado y de hecho, destruido». Así el Señor mostró, en Sus diferentes encarnaciones, cómo actuar apropiadamente en este mundo. Un buen ejemplo es el Señor Rāmacandra, quien se comportó maravillosamente como hijo del rey Daśaratha.

Pero cuando el Señor Kṛṣṇa desciende, también demuestra el principio religioso supremo, a saber, que el Señor Supremo está más allá de todos los demás seres vivientes y que nadie puede imitar Su posición suprema. Este principio religioso, el más importante de todos los principios religiosos: que el Señor es único, sin igual ni superior, quedó claramente demostrado en los pasatiempos aparentemente inmorales del Señor Kṛṣṇa con las gopīs. Nadie puede imitar esas actividades sin incurrir en terribles consecuencias, como explica aquí Śukadeva Gosvāmī. Aquel que piense que el Señor Kṛṣṇa es un ser viviente común y corriente sometido a la lujuria, o que acepte Su danza rāsa como admirable y trate de imitarla, ciertamente será vencido, como se describe en el texto 30 de este capítulo.

Finalmente, se debe hacer una distinción entre el Señor y Sus sirvientes empoderados. Un sirviente empoderado del Señor, como en el caso de Brahmā, puede experimentar un remanente de reacciones a actividades anteriores, de acuerdo con la ley del karma. Pero el Señor está eternamente libre de cualquier enredo en las leyes del karma. Él está en una plataforma única.

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