Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 55 Bhima confronta a Baka >>

Cuando había transcurrido la noche el Pandava Bhimasena reunió la comida y fué a donde esperaba el antropófago, acercándose al bosque del raksasa el poderoso Pandava gritó el nombre del raksasa, Baka, invitándolo a venir y comer el alimento. Acto seguido el raksasa, oyendo las palabras de Bhimasena, llegó furioso a donde estaba localizado Bhima, el cuerpo de Baka era enorme y mientras se acercaba a gran velocidad parecía que hacía añicos la tierra. Baka levantó las cejas, las cuales parecían como tridentes y se mordió horriblemente los labios.

[Mientras esperaba al demonio Bhima había comenzado a comerse el alimento], Viendo Baka que Bhimasena estaba comiendo el alimento destinado para él, el raksasa abrió completamente los ojos y enojado dijo: "Quien es este estúpido que ante mis ojos come el alimento enviado para mí? ¡Debe estar ansioso por visitar al señor de la muerte!

Al escuchar esto, ¡oh Bharata!, Bhima simplemente rió y groseramente ignoró al raksasa, miró a lo lejos y continúo comiendo. Entonces el antropófago con un aterrador chillido levantó las manos y se acercó para matar a Bhimasena, pero el poderoso guerrero Pandava de nuevo mostró su desprecio por el raksasa y sin levantar la vista continúo comiendo.

Con indignación furiosa el Raksasa se paró detrás del hijo de Kunti y lo golpeó en la espalda con los dos puños. Aunque golpeado duramente por el poderoso demonio, aun así Bhima ni siquiera miró al raksasa y continúo comiendo.

Bhima gradualmente terminó la comida y después de lavarse las manos y la boca con agua, el mejor de los hombres se paró con todo su inmenso poder y rebosante de alegría por la oportunidad de pelear.

Ahora realmente enfurecido el poderoso raksasa arrancó un árbol y de nuevo arremetió contra Bhima tratando de destrozarlo con esta arma, le arrojó el árbol furiosamente a Bhima. Pero éste simplemente lo detuvo, lo sostuvo con la mano izquierda y rió a carcajadas, ¡oh Bharata!

En seguida el demonio arrancó muchos tipos de árboles y se los lanzó a Bhima, quien se los arrojó de regreso al raksasa. Una aterrorizante pelea utilizando los árboles surgió entre Baka y el Pandava, ¡oh rey!, y todos los árboles del bosque fueron destrozados.

Luego Baka gritando orgullosamente su nombre se apresuró contra el poderoso Bhima y lo agarró con los brazos, Bhimasena entonces envolvió fuertemente al raksasa entre sus enormes brazos. Mientras el demonio se retorcía con todas sus fuerzas del agarre de Bhima, el poderoso Bhima lo arrastró y luego el demonio también arrastró a Bhima, de esta manera el antropófogo se afligió por una intensa fatiga. Debido al gran poder de los dos luchadores la tierra temblaba. Combatiendo a su paso a través del bosque pulverizaron árboles gigantescos.

Viendo claramente que el raksasa llegaba al final de su resistencia, Vrkodara, Bhima, lo arrojó contra el suelo y lo golpeó con los puños. Después Bhima presionó fuertemente con su rodilla en la espalda del demonio, sosteniendo el cuello del demonio con su mano derecha y sujetando la ropa del demonio por la parte izquierda de su cintura. Mientras el demonio daba de gritos y alaridos debido a una horrible angustia, Bhima lo quebró en dos y el horrible monstruo fue desmembrado, la sangre fluía de su boca.

Aterrados por el ruido los fieles seguidores del raksasa salieron rapidamente de sus casas, ¡oh rey!, acompañados de sus sirvientes. El poderoso Bhima los calmó pues se estaban desmayando de miedo. El mejor de los combatientes los hizo aceptar un trato: "Ustedes Raksasas nunca más deberán cometer violencia en contra de los seres humanos, aquellos que cometan un acto violento serán inmediatamente matados de la misma forma que Baka".

¡Oh Bharata!, cuando los raksasas escucharon esta orden respondieron: "¡Que así sea!" y aceptaron los términos del trato. Desde ese momento, ¡oh Bharata!, los raksasas de ese país se volvieron pacíficos y se les podía ver andar por la ciudad junto con los humanos que residían allí.

Bhima tomó el cuerpo sin vida del antropófago, lo arrojó por la puerta de la ciudad y se fué sin ser visto. Habiendo matado al demonio Bhima regresó a la casa del brahmana y le narró al rey Yudhisthira todo lo que había sucedido.

Al amanecer, cuando la gente comenzó a caminar por las afueras de la ciudad contemplaron al Raksasa yaciendo muerto en el suelo, desmembrado, la sangre aún rezumaba del cuerpo, el cual parecía la cima de una montaña. Viendo la espantosa escena, regresaron a la ciudad de Ekacakra y comunicaron la noticia.

Después, ¡oh rey!, los hombres de la ciudad llegaron por miles junto con sus esposas, ancianos y niños para ver el cuerpo muerto de Baka. Todos ellos estaban asombrados de este acto sobrehumano y todas las personas rezaron y adoraron a sus Deidades. Los ciudadanos calcularon a quien le tocaba ese día alimentar al demonio, de este modo se aproximaron al brahmana y le preguntaron acerca del imponente evento.

Aunque interrogado repetidamente el brahmana protegió a los Pandavas. El mejor de los sabios declaró a toda la gente de la ciudad: "Cuando me preparé para alimentar al demonio estaba llorando junto con mi familia cuando un poderoso brahmana con conocimiento perfecto de los mantras me vió en esa condición lastimosa, primero preguntó acerca de la causa de mi sufrimiento y luego acerca del infortunio de la ciudad. Riéndose como para alentarme ese muy noble brahmana con valentía dijo: '¡Entregaré este alimento al malvado Baka! No temas por mi seguridad'. Tomó el alimento y fue hacia el bosque de Baka, evidentemente fue ese santo quien logró esta proeza para el bien del mundo".

Todos lo brahmanas y príncipes ksatriyas quedaron muy asombrados, junto con los comerciantes y obreros alegremente celebraron un festival en honor de los brahmanas [porque un brahmana los había salvado], al poco tiempo todos los campesinos llegaron a la ciudad para ver la gran maravilla. Los hijos de Prtha continuaron residiendo en el mismo lugar.

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