Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 39 El excavador >>

¡Oh rey!, Vidura tenía un querido amigo que era un excavador profesional, un día se reunió con los Pandavas en un lugar solitario y dijo: "Soy experto en excavación, Vidura me ha enviado y me dijo: 'Los Pandavas necesitan ayuda', por favor díganme ¿qué puedo hacer por ustedes? Vidura me dijo en privado: 'Ten plena fe en los Pandavas y trata lo mejor posible en ayudarlos', por lo tanto ¿qué puedo hacer por ustedes?

"En la decimocuarta noche de la quincena obscura, Purocana pondrá fuego en la puerta de tu casa.

El decidido plan de Duryodhana como lo he escuchado es el siguiente: 'Los Pandavas son líderes de la gente y ellos tienen que ser quemados hasta morir junto con su madre'. Cuando ustedes estaban saliendo de la ciudad, ¡oh Pandava!, Vidura habló algunas palabras contigo en el dialecto de los Mlecchas y tú le respondiste 'que así sea', menciono esto para ganar tu confianza".

Consagrado a la verdad Yudhisthira el hijo de Kunti respondió: 'Amable señor yo sé que eres verdaderamente un amigo bienqueriente de Vidura y que eres inofensivo, confiable y que siempre tratarás de complacernos, tu firme devoción a nuestra causa es obvia y no se necesita una contraseña del erudito Vidura para que nosotros te reconozcamos. Así lo que es Vidura para nosotros así lo eres tú, no vemos diferencia en ti; debemos ser leales contigo del mismo modo que somos con él, ahora por favor sálvanos como el sabio Vidura lo haría.

"Estoy enterado de que Purocana construyó ésta así llamada casa siguiendo las órdenes de Duryodhana de quemarnos hasta morir, el pecaminoso hijo de Dhrtarastra tiene una gran tesorería y aliados, y siendo un hombre malvado y de malos pensamientos, constantemente nos acosa. Cuando nos quemen vivos el deseo de Duryodhana será cumplido pero tú, señor, deberás trabajar para salvarnos de ese fuego.

"Al lado de nosotros hay un arsenal totalmente equipado del malvado Purocana, sus muros se encuentran contra de nuestra casa grande. Ciertamente que Vidura conocía previamente el plan del malévolo Purocana y por consiguiente nos advirtió, la crisis que él había previsto está ahora sobre nosotros, debes salvarnos sin exponer nuestro plan a Purocana".

El excavador prometió hacerlo tal y como Yudhisthira lo pidió y comenzó la tarea con celo, cavó un túnel y un gran hoyo en medio de la casa con una engañosa entrada pequeña para que facilmente pudiera ser cubierta y el suelo quedaba llano y liso. Temiendo a Purocana de mentalidad maligna quien practicamente vivía en la puerta de la casa, el excavador disfrazó el hoyo tan bien que no pudo ser detectado.

Los Pandavas pasaron las noches en la casa manteniendo las armas a la mano, y durante el día y con el pretexto de afición por la cacería deambulaban de un bosque a otro. Fingiendo confianza pese a no tener ninguna y fingiendo satisfacción aunque siempre se encontraban en ansiedad los Pandavas vivieron en extrema angustia, engañaron exitosamente a Purocana, tampoco ningún residente de la ciudad supo de la excavación, excepto por un hombre, el más hábil excavador quien era de la total confianza de Vidura.

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