Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 31 La coronación de Karna >>

Los hijos de Dhrtarastra permanecieron a un lado de Karna en la arena, y Drona, Krpa y Bhisma se quedaron a un lado de Arjuna. También dos bandos surgieron entre las damas en el público; solamente Kuntidevi, la hija del rey Kuntibhoja, comprendió que una pelea a muerte entre hermanos de sangre estaba a punto de llevarse a cabo, porque tanto Arjuna como Karna eran sus hijos. Así Kunti desfalleció por la ansiedad. Viéndola en una confusión total, Vidura, el conocedor completo de la justicia, trató de que entrera en razón rociándole agua mezclada con sándalo. Kunti recobró la razón y viendo que sus dos hijos estaban listos con armaduras pasó por semejante angustia que no podía entender nada de lo que estaba pasando.

Krpa, el hijo de Saradvan, era un experto en las costumbres y reglas de un duelo porque sabía todas las leyes sagradas. Por lo tanto les dijo a los dos guerreros que se encontraban parados con sus largos arcos levantados listos para la acción: "Este hombre de aquí es el querido hijo de Pandu y el hijo menor de Prtha, es un príncipe Kuru y combatirá contigo señor. Y tú, el poderosamente armado, debes decirnos ahora los nombres de tu madre y padre y tu linaje real. ¿Quiénes son esos líderes de hombres a quienes tú les das gloria? Tan pronto como sepamos esto, el hijo de Prtha alistará su arco contra ti, o quizás no lo hará".

Cuando Karna fue así requerido se le frunció el rostro de vergüenza, como una flor de loto marchita ahogada por las aguas monzónicas.

Duryodhana dijo: " Profesor, nuestras escrituras religiosas concluyen que un hombre se vuelve un rey de tres formas: Al nacer en una familia real, por actos de heroísmo, y por dirigir un ejército. Si Arjuna no desea pelear con alguien que no sea rey entonces yo nombro a este hombre rey de las tierras de Anga".

En ese preciso momento brahmanas eruditos con gran ceremonia ungieron al poderoso Karna con granos sagrados y flores, lo bañaron con agua tomada de jarras de oro, lo sentaron en un asiento de oro y le entregaron riquezas al guerrero maharatha porque era el nuevo monarca de Anga; luego recibió la parafernalia de la realeza, tal como la sombrilla real y el abanico de cola de yak y fue honrado con vítores. Luego Karna le dijo a Duryodhana: "¿Qué te puedo dar o qué puedo hacer que iguale al reino que me regalaste? Dímelo e indudablemente lo tendrás".

"Deseo tener una amistad imperecedera contigo", respondió Duryodhana. A lo que Karna contestó: "¡Que así sea!" Los dos guerreros felizmente se abrazaron y sintieron la alegría más grande.

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