| Entonces, el Señor Krsna envió a los Pandavas recién casados hermosas variedades de perlas, diamantes y adornos de oro puro. El Señor Krishna, conocido como Madhava, también envió ropa costosa de muchos países, junto con mantas, piel de ciervo y joyas. Todos estos fueron agradables al tacto y de la más pura calidad. Envió camas grandes y asientos de todas las variedades, grandes vehículos en diferentes estilos y cientos de embarcaciones con incrustaciones de diamantes y gemas de ojo de gato. El Señor Krsna también envió miles de encantadoras jóvenes cuidadoras meticulosas, bellamente adornadas y de muchos países. Envió elefantes obedientes y de buen carácter, caballos celestiales con adornos finos y carros maravillosamente sensibles, decorados con brillantes telas doradas. El Señor Krishna, Madhusudana, el Alma inconmensurable del universo, también envió ladrillos de oro sin trabajar por millones. Dharmaraja, Yudhisthira, aceptó todos estos regalos con la mayor alegría. Su único motivo era complacer a su Señor, Krishna, conocido como Govinda, la fuente suprema de placer para los sentidos de todos los seres vivos.
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