Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 45 Hidimba, el come hombres >>

No muy lejos del bosque donde los Pandavas dormían, vivía Hidimba, un Raksasa, una criatura monstruosa que se alimentaba de carne humana, hizo su casa en un gigantesco árbol Sala y poseía gran poder y fuerza, sus características deformes eran horrendas, tenía ojos amarillos brillantes, una boca enorme con dientes como sables y una insaciable ansia por carne humana. Aquejado por el hambre vagaba en la noche cuando por casualidad descubrió a la distancia a los Pandavas que dormían y a la madre de éstos. Agitando su cabeza, sus cabellos ásperos y parduscos se los rascaba con los dedos, el Raksasa abrió ampliamente su gran boca y bostezó, mirando reiteradamente a los príncipes dormidos

El gigante malvado, quien comía con terrible fuerza la carne humana, olió el aroma de la carne humana y le dijo a su hermana: "Después de mucho tiempo ha llegado algo de comida que verdaderamente me gusta, se me hace agua la boca con deleite y me estoy relamiendo los labios, por fin voy a poder hundir mis ocho mortíferos dientes en los jugosos cuerpos carnosos. Voy a pisar sobre los cuellos humanos, les arrancaré la yugular y luego voy a beber mucha sangre caliente y espumosa. Ve y averigüa quienes son los que están durmiendo tan confiadamente en el bosque.

"El aroma de la carne humana es muy fuerte y me da mucho placer, ve y mata a todos esos humanos y traeme sus cuerpos, no tienes nada que temer de ellos ya que están durmiendo en mis dominios, prepararemos muy bien la carne de esos humanos y después tendremos fiesta los dos. ¡Rápidamente has lo que te digo!"

Obedeciendo la orden de su hemano, la monstruo Raksasi saltando de un árbol a otro fue velozmente a donde dormían los Pandavas ¡oh el mejor de los Bharatas! Al arribar ahí vió a los Pandavas y a la madre de éstos, Prtha, durmiendo en el suelo y vió al invencible Bhimasena custodiándolos, pero cuando vio a Bhimasena de pie tan alto y robusto como el tronco de un árbol Sala y de una hermosura incomparable la Raksasi lo deseó.

"Ese guapo hombre moreno tiene brazos fuertes, hombros como un león y un cuerpo que parece que brilla; su cuello es grueso y precioso como una concha de caracol y sus ojos son como los pétalos de una flor de loto. ¡El es idóneo para ser mi marido! Nunca llevaré a cabo la cruel orden de mi hermano, el amor que siente una mujer por su esposo es más fuerte que la amistad con su hermano, si mato a estas personas mi hermano y yo estaremos contentos por una hora, más o menos, pero si no los mato voy a disfrutar para siempre".

Capaz de transformar su cuerpo a voluntad, la Raksasi entonces tomó la forma de una mujer guapísima, adornada con ornamentos celestiales y muy lentamente como una tímida enredadera se acercó al poderoso y armado Bhimasena.

Hidimba le sonrió a Bhima y le dijo: "¿De dónde vienes noble hombre y quién eres? ¿Quienes son los hombres que duermen aquí tan guapos como dioses? ¿Y quién es esta delicada mujer de color marrón claro y radiante, que ha venida aquí al bosque contigo y está acostada durmiendo tan segura como si estuviera en su propia casa? Ella no sabe que la jungla agreste está habitada por Raksasas y que el más malvado de los Raksasas llamado Hidimba mora en este lugar, ese perverso Raksasa es mi hermano y me envió aquí porque quiere comer la carne de todos ustedes, ¡oh divino!, pero cuando te observé tan hermoso como un hijo de los dioses, no deseé a nadie más como marido, te digo la verdad.

"Ahora que sabes esto, por favor trátame adecuadamente, mi mente y cuerpo te desean, acéptame como yo te he aceptado, ¡oh inocente, conviertete en mi esposo y te salvaré del Raksasa caníbal; luego ¡oh bien armado!, viviremos juntos con las montañas como nuestra ciudadela. Puedo volar a través del espacio y deambular por donde lo deseé. Ven conmigo y descubre el placer que no has conocido anteriormente!"

Bhimasena dijo: "Mi querida Raksasi ¿qué hombre abandonaría a su madre y a su hermano mayor y a sus hermanos menores como ellos cuando tiene el poder de protegerlos? ¿Cómo un hombre como yo puede dar de alimento a los hermanos y a la madre dormidos para los Raksasas e ir de romance?

La Raksasi dijo: "Voy a hacer todo lo que quieras, despiértalos y gustosamente voy a salvarlos a todos ustedes del Raksasa caníbal".

Bhimasena dijo: "¡Oh Raksasi!, mis hermanos y mi madre están durmiendo pacíficamente en estos bosques y no los despertaré por temor a tu malvado hermano, ¡oh mujer tímida!, ¡oh dama de bellos ojos, ningún Raksasa, ser humano, Gandharva ni Yaksa puede resistir mi destreza. Puedes irte o permanecer, buena mujer, has lo que gustes o envíame de una vez a tu hermano caníbal, ¡oh mi fina belleza!"

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