 | Pero mientras Kṛṣṇa meditaba en la forma de detenerles, los pastorcillos de vacas ya habían entrado en la boca del demonio. Éste, sin embargo, no se los tragó, pues, pensando en sus propios familiares, a quienes Kṛṣṇa había matado, esperaba el momento de que Kṛṣṇa entrase en su boca.
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