Śrīmad-Bhāgavatam
Canto 10 - La Verdad Suprema

<< 16 - Kṛṣṇa castiga a la serpiente Kāliya >>
    Indice        Transliteración        Devanagari        Descripción    
Este capítulo describe el pasatiempo del Señor Śrī Kṛṣṇa de someter a la serpiente Kāliya dentro del lago contiguo al río Yamunā y Su misericordia hacia Kāliya en respuesta a las oraciones ofrecidas por las esposas de Kāliya, las Nāgapatnīs.
Para restaurar la pureza de las aguas del Yamunā, que fue contaminadas por el veneno de Kāliya, el Señor Kṛṣṇa trepó a un árbol kadamba en la orilla del río y saltó al agua. Entonces comenzó a jugar sin miedo dentro del agua como un elefante enloquecido. Kāliya no pudo tolerar que Kṛṣṇa invadiera su residencia personal, rápidamente la serpiente se acercó al Señor y Lo mordió en el pecho. Cuando los amigos de Kṛṣṇa vieron esto, cayeron al suelo inconscientes. En ese momento aparecieron en Vraja toda clase de malos augurios, tales como temblores de tierra, estrellas fugaces y temblores en los miembros izquierdos de diversas criaturas.
Los habitantes de Vṛndāvana pensaron: «Hoy Kṛṣṇa fue al bosque sin Balarāma, así que no sabemos qué gran desgracia le sobrevino». Pensando de esa manera, siguieron el camino de las huellas de Kṛṣṇa hasta la orilla del Yamunā. En el agua del lago contiguo al río vieron al Señor Kṛṣṇa, la esencia misma de sus vidas, envuelto en los anillos de una serpiente negra. Los habitantes pensaron que los tres mundos se habían quedado vacíos y todos se prepararon para entrar en el agua. Pero el Señor Balarāma los detuvo, pues conocía bien el poder de Kṛṣṇa.
Entonces, al ver lo perturbados que estaban Sus amigos y parientes, el Señor Kṛṣṇa expandió Su cuerpo enormemente y obligó a la serpiente a soltarse y a liberarlo. A continuación, el Señor comenzó a bailar juguetonamente sobre las cabezas de la serpiente. Con esta maravillosa y bulliciosa danza, Śrī Kṛṣṇa pisoteó las mil cabezas de la serpiente hasta que su cuerpo se aflojó. Vomitando sangre por la boca, Kāliya finalmente comprendió que Kṛṣṇa era la personalidad primordial, el Señor Nārāyaṇa, el maestro espiritual de todas las criaturas móviles e inmóviles y se refugió en Él.
Al ver lo cansado que estaba Kāliya, sus esposas, las Nāgapatnīs, se postraron a los pies de loto del Señor Kṛṣṇa. Entonces Le ofrecieron diversas oraciones con la esperanza de obtener la libertad de su esposo: «Es muy apropiado que hayas llevado a nuestro cruel esposo a esta condición. En verdad, por Tu ira él obtuvo un gran beneficio. ¡Cuánta piedad debe haber acumulado Kāliya en sus vidas anteriores! Hoy llevó sobre su cabeza el polvo de los pies de loto de la Personalidad de Dios, logro difícil incluso para la madre del universo, la diosa Lakṣmī. Por favor, ten la bondad de perdonar la ofensa que Kāliya cometió debido a la ignorancia y permítele vivir».
Satisfecho con las oraciones de las Nāgapatnīs, Kṛṣṇa liberó a Kāliya, quien poco a poco recuperó sus poderes sensoriales y vitales. Entonces Kāliya, con voz afligida, reconoció la ofensa que había cometido, finalmente le ofreció a Kṛṣṇa muchas oraciones y dijo que estaba listo para aceptar Su mandato. Kṛṣṇa le dijo que abandonara el lago Yamunā con su familia y regresara a la isla Ramaṇaka.
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