Nuestra posición original Śrīla Prabhupāda y el Siddhānta Vaiṣṇava
Segunda parte: Otras evidencias y argumentos
<< 19. ¿Por qué Vine a este Mundo Material? (Harikeśa dāsa Adhikārī) >>

por Harikeśa dāsa Adhikārī

El siguiente artículo apareció por primera vez en la presentación de la Página de Internet del BBT de Europa del Norte, es un artículo introductorio que exhibe un método de presentación del tema de la caída de la jīva de un modo aceptable, es de utilidad especialmente para los devotos que no saben cómo presentar este tema al predicar.

Se podría plantear la siguiente pregunta apropiada: “Si soy originalmente un sirviente puro de Dios entonces: ¿Por qué vine al mundo material? Si en el mundo espiritual no hay ignorancia entonces: ¿Por qué dejé ese maravilloso lugar y vine aquí donde estoy sufriendo repetidos nacimientos y muertes?” Esta es una buena pregunta que Śrīla Prabhupāda ha explicado elaboradamente.

Todo ser viviente ya sea en el mundo material o espiritual tiene libre albedrío, porque somos partes diminutas del Supremo tenemos cantidades diminutas de Sus cualidades, una de las cualidades de Kṛṣṇa es el libre albedrío independiente, el hace lo que quiere cuando quiere y es siempre perfecto, El nunca es cautivo por las reacciones de Sus decisiones porque El es trascendental a la naturaleza material, ya que nosotros no poseemos la misma cantidad de libre albedrío que Kṛṣṇa a veces podemos hacer lo que queremos y a veces no, además cada vez que actuamos tenemos que sufrir o disfrutar las reacciones de esa decisión.

Todo ser viviente en el mundo espiritual ama a Kṛṣṇa, esta es la naturaleza del mundo espiritual, sin embargo ese amor no es forzado, por ejemplo si yo coloco un revólver en tu cabeza y digo: “Amame”, tú naturalmente dirás: “Oh sí te amo”, pero eso no tiene sentido, tú no puedes forzar a nadie a que ame a otra persona, pues el amor surge del interior cuando se dan las condiciones apropiadas, por consiguiente Kṛṣṇa no forza a las entidades vivientes a amarlo pues eso no sería amor verdadero y no satisfacería al Señor Supremo quien conoce todo lo que sucede en los corazones de las entidades vivientes, Kṛṣṇa solo se satisface por el amor puro, espontáneo y natural sin ningún vestigio de deseo auto-motivado.

Por lo tanto Kṛṣṇa dota a todas y cada una de las entidades vivientes con libre albedrío, con este libre albedrío uno puede amar a Kṛṣṇa o no amar a Kṛṣṇa, la elección depende completamente de la entidad viviente, los seres vivientes que aman a Kṛṣṇa están situados en el mundo espiritual, mientras que los seres vivientes que no aman a Kṛṣṇa están situados en el mundo material.

Quienes no aman a Kṛṣṇa o quienes se han vuelto envidiosos de la posición del Señor como Disfrutador Supremo no pueden permanecer en el mundo espiritual, si ocurre que una entidad viviente se vuelve envidiosa del Señor por alguna razón entonces cae inmediatamente desde el mundo espiritual, pues en el mundo espiritual no existe la envidia al Señor, recuerden la elección de amar o no a Kṛṣṇa existe en cada uno de nosotros eternamente, la envidia se presenta como lo opuesto al amor pues es generada a partir del odio, el odio y el amor están muy estrechamente relacionados y cada uno de nosotros tiene experiencia de cómo podemos ponernos de inmediato envidiosos de otros incluso si nuestra inteligencia no ha aceptado esa emoción, por lo tanto cuando la entidad viviente se siente envidiosa del Señor de inmediato se vuelve un competidor del Señor y desea disfrutar como el Señor disfruta.

Tales deseos no tienen cabida en el mundo espiritual porque todos allí se consideran los disfrutados por el Señor; ellos mismos nunca quieren volverse los disfrutadores puesto que este deseo de convertirse en rival del Señor en calidad de disfrutador es espiritual (y todos los deseos en el mundo espiritual provienen de la plataforma espiritual, puesto que todas las entidades vivientes allí son completamente espirituales) debe ser satisfecho de inmediato, todo deseo en el mundo espiritual es inmediatamente satisfecho porque esa es la naturaleza del mundo espiritual ya que el deseo de uno mismo de ser el Señor no es posible de satisfacer en el mundo espiritual, pues allí Kṛṣṇa es el disfrutador y no puede haber ningún competidor, entonces uno viene al mundo material con el fin de intentar cumplir ese deseo.

El mundo material es un lugar asombroso porque el Señor ha creado aquí la gran ilusión de que podemos ser Dios y disfrutar la creación independientemente de El, Kṛṣṇa ha creado esta ilusión por amor a nosotros las almas caídas, nosotros no tenemos el poder de crear un complejo así que puede ser comparado a un patio de recreo creado por el padre por consideración a sus pequeños hijos, solo Kṛṣṇa puede crear un complejo así y El lo hace tan solo para que nosotros, las almas, tengamos la oportunidad de pensar que somos Dios y tratar de disfrutar de la energía material, el único problema es que este supuesto disfrute es ilusorio y no puede perdurar demasiado tiempo, aquí todo es temporal y lleno de miseria.

El mundo material es un lugar asombroso porque el Señor ha creado aquí la gran ilusión de que podemos ser Dios y disfrutar la creación independientemente de El, Kṛṣṇa ha creado esta ilusión por amor a nosotros las almas caídas, nosotros no tenemos el poder de crear un complejo así que puede ser comparado a un patio de recreo creado por el padre por consideración a sus pequeños hijos, solo Kṛṣṇa puede crear un complejo así y El lo hace tan solo para que nosotros, las almas, tengamos la oportunidad de pensar que somos Dios y tratar de disfrutar de la energía material, el único problema es que este supuesto disfrute es ilusorio y no puede perdurar demasiado tiempo, aquí todo es temporal y lleno de miseria.

El Señor también ayuda a las entidades vivientes enviando a Sus devotos puros a disertar el conocimiento del mundo espiritual para que ellas despierten nuevamente a su posición real, El también presenta la literatura Védica para que abran sus ojos con el conocimiento trascendental, El está tan preocupado por las entidades vivientes que El mismo desciende periódicamente desde el mundo espiritual con el fin de exhibir Sus pasatiempos trascendentales y atraer a las almas condicionadas de regreso a Su morada eterna.

Podría preguntarse si yo tengo conocimiento completo en mi posición espiritual, —pues decimos que el alma es eternamente plena de conocimieto y bienaventuranza— ¿Por qué vine al mundo material sabiendo que es un lugar de sufrimiento?

Uno tiene conocimiento pleno de la misma manera que un vaso pequeño está lleno de agua, cuando el vaso se llena de agua decimos que está lleno, sin embargo ninguna persona cuerda aceptaría que toda el agua del mundo está dentro de ese vaso, solo hay una pequeña cantidad de agua en el vaso, puesto que somos cuantitativamente diferentes del Señor podemos concluir que nuestra cantidad de bienaventuranza y conocimiento es mucho más pequeña que la del Señor, no obstante puesto que somos pequeños receptáculos de conocimiento podemos fácilmente estar llenos de conocimiento de acuerdo a nuestra capacidad menor, esto no significa que poseamos todo el conocimiento, esto significa que poseemos solo una pequeña porción de conocimiento, lo suficiente para satisfacer todas nuestras necesidades en relación con Kṛṣṇa.

Por lo tanto la entidad viviente cubierta por la envidia no puede reconocer que sufrirá en el mundo material, así como una persona lujuriosa no considera los resultados de sus acciones cuando se apresura a satisfacer sus deseos lujuriosos, la entidad viviente cubierta por la lujuria olvida su conocimiento original y entra al dominio material para tratar de satisfacer sus deseos.

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