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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 10, La Verdad Suprema >> << 27 - El señor Indra y la madre Surabhi ofrecen sus oraciones >> <<VERSO 16 >>
mām aiśvarya-śrī-madāndho daṇḍa pāṇiṁ na paśyati taṁ bhraṁśayāmi sampadbhyo yasya cecchāmy anugraham
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Un hombre cegado por la intoxicación con su poder y opulencia no puede verme cerca con la vara del castigo en Mi mano. Si deseo su verdadero bienestar, lo arrastro hacia abajo de su posición materialmente afortunada.
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SIGNIFICADO
 | Se podría argumentar: «Dios debería desear el verdadero bienestar de todos»; entonces, ¿por qué el Señor Kṛṣṇa debería afirmar en este verso que Él elimina la opulencia embriagadora de aquel que está a punto de recibir Su misericordia, en lugar de simplemente decir que Él eliminará la opulencia de todos y los bendecirá a todos? Por otro lado, podemos señalar que a todos les ocurre una muerte irrevocable y que por eso el Señor Kṛṣṇa les quita a todos la opulencia y el falso orgullo. Sin embargo, si aplicamos la declaración del Señor a acontecimientos ocurridos en la vida inmediata de uno, antes de la muerte, podemos referirnos a la declaración de Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (4.11): ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham. «Cuando la gente se entrega a Mí, Yo los recompenso en consecuencia». El Señor Kṛṣṇa desea el bienestar de todos, pero cuando dice aquí yasya cecchāmy anugraham, «para aquel cuyo bienestar deseo», se entiende que el Señor se refiere a aquellos que, mediante sus propias actividades y pensamientos, han manifestado el deseo de lograr beneficios espirituales. El Señor Kṛṣṇa quiere que todos sean felices y con Conciencia de Kṛṣṇa, pero cuando ve que una persona específica también desea felicidad espiritual, el Señor la desea especialmente para esa persona. Éste es un acto natural de reciprocidad coherente con la declaración del Señor samo 'haṁ sarva-bhūteṣu: «Yo soy igual en Mi actitud hacia todos los seres vivientes». (Bhagavad-gītā 9.29)
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