 | Śrīla Prabhupāda comenta: «En Vṛndāvana, la temporada de otoño era muy hermosa debido a la presencia de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa y Balarāma. La comunidad mercantil, la orden real y los grandes sabios son libres de moverse para lograr sus bendiciones deseadas. De manera similar, los trascendentalistas, cuando se liberaron del enjaulamiento del cuerpo material, también lograron su objetivo deseado. Durante la temporada de lluvias, la comunidad mercantil no puede moverse de un lugar a otro y por lo tanto no obtienen el beneficio deseado. Tampoco puede la orden real ir de un lugar a otro a cobrar impuestos al pueblo. En cuanto a las personas santas, que deben viajar para predicar el conocimiento trascendental, también se ven restringidas por la estación de las lluvias. Pero durante el otoño, todos salen de sus confinamiento. En el caso del trascendentalista, ya sea un jñānī, un yogī o un devoto, debido al cuerpo material, en realidad no puede disfrutar del logro espiritual. Pero tan pronto como abandona el cuerpo, o después de la muerte, el jñānī se sumerge en la refulgencia espiritual del Señor Supremo, el yogī se transfiere a los diversos planetas superiores y el devoto va al planeta del Señor Supremo, Goloka Vṛndāvana. o uno de los Vaikuṇṭhas y así disfruta de su vida espiritual eterna».
Así terminan los significados de Su Santidad Hṛdayānanda dās Gosvāmi, discípulo iniciado de su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda al Décimo Canto, Capítulo Vigésimo del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: “La estación de lluvias y el otoño en Vṛndāvana”.
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