Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 57 La rivalidad entre Drona y Drupada >>

El brahmana dijo:
Cerca de la entrada del Ganges (donde el río sagrado inicia su curso terrenal) vivió un poderoso santo y asceta llamado Bharadvaja, que era muy erudito y fiel a sus votos religiosos. Una vez, cuando llegó al Ganges a bañarse, vio una casta apsara llamada Ghrtaci, una bailarina de los planetas celestiales, que acababa de llegar y de tomar su baño. Justo en ese momento, mientras estaba de pie en la orilla del río, el viento vino y se robó su ropa.

Al verla sin ninguna cobertura, el sabio no podía dejar de desearla. Aunque había practicado cuidadosamente el celibato desde la infancia, su mente estaba ahora enredada con la diosa. En su excitación, el semen se derramó de su cuerpo. El sabio colocó su semilla en una olla, y Drona nació de esa olla como el hijo del sabio. Como un niño, Drona estudió a fondo los Vedas con todas sus ramas.

Bharadvaja tenía un amigo llamado Prsata, un rey que tenía un hijo llamado Drupada. El joven Drupada iría siempre al retiro del sabio, y el poderoso príncipe jugaba y estudiaba con Drona. Entonces Prsata falleció, y Drupada se convirtió en rey.

Drona oyó que el Señor Parasurama, que se había retirado al bosque, deseaba dar toda su riqueza a los brahmanas. Así que Drona, hijo de Bharadvaja, fue a él y le dijo: "Oh noble nacido dos veces, soy Drona, y sabrás que he venido con necesidad de dinero".

El Señor Parasurama dijo: "Todo lo que me queda ahora es mi propio cuerpo y mis armas. Entonces, Brahmana, puedes elegir, ya sea mi cuerpo o mis armas".

Sri Drona dijo: -Señor, es mejor que me das todas tus armas y la tecnología necesaria para atraparlas y retirarlas.

El Señor Parasurama, nacido en la dinastía Bhrgu, aceptó la petición y presentó todas sus armas a Drona. Drona estaba jubiloso, pues había recibido de Parasurama la más respetada de todas las armas: el brahmastra. Ahora superaba a la humanidad en armamento.

Con su feroz poder nuevo, el hijo de Bharadvaja era un tigre entre los hombres. Al acercarse al rey Drupada dijo: "Yo soy tu viejo amigo".

El rey Drupada dijo: "Un hombre sin educación no puede ser un amigo para un hombre erudito, ni un hombre sin carro a un guerrero de carro, ni un no rey a un rey." ¿Qué necesidad hay para un amigo del pasado?

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