Niti Sastra La ética política de Canakya Pandita
<< Capítulo 5 >>

Agni es la persona que debe adorar los dos veces nacidos; los brahmanas deben ser adorados por las otras órdenes; el marido por la esposa; y el invitado que viene a comer a la hora del almuerzo debe ser adorado por todos.
Igual que el oro se prueba de cuatro maneras: frotándolo, cortándolo, calentándolo y golpeándolo; de la misma manera puede ser probado un hombre mediante estas cuatro cosas: su renunciación, su conducta, sus cualidades y sus actos.
Una cosa puede ser temida mientras no nos haya acaecido a nosotros. Pero una vez que nos ha alcanzado hay que desembarazarse de ella sin titubear.
Aunque alguien puede haber nacido del mismo vientre y bajo el reino de los mismos astros que otro, no por eso son iguales en su carácter, como tampoco son iguales los miles de frutos que produce el árbol badari.
Aquel cuyas manos están limpias no le gusta tener un cargo; el que no desea nada no se preocupa de los adornos del cuerpo; aquél que solo está parcialmente educado no puede hablar agradablemente, y el que habla claramente no puede ser un engañador.
Los que saben son envidiados por los tontos; los ricos por los pobres; las mujeres castas por las adúlteras; y las damas hermosas por las feas.
La indulgencia arruina el estudio; el dinero se pierde cuando se pone a cargo de otros; el agricultor que siembra sus tierras sin mucha semilla se arruina y un ejército se pierde por falta de un general.
El saber se reafirma cuando es puesto en práctica; el prestigio de la familia se mantiene gracias a la buena conducta; una persona respetable es reconocida por sus cualidades superiores y la ira se percibe en los ojos.
La religión es protegida por la riqueza; el conocimiento gracias a la práctica dirigente; un rey con palabras conciliadoras; y el hogar gracias a una esposa con conocimiento de sus deberes.
Aquellos que menosprecian el saber védico ponen en ridículo el estilo de vida recomendado en los Sastras y se burlan de los hombres de temperamento tranquilo, se hacen merecedores de dificultades innecesarias.
La caridad acaba con la pobreza; la conducta recta con la avaricia, la discreción pone fin a la ignorancia y el análisis aleja el miedo.
No hay enfermedad más destructiva que la lujuria; ni enemigo mayor que el orgullo, ni fuego como la ira, ni felicidad como el conocimiento espiritual.
El hombre nace solo y muere solo, y sufre las buenas o las malas consecuencias de su karma en solitario, y solo va al infierno o a la morada suprema.
El paraíso carece de importancia para el que conoce la vida espiritual (la conciencia de Krsna), al igual que la vida para el hombre valiente, la mujer para el que ha dominado los sentidos, y el universo para el que carece de apegos por el mundo material.
El conocimiento es el amigo en los viajes, la esposa lo es en la casa, la medicina en la enfermedad y los méritos religiosos son los únicos amigos después de la muerte.
La lluvia que cae sobre el mar es inútil, como lo es el alimento para el que se encuentra saciado, el regalo para el que es rico y la lámpara encendida durante el día.
No hay agua como la de la lluvia, ni fuerza como la propia, ni luz como la de los ojos, ni riqueza más apreciada que los cereales.
El pobre desea la riqueza, los animales la facultad del habla, el hombre el paraíso y las personas de cualidad divina la liberación.
La tierra se mantiene gracias al poder de la verdad; es el poder de la verdad lo que hace que el sol brille y el viento sople. En verdad todo descansa sobre la verdad.
La diosa de la riqueza es inestable, como lo es el aliento vital. La duración de la existencia es insegura como lo es el lugar de descanso; dentro de este mundo inconsistente sólo los méritos religiosos son inamovibles.
Entre los hombres el barbero es astuto, entre los pájaros el cuervo, entre las bestias el chacal y entre las mujeres la muchacha flor.
Estos cinco son vuestros padres: el que os ha dado nacimiento, el que os ha hecho entrega del cordón sagrado, el que os instruye, el que os da alimento y el que os protege de todas las situaciones peligrosas.
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