Nuestra posición original Śrīla Prabhupāda y el Siddhānta Vaiṣṇava
Segunda parte: Otras evidencias y argumentos
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por Gopīparāṇadhana dāsa Adhikārī

Este artículo fue escrito antes de que apareciera el libro Ni las Hojas, fue escrito como comentario para refutar al primer borrador del primer capítulo de ese libro, por consiguiente no es un análisis completo y exhaustivo del libro, pero contiene muchos puntos útiles que deben ser considerados, por eso lo incluímos en esta presentación.

La intención de estos comentarios se limita a examinar críticamente parte del nuevo manuscrito Ni las Hojas sobre el tema de la caída de la jīva, aunque los autores de Ni las Hojas establecen su tesis en términos de la no caída desde Vaikuṇṭha, nosotros aquí no vamos a tomar ninguna posición en referencia a los temas del origen y momento de la caída, nuestra tesis contraria es simplemente que la jīva condicionada ha sufrido una caída real desde su Conciencia de Kṛṣṇa original, solo trataremos con el primer capítulo de Ni las Hojas de los autores: “El Origen de la Jīva Según Bhaktivinoda”, todo lo que citamos de Ni las Hojas aparece en letras pequeñas y entre dos líneas verticales, hemos consultado las ediciones comunes en bengalí del Jīva-dharma y del Śrī Caitanya Śikṣāmṛtam publicados por el Caitanya Maṭha, además de nuestras propias traducciones de los párrafos que los autores de Ni las Hojas no presentan.

Los autores de Ni las Hojas declaran:

«Cuando estudiamos los escritos de Bhaktivinoda Ṭhākura descubrimos que mientras otros ācāryas explicaron previamente anādi en términos filosóficos, él lo explicó de un modo nuevo, la explicación de Bhaktivinoda Ṭhākura se adecua más al hombre común, su explicación es mal interpretada por algunos en el sentido de apoyo a la teoría de que las jīvas caen del nitya-līlā del Señor en Vaikuṇṭha, pero un minucioso escrutinio de sus escritos demuestra que él no lo explicita en ninguna parte (Ni las Hojas, p. 4-5)».

En los mismos textos de Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura que citan los autores de Ni las Hojas Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura explica su propio motivo por el que no trata de identificar el dónde y el cuándo de la caída de la jīva, lo observaremos al final de estos comentarios, sin embargo primero consideraremos la cuestión más general de si la jīva condicionada en definitiva ha caído, los autores de Ni las Hojas citan dos pasajes de obras de Bhaktivinoda que explica el término anādi (“sin comienzo”), el primero es del Jīva-dharma, Capítulo Uno:

«El servicio al Señor Kṛṣṇa es el deber eterno nitya-dharma de la jīva, olvidando eso la jīva es poseída por māyā, de ahí en adelante el alma aparta su rostro de Kṛṣṇa, dado que esta no-devoción por Kṛṣṇa se manifiesta solamente en el momento en que entra al mundo material, no hay regisro histórico de la caída de la jīva dentro del tiempo del mundo material, por esta razón se utilizan las palabras anādi bahirmukha (la no-devoción de la entidad viviente hacia Kṛṣṇa es sin comienzo), desde el momento de la no devoción a Kṛṣṇa y la entrada en māyā el deber eterno de la jīva se pervierte (Ni las Hojas, p. 5)».

Este pasaje comienza con lo que es obviamente una paráfrasis de las instrucciones del Señor Caitanya en el Śrī Caitanya-caritāmṛta (Madhya 20.108, 117) que Premadāsa Bābājī Mahāśaya, el orador de este pasaje del Jīva-dharma citara dos páginas antes:

jīvera 'svarūpa' haya-kṛṣṇera 'nitya-dāsa'
Kṛṣṇera 'taṭasthā-śakti', bhedābheda-prakāśa
kṛṣṇa bhuli' sei jīva anādi-bahirmukha
ataeva māyā tāre deya saṁsāra-duḥkha

«La posición constitucional de la entidad viviente es ser un sirviente eterno de Kṛṣṇa, porque es la energía marginal de Kṛṣṇa y una manifestación simultáneamente una y distinta del Señor, olvidando a Kṛṣṇa, la entidad viviente ha sido atraída por el aspecto externo desde tiempo inmemorial, por ello la energía ilusoria [māyā] le brinda toda clase de miserias en su existencia material».

(Traducción de Śrīla Prabhupāda)

Estos dos versos originales (a los que los autores de Ni las Hojas no se refieren) y su paráfrasis en el Jīva-dharma describirían la caída de una entidad viviente que conoció a Kṛṣṇa y Lo sirvió, pero luego intencionalmente Lo olvidó y quedó bajo el control de māyā, sin embargo después de citar un segundo pasaje similar del Śrī Caitanya Śikṣāmṛtam los autores de Ni las Hojas comentan:

«Esto es bastante conclusivo para la teoría de la caída” dicen los caída-vādīs, pensando que antes de tener karma la jīva estaba en alguna otra parte y que ese otro lugar era Vaikuṇṭha, más esto se debe únicamente a un profundo prejuicio y a la falta de una deliberación apropiada (Ni las Hojas, p. 5)».

Al menos en este primer capítulo los autores de Ni las Hojas no explican cómo “olvidando a Kṛṣṇa la jīva es anādi-bahirmukha”, no describe (según ellos) el hecho de la caída, sin embargo en sus discusiones personales con nosotros Satya Nārāyaṇa dāsa basó su opinión de que no hay caída interpretando kṛṣṇa bhuli' en esta declaración del Señor Caitanya queriendo significar que la jīva siempre tuvo el olvido de Kṛṣṇa en lugar de que sucedió algo para su cambio, conocer primero a Kṛṣṇa y luego olvidarlo es gramaticalmente factible, pues el participio presente “olvidando” puede indicar en teoría ya sea un evento que origina algún cambio o un estado de no variación.

Pero al margen de las probabilidades gramaticales tenemos que disentir con firmeza a esta opinión simplemente porque Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura cree con certeza que la jīva condicionada ha sufrido una real caída desde la Conciencia de Kṛṣṇa, el lo declara en términos no inciertos, en una gran cantidad de lugares en sus escritos, por ejemplo en el Segundo Capítulo del Jīva-dharma unas pocas hojas después del pasaje antes citado:

«La jīva posee dos clases de existencia: El puro y el condicionado, en su estado puro la jīva es exclusivamente espiritual, en ese momento no tiene relación con la materia inerte, incluso en este estado puro la jīva es una entidad infinitesimal, la jīva al poseer esta cualidad de ser infinitesimal tiene posibilidad de cambiar a otro estado, el Ser infinito de toda fuerza viviente, Kṛṣṇa, nunca pasa por ningún cambio de estado en Su naturaleza manifiesta, el es en esencia sustancialmente infinita, completa, pura y eterna, la jīva es en esencia substancialmente infinitesimal, fragmentaria, capaz de ser impura y nuevamente manifiesta, pero en su naturaleza funcional y manifiesta, la jīva es también infinita, pura y eterna, en tanto la jīva sea pura por ese período, su naturaleza se manifiesta como perfectamente pura, cuando entra en contacto con māyā la jīva se vuelve impura, entonces ocurre una distorsión de su apropiada naturaleza funcional y se vuelve impura, desprovista de refugio y golpeada por la felicidad y la aflicción, tan pronto la jīva ha olvidado su servidumbre a Kṛṣṇa se le anteponen los senderos del saṁsāra».

Este pasaje primero establece que la jīva puede ser pura o impura y que en su estado puro es susceptible de cambiar a otro estado (el estado impuro) porque es muy pequeña, ¿Qué es ésto sino una caída? Posteriormente en el mismo párrafo se describe esta caída más explícitamente como una secuencia de sucesos en alguna suerte de tiempo: En tanto (yata kṣaṇa) cuando (yakhana)” experimenta un cambio de estado, ¿Qué causa ese cambio? “Ha olvidado su servidumbre a Kṛṣṇa”, ¿Y cuál es el estado del cambio resultante? Es atrapada en la existencia material, esta no es una descripción de la vida material sin comienzo, sino de un hecho específico ha-ibara-matra-i, “tan pronto como” de caer de la Conciencia de Kṛṣṇa en māyā (En el Capítulo Tres de Una Vez Estuvimos con Kṛṣṇa, Drutakarmā dāsa ha comentado también sobre este pasaje discutiendo varios puntos).

Una vez más en el inicio del mismo párrafo del Śrī Caitanya Śikṣāmṛtam 1.4 que los autores de Ni las Hojas han citado (sin incluir estas frases):

«Todas las jīvas, las partes separadas [del Señor], tienen la propensión a disfrutar los frutos del karma, pues siempre y cuando estén interesadas en servir a Kṛṣṇa por su propia libre elección continúan libres del control ya sea de māyā o del karma, en el preciso instante cuando por su libre albedrío se desvían por querer disfrutar por sí mismas o por olvidar su eterna función de servir a Kṛṣṇa son de inmediato confundidas por māyā y se subordinan al control del karma».

La misma secuencia de cambio es aquí descrita: “Pues mientras que (yata-dina) en el preciso instante (kintu ye kṣaṇe)”, además se nos dice la razón específica de esta caída, la libre práctica de la propia elección de la jīva, por “su propia libre elección” (svatantra icchā-krame) pueden estar absortas en el servicio de Kṛṣṇa mientras ellas quieran y también “por su libre albedrío (svatantra icchāra) pueden en cualquier momento elegir olvidar su propósito eterno y caer en el mundo del karma.

Proponemos que este concepto de la caída de la jīva por el mal uso de su libre albedrío es la enseñanza esencial de Bhaktivinoda Ṭhākura sobre el tema, los autores de Ni las Hojas sin embargo presentan una teoría contraria y declaran que es propia de Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura:

«La esencia es que hay tres clases de jīvas, aquellas que se originan en Vraja se manifiestan del Señor Baladeva, las de los planetas Vaikuṇṭha se manifiestan de Saṅkarṣaṇa y las del mundo material se manifiestan de Mahā-Viṣṇu, los primeros dos tipos de jīvas son nitya-mukta y el tercer tipo es nitya-baddha (Ni las Hojas, p. 7)».

Así se apoyan en una cita del Jīva-dharma (Capítulo Quince) que describe la aparición de las jīvas con diferentes naturalezas manifiestas a partir de formas diferentes del Señor Supremo:

«Todas las jīvas han aparecido de la jīva-śakti del Señor Kṛṣṇa..., presidiendo sobre Su jīva-śakti El manifiesta Su forma vilāsa de Baladeva en Vraja, estando situado en Su māyā-śakti El manifiesta las tres formas de Viṣṇu: Karaṇodakaśāyī, Kṣīrodakaśāyī y Garbhodakaśāyī, de Su forma de Baladeva como Śeṣa tattva El manifiesta las nitya-mukta jīvas que son asociados que prestan servicio en ocho maneras al Señor Kṛṣṇa, el Sesi tattva, siendo nuevamente Saṅkarṣaṇa como Śeṣa rūpa El manifiesta ocho clases de asociados eternos para prestar servicio en ocho maneras a Sesi Nārāyaṇa, Mahā-Viṣṇu, una encarnación de Saṅkarṣaṇa, estando situado en la jīva-śakti como la Superalma manifiesta las entidades vivientes del mundo material, todas estas jīvas (provenientes de Mahā-Viṣṇu) están a disposición de māyā (Ni las Hojas, p. 6-7)».

Si esta manifestación de las jīvas condicionadas a partir de una de las expansiones del Señor Baladeva fuera la causa última de su estado caído entonces no habría ningún acontecimiento de caída, las almas condicionadas siempre hubieran sido así y su estado condicionado se debería a la elección del Señor Supremo, no al de ellas.

Los autores de Ni las Hojas prosiguen:

«Por si hubiera alguna duda acerca de esta explicación Bhaktivinoda Ṭhākura además escribe (Jīva-dharma, Capítulo Dieciséis): Hay ilimitadas jīvas que son asociados eternos del Señor, en Goloka Vṛndāvana son manifestadas por el Señor Baladeva para el servicio del Señor Kṛṣṇa, en Vaikuṇṭha son manifesadas por Śrī Saṅkarṣaṇa para el servicio del Señor Nārāyaṇa, el Señor de Vaikuṇṭha, las jīvas atómicas conscientes que emanan como rayos de la mirada de Mahā-Viṣṇu a māyā son también incontables, estando en proximidad de māyā estas jīvas observan la variedad de māyā, ellas tienen todas las características de las jīvas [ordinarias] como las antes descritas, pero debido a su naturaleza atómica a veces miran [marginalmente] hacia la creación espiritual y a veces hacia la creación material, en este estado marginal la jīva es débil porque aún no ha alcanzado fuerza espiritual, por la misericordia del adorable Señor, de entre estas ilimitadas jīvas, las que desean disfrutar a māyā permanecen eternamente cautivas por māyā pues están apegadas al disfrute de los sentidos, aquellas que se ocupan en el servicio devocional al Señor van al mundo espiritual obteniendo la fuerza del cit-śakti por la misericordia del Señor (Ni las Hojas, p. 7-8)».

Aquí tenemos que destacar unas cuantas distorsiones en la traducción del último párrafo, la traducción dice: “En este estado marginal la jīva es débil” implicando que solo las jīvas de Mahā-Viṣṇu son marginales presumiblemente en el sentido de “falibles” (que es el único sentido normalmente dado a esta palabra en referencia a las jīvas por Śrīla Prabhupāda y sus predecesores), lo que los seguidores de Śrīla Prabhupāda consideran ingenuamente es que todas las jīvas son siempre marginales, ¿Acaso no es ese es el punto de vista de Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura, así como el de Kṛṣṇadāsa Kaviraja Gosvāmī? Consultando el original en bengalí de este párrafo encontramos la frase sarvadā taṭastha-bhāve (“siempre en la condición marginal”) no al principio de la oración en el cual esta traducción lo ubica, sino en medio de la frase anterior: tathāpi atyanta aṇusvabhāva-prayukta sarvadā taṭastha-bhāve eijagatera dike evaṁ māyājagatera dike dṛṣṭipāta karite ṭhākena, “Sin embargo en su condición marginal perpetua producto de su naturaleza infinitesimal dirigen su mirada tanto hacia este mundo [espiritual] como hacia el mundo de māyā”.

A condición de que esto se refiere específicamente solo a esas jīvas que emanan de Mahā-Viṣṇu, aún así el texto original las califica como marginales de un modo más general que la traducción de los autores de Ni las Hojas indica, no solo las jīvas débiles son marginales, la marginalidad es la condición perpetua de las jīvas y podemos decir de todas las jīvas puesto que nada en este párrafo reglamenta la marginalidad de las jīvas liberadas, esta condición marginal se expresa aquí específicamente se debe al ser infinitesimal de las jīvas y no pienso que nadie se disponga a proponer que algunas jīvas no son pequeñas.

Hay otro par de distorsiones en las dos oraciones:

«En este estado marginal la jīva es débil porque aún no ha obtenido fuerza espiritual por la misericordia del adorable Señor, de entre estas ilimitadas jīvas las que desean disfrutar a māyā permanecen eternamente cautivas por māyā debido a que están apegadas al disfrute de los sentidos (Ni las Hojas, p. 8)».

El modo en que se expresa ahora suena como si el cautiverio de māyā fuera la condición original de dicha jīva: “aún no ha obtenido fuerza espiritual... permanece eternamente cautiva”, en realidad ninguna de estas palabras calificativas en itálicas están en el texto original, el original solamente dice: cid-bala lābha karena nāi (“ellas no logran fuerza espiritual”) y: māyika-viṣaye abhiniviṣṭa haiyā māyāte nitya-baddha (“estando absortas en la gratificación ilusoria de los sentidos están eternamente atadas por māyā”), la primera de estas frases en bengalí usa el presente simple, inmodificado por ningún adverbio de tiempo, la segunda es una oración completa con una cláusula subordinada seguida de la cláusula principal, la cláusula subordinada tiene la forma verbal haiyā, el participio indeclinable (gerundio) del verbo haoyā, que significa tanto “ser” como “llegar a ser”, puesto que los participios indeclinables pueden ser interpretados tanto en tiempo presente como pasado tenemos cuatro traducciones posibles teóricas de haiyā: “habiendo sido”, “siendo”, “habiéndose vuelto” y “volviéndose”, los autores de Ni las Hojas ven en la frase la idea de cautiverio sin comienzo adoptando el segundo significado posible (“siendo”) y convierten la cláusula subordinada en “las que desean disfrutar māyā” seguido por el predicado principal “permanecen eternamente atadas por māyā”, pero “siendo” es solo una interpretación de haiyā junto con “volviéndose”, ¿Qué significado es correcto? Depende del contexto y de la intención real del autor, la palabra “permanecer” no figura en bengalí.

A menos que queramos aceptar que Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura enseñó dos teorías mutuamente contradictorias del origen de la vida condicionada, que este estado condicionado es elección de Dios y no de la propia jīva y que no todas las jīvas son marginales; debemos encontrar alguna otra manera de comprender estos dos pasajes del Jīva-dharma, hay una pista disponible en la oración: “Las jīvas conscientes atómicas que emanan cual rayos de la mirada de Mahā-Viṣṇu a māyā son también incontables” (p. 8), como que hemos aprendido de la explicación de Śrīla Prabhupāda al Śrīmad-Bhāgavatam y al Śrī Caitanya-caritāmṛta, la mirada de Mahā-Viṣṇu a māyā es un hecho repetido en el Océano Causal y el tiempo material es también un componente de esta mirada, la impregnación de las jīvas condicionadas en māyā no es su origen último fuera del alcance del tiempo material, es solo lo que les sucede a ellas subsiguiente a su error de elección independiente, todas las jīvas son siempre marginales, todas comparten el mismo potencial de caer o no caer, “la esencia es que hay tres tipos de jīvas” es algo que Śrīla Kṛṣṇadāsa Kavirāja, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura ni Śrīla Prabhupāda nunca enseñaron.

«Después Śrīla Bhativinoda Ṭhākura escribe que la razón por la que algunas jīvas se vuelven cautivas es el uso apropiado o el abuso de su independencia natural, esto no incluye a las nitya-mukta jīvas que no tienen contacto con māyā y así no tienen oportunidad para utilizar mal su independencia natural, de estas declaraciones es explícito que nadie cae de Vaikuṇṭha porque estas jīvas originadas de Mahā-Viṣṇu nunca han estado en el nitya-līlā del cielo espiritual, porque Mahā-Viṣṇu está situado en el río Virajā (Ni las Hojas p. 8)».

Los autores de Ni las Hojas prometen una explicación de esto en el segundo capítulo, pero al menos en las palabras de Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura hasta ahora citado no hay nada lógicamente conducente a la conclusión de que las jīvas cautivas nunca han estado en el cielo espiritual y como veremos más adelante, el abuso de la independencia de las jīvas siendo la causa de su cautiverio es contradicho por la premisa de que su condición es causada por únicamente la dulce voluntad del Señor.

Además él [Śrīla Bhaktivinoda] dijo que las nitya-muktas no tienen contacto con māyā, por cierto ni siquiera conocen a māyā, no pueden ser atraídas por algo que ni siquiera conocen, uno tiene que conocer un objeto apropiada o inapropiadamente antes de desearlo o ser atraído por él, esto hace trizas la teoría de la caída desde el nitya-līlā (Ni las Hojas, p. 9)

No necesariamente, las entidades vivientes rebeldes no son primariamente atraídas por māyā sino por la independencia kṛṣṇa bhuli' jīva anādi-bahirmukha (“eligiendo olvidar a Kṛṣṇa la jīva se aleja de El desde tiempo inmemorial”), ataeva māyā tāre deya saṁsāra-duḥkha (“por lo tanto māyā posteriormentemente la introduce en el sufrimiento material”) y debemos tomar literalmente que las jīvas nitya-muktas incapaces de estar conscientes del mundo material ¿No pudieron enterarse de la existencia de māyā sin inmediatamente caer víctima debido a su atracción? ¿Cuál es entonces la situación de los devotos nitya-muktas que vienen a este mundo para el servicio del Señor Supremo? Un Vaiṣṇava así, Prahlāda Mahārāja confesó estar muy consciente de māyā: śoce tato vimukha-cetasa indriyārtha-māyā-sukhāya bharam udvahato vimūḍhān (Bhāg. 7.9.43) “me estoy lamentando por los necios y pícaros que acarrean falsas cargas de responsabilidad para la felicidad temporal de māyā en la gratificación de los sentidos”, ¿Acaso él no era un nitya-mukta? y si las almas nitya-mukta pueden venir a este mundo y ver a māyā aquí sin perder su posición, ¿Por qué no pueden las almas nitya-mukta contemplar el mundo material mientras están en su posición original? Para evitar esta improbabilidad podemos en lugar de ella interpretar: “Ellas no conocen a māyā” para indicar que las almas liberadas en el mundo espiritual generalmente no prestan atención al mundo material.

«Después de esto Bhaktivinoda Ṭhākura contesta las preguntas: ¿Por qué el Señor Kṛṣṇa ha hecho algunas jīvas débiles de modo que puedan quedar bajo la influencia de māyā? (Ni las Hojas, p. 9)».

El [Śrīla Bhaktivinoda] brinda una extensa respuesta a esto, de modo que yo me limito aquí a dar la conclusión (en las palabras del autor):

«Kṛṣṇa es supremamente independiente y el Supremo disfrutador, El realiza varios tipos de līlās y éste es uno entre ellos, si El no tuviera este līlā no podría decirse que disfruta interminables variedades ni sería completo, solo la jīva es culpable por sus miserias porque como potencia marginal siempre hay elección entre Kṛṣṇa y māyā, Kṛṣṇa no debe ser culpado por este arreglo (Ni las Hojas, p. 12)».

El envío de jīvas por parte de Mahā-Viṣṇu al mundo material es uno de los pasatiempos de la Personalidad de Dios, Śrīla Prabhupāda nos enseñó que el Señor ocupa en este pasatiempo solo a esas jīvas que ya decidieron por sí mismas no cooperar, de otro modo Kṛṣṇa en Su expansión Mahā-Viṣṇu no se comportaría muy justamente sometiendo a las entidades vivientes al sufrimiento como un juego y luego culpándolas, hay gente temerosa de Dios que lo cree seriamente incluyendo a los calvinistas y madhvitas, pero los seguidores fidedignos del Señor Caitanya y muchos otros Vaiṣṇavas consideran a Dios perfectamente justo aún cuando El es juguetón.

Observando el párrafo del Jīva-dharma, Capítulo Dieciséis, justo antes del parafraseado por los autores de Ni las Hojas leemos: “Las características de la naturaleza esencial de Kṛṣṇa se reflejan en la naturaleza esencial de las jīvas, el libre albedrío de las jīvas que refleja la voluntad independiente de Kṛṣṇa es innato en ellas, cuando ellas ejercen propiamente este libre albedrío permanecen favorablemente dispuestas hacia Kṛṣṇa, pero cuando lo utilizan mal se vuelven hostiles a El y quieren disfrutar a māyā”, El Señor Kṛṣṇa no debe ser culpado porque El no impregnó dentro de māyā a ninguna jīva indefensa sin su consentimiento.

El līlā al que aquí se alude por los autores de Ni las Hojas en su paráfrasis es aclarado en el texto original:

«Kṛṣṇa es todo misericordioso pero también es juguetón, deseando que haya diversas clases de pasatiempos con las jīvas en varias condiciones, El hace a las jīvas capaces de elevarse desde su condición marginal original a las infinitas variedades del sublime éxito de la vida hasta los límites del maha-bhāva y otros, para facilitar y fortificar esta capacidad El también produce la creación que conduce hacia abajo, con incontables variedades de obstáculos para el logro de la bienaventuranza más sublime, todo el camino hacia abajo al ahaṅkāra que no es diferente de la materia inerte de māyā».

«El pasatiempo del Señor de la emanación de las jīvas consiste en hacer a todas ellas marginales, no solo algunas y darles la libertad de elegir de amarlo o no».

Śrīla Bhaktivinoda explica además en el siguiente párrafo del Jīva-dharma, Capítulo Dieciséis:

«Debemos considerar la recepción del libre albedrío por parte de la jīva como un gran favor que se le hace, al fin y al cabo las cosas materiales desprovistas de libre albedrío no tienen valor y son insignificantes, pero por haber recibido libre albedrío la jīva gana señorío sobre el mundo de la materia, el “sufrimiento” y el “placer” son productos de la actividad de la mente, el resultante fruto último de todo el placer material sensual es el sufrimiento y nada más, una persona apegada al placer sensorial eventualmente sufre y cuando ese sufrimiento se vuelve muy agudo uno comienza a desear la felicidad sin mezcla, este deseo conduce al discernimiento, el discernimiento conduce al deseo de conocimiento y cuando uno tiene deseo de conocimiento obtiene la asociación de personas santas y desarrolla fé, de esta forma uno es llevado al sendero de la elevación, por lo tanto el sufrimiento a fin de cuentas crea lo auspicioso, así como el oro contaminado que es purificado por fundición y por golpeteo cuando la jīva se contamina por el disfrute ilusorio y la enemistad hacia Kṛṣṇa es purificada al ser colocada en la mesa de trabajo del mundo de māyā y sometida al sufrimiento, así a los ojos de quienes tienen una visión amplia, el sufrimiento hostil de las jīvas es la fuente de su buena fortuna, solo a la visión estrecha no es otra cosa que sufrimiento».

Los autores de Ni las Hojas dicen a continuación:

«Esto [la emanación de las nitya-baddhas jīvas del Señor Kṛṣṇa como Su līlā] es conforme a Śrīla Jīva Gosvāmī y Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, Śrīla Prabhupāda también lo confirma en el Caitanya-caritāmṛta (Adi-līlā 7.116) (Ni las Hojas, p.12)».

īśvarera tattva
yena jvalita jvalana
jīvera svarūpa
yaiche sphuliṅgera kaṇa
(Cc. Adi 7.116)

«El Señor es como un gran fuego y las entidades vivientes son como pequeñas chispas de ese fuego».

Del significado de Śrīla Prabhupāda:

«Aunque las chispas y el gran fuego son ambos fuego y ambos tienen el poder de arder, el poder ardiente del fuego y el de la chispa no es el mismo..., podría surgir la pregunta: '¿Por qué hay necesidad de crear las chispas espirituales?' La respuesta es dada de la siguiente manera: Puesto que la Absoluta Personalidad de Dios es omnipotente El tiene tanto potencias limitadas como ilimitadas, ese es el significado de omnipotente, para ser omnipotente El debe tener no sólo potencias ilimitadas sino también potencias limitadas, así para exhibir Su omnipotencia El despliega ambas, las entidades vivientes están dotadas de potencia limitada aunque son parte del Señor, El Señor exhibe el mundo espiritual por Sus potencias ilimitadas mientras que por Sus potencias limitadas se exhibe el mundo material, en el Bhagavad-gītā el Señor Kṛṣṇa dice:».

apareyam itas tv anyāṁ
prakṛtiṁ viddhi me parām
jīva-bhūtāṁ mahā-bāho
yayedaṁ dhāryate jagat

«Además de la naturaleza inferior, Oh Arjuna de poderosos brazos, hay una energía superior Mía que son todas las entidades vivientes que están luchando con la naturaleza material sosteniendo este universo' (Bg. 7.5). Las jīva-bhūta, entidades vivientes, controlan este mundo material con sus potencias limitadas».

Debemos observar que en este significado Śrīla Prabhupāda aplica el término “potencia limitada” a las jīvas, no a la energía material, las entidades vivientes están dotadas de potencia limitada”, “por sus potencias limitadas se exhibe el mundo material” significa que “las jīva-bhuta, entidades vivientes, controlan este mundo material con sus potencias limitadas”, pero los autores de Ni las Hojas comentan este significado de otra manera identificando la potencia limitada del Señor aquí descrita con la energía material:

«El Señor Supremo, quien es līlā-māyā, el ejecutor de una variedad de līlās exhibe tanto Su potencia limitada (bahiraṅga-śakti), su potencia ilimitada (antaraṅga-śakti) y su potencia marginal (jīva-śakti) como rasgo elemental de Su naturaleza. Si así no lo hiciera, no podría ser llamado omnipotente o completo,o līlā-māyā, de acuerdo a Su dulce voluntad El ocupa algunas jīvas en Su potencia limitada, al fin y al cabo son energías del Señor creadas para Su placer, “cid-vilāsa”, por lo tanto algunas participan en Su līlā con Su potencia limitada y otras en Su līlā con Su potencia ilimitada, todo se hace de acuerdo a Su dulce voluntad, por ende no mancha o culpa debe ser atribuida al Señor por este estado de acontecimientos (Ni las Hojas, p. 12-13)».

No, el Señor dota a las entidades vivientes de potencia limitada en el sentido de que son muy pequeñas y están siempre situadas en la posición marginal, cuando comienzan a implicarse con Su potencia material es por su elección, no por la de El.

Además, en este significado de Śrīla Prabhupāda citado por los autores de Ni las Hojas leemos:

«Si no hubiera nadie que controlara no tendría sentido el concepto del supremo controlador (īśvara) tal como un rey no tendría sentido sin sus súbditos, si todos los ciudadanos fueran rey entonces no habría diferencia entre el rey y el ciudadano ordinario, así que para que el Señor sea el controlador supremo debe haber una creación para controlar, el principio básico de la existencia de las entidades vivientes se denomina cid-vilāsa o potencia espiritual, el omnipotente Señor exhibe Su potencia de placer en la forma de las entidades vivientes».

(Del significado a Cc. Adi 7.116, citado en página 12)

La “creación para controlar” que se refiere aquí no es tan solo el mundo material, incluye también al reino espiritual, La cid-vilāsa del Señor de controlar a Sus súbditos también involucra a las nitya-siddha jīvas, los autores de Ni las Hojas no deberían haber interpretado esto tan específicamente al describir la situación especial de las nitya-baddhas.

«Los lectores también deben observar que ambas explicaciones definitivas de Śrīla Bhaktivinoda y de Śrīla Prabhupāda acerca de la naturaleza del Señor y el cautiverio de la jīva, están de acuerdo y en ambos casos no se menciona a las almas cayendo de Vaikuṇṭha, si alguien dudara que ésta es una descripción definitiva del siddhānta, los lectores deberían considerar la frase concluyente en el pasaje de Śrīla Prabhupāda: “Esta es la comprensión filosófica perfecta de la Verdad Absoluta” [Adi 7.116, significado (parte)], en el mismo significado antes de la parte citada escribió: “Esta es la comprensión filosófica pura”. Tales declaraciones concluyentes, no dejan cabida a la duda de que en este significado, Śrīla Prabhupāda expuso abiertamente el siddhānta. Y si alguno expresara que no tiene que ver con el tema de la jīva señalamos presurosamente que él plantea la pregunta: “¿Por qué hay necesidad de crear las chispas espirituales?” Y lo responde (Ni las Hojas, p. 13-14)».

El significado de Śrīla Prabhupāda al Caitanya-caritāmṛta, ṇdi-līlā, 7.116 es ciertamente definitivo, pero no describe que las almas condicionadas deban ser diferenciadas de las liberadas, en consecuencia la pregunta de dónde la jīva es ciertamente respondida por este significado, pero no la pregunta de dónde las jīvas caídas.

«En el Jīva-dharma, Capítulo Dieciséis, Bhaktivinoda Ṭhākura define el significado de anādi-karma: “La raíz de todo karma es el deseo de actuar y ésto tiene su raíz en avidyā, olvidar que 'Soy el sirviente de Kṛṣṇa' es avidyā, este avidyā no nace en el tiempo material, surge en la región taṭastha, por consiguiente el karma no tiene comienzo en el tiempo material, por esta razón el karma se denomina anādi, algunas personas toman esta definición de anādi como una indicación de la caída de la jīva pensando que si el karma no comienza en el tiempo material debe comenzar en el tiempo espiritual pero eso es imposible, es seguro que no puede tener comienzo en el tiempo espiritual porque de acuerdo a Bhaktivinoda Ṭhākura cada suceso en el mundo espiritual es eterno (Capítulo Quince) cij-jagatera kāla akhaṇḍarūpe nitya-vartamāna..., si el karma tuviera un comienzo en el mundo espiritual nunca tendría fin, pero todos los filósofos Védicos concuerdan en que el karma finaliza en el momento de la liberación, por lo tanto Bhaktivinoda Ṭhākura dijo que avidyā, la raíz del karma surgió de esa región taṭastha, no en Vaikuṇṭha, dejamos al lector sagaz que se figure dónde está la región taṭastha, en todo caso no es Vaikuṇṭha (Ni las Hojas, p. 15)».

El significado de Śrīla Prabhupāda al Caitanya-caritāmṛta, ṇdi-līlā, 7.116 es ciertamente definitivo, pero no describe que las almas condicionadas deban ser diferenciadas de las liberadas, en consecuencia la pregunta de dónde la jīva es ciertamente respondida por este significado, pero no la pregunta de dónde las jīvas caídas.

En todo caso la frase: “Este avidyā no nace en el tiempo material” es directamente seguida por “surge en la región taṭastha”, surge, llega a ser, tiene un comienzo; se denomina anādi simplemente porque “no tiene comienzo en el tiempo material”, la región taṭastha no es un lugar material, ni una ubicación en el reino espiritual, es la jīva misma, en la jīva surge la ignorancia y luego aparece junto con su karma en el mundo material. Esto es lo que las propias palabras expresan aquí, aceptadas simplemente.

Profundizar aún más en lo que estas palabras realmente quieren decir con “lógicamente” no es aconsejable, tal como el propio Śrīla Bhaktivinoda advierte (Jīva-dharma, Capítulo Quince):

«Cualquier descripción que hagamos debe realizarse dentro de la jurisdicción del tiempo y espacio materiales, especialmente cuando hacemos declaraciones tales como: “la jīva fue creada”, “la jīva luego fue capturada por māyā”, “el mundo espiritual fue manifiesto” y “la constitución de la jīva es espiritual y no es un producto de māyā”; nuestras palabras están necesariamente regidas por el tiempo material, no podemos sino expresarnos a nosotros mismos en nuestro estado condicionado, 'un sirviente eterno de Kṛṣṇa, la jīva olvida su verdadera identidad y es capturada por māyā', todos los Vaiṣṇavas lo dicen, pero también saben que la jīva es una entidad eterna y es de dos variedades: nitya-baddha y nitya-mukta, la inteligencia humana se expresa de esta forma sobre el tema porque está sujeta a la ilusión, sin embargo quienes son sabios perciben la realidad trascendental mediante la profunda meditación espiritual, nuestras palabras son meramente materiales y lo que sea que digamos estará teñido con las faltas del lenguaje, la lógica no tiene cabida en discusiones como ésta, es inútil tratar de aparejar la lógica con todo lo que sea acintya».

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