Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 41 La ira de los ciudadanos >>

Cuando la noche había finalizado cada hombre y mujer en la ciudad se apresuraron hacia las ruinas buscando a los amados hijos de Pandu y cuando la gente finalmente extinguió el incendio, entendieron por los restos de la casa que había sido intencionalmente construida de laca y que el ministro Purocana se había quemado en el incendio.

"Seguramente Duryodhana, el malhechor, arregló esto para destruir a los Pandavas", las personas sollozaban. "Sin duda alguna el hijo de Dhrtarastra ha ejecutado a los herederos del imperio de Pandu y Dhrtarastra quemándolos y no prohibió este asesinato. Ahora es evidente que Bhisma, el hijo de Santanu, realmente no está siguiendo los principios religiosos, ni Drona, Vidura, Krpa y los demás Kauravas. Nosotros mismos enviaremos un mensaje al malvado Dhrtarastra: 'Tu más grande deseo está ahora cumplido, has matado quemando a los hijos de tu propio hermano Pandu'".

Buscando a los Pandavas la gente removía lo que había quedado de la casa quemada y vieron a la mujer Nisada con sus cinco inocentes hijos muertos quemados, mientras ayudaban a limpiar y purificar el área el mismo excavador que había construido el túnel cubrió el hoyo con escombros para que pasara desapercibido para los demás ciudadanos.

Después la gente del pueblo le avisó a Dhrtarastra que los Pandavas junto con el ministro Purocana habían muerto quemados por el fuego.

Después de escuchar las pésimas noticias de la destrucción de los hijos de Pandu, Dhrtarastra se lamentó en gran agonía.

"¡Hoy mi amado hermano el rey Pandu ha muerto y no habrá otro como él, ya que sus heroicos hijos han muerto quemados junto con su pobre madre! Los hombres deben ir inmediatamente a la ciudad de Varanavata y ofrecer los más grandes honores mortuorios a esos heroes y a la preciosa hija del rey Kuntibhoja. Dispon inmediatamente de unas grandes y magníficas urnas para guardar sus restos y permite a todos aquellos que los amaron, quienes fueron sus amigos, rendirles homenaje en éste momento trágico. En estas circunstancias dificiles cualquier cosa que pueda hacer para beneficiar a estas almas difuntas de los Pandavas y Kunti debe hacerse y nosotros cubriremos los gastos por ello!"

Tras haber hablado y rodeado de sus familiares, Dhrtarastra, el hijo de Ambika, ofreció agua sagrada a los hijos de Pandu, los Kauravas lloraron y dieron alaridos en una profunda angustia pero Vidura se lamentó solo brevemente pues conocía la verdad.

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