Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 2 El matrimonio de Kunti >>

Vaisampayana continúo:
La hija de Kuntibhoja podía hacer grandes votos y llevarlos a cabo fielmente, ya que para ella era una delicia seguir las leyes de Dios, poseía una gentileza natural y su belleza estaba mas allá de cualquier comparación, dotada con una gracia femenina extraordinaria y aunque estaba en la flor de la juventud, ningún príncipe idóneo se había atrevido a pedir su mano en matrimonio. Prtha también conocida como Kunti estaba considerando su futuro, actuando a través de su padre hizo un llamado a todos los mejores príncipes y reyes anunciandoles que su padre el rey la entregaría en la ceremonia svayamvara, después, cuando el día establecido llegó y en medio del escenario la juiciosa joven dama observó al tigre de todos los reyes, Pandu, el grandioso hijo de la dinastía Bharata.

De miles de monarcas que ansiosamente la cortejaron Kunti escogió al joven y poderoso Pandu, el amado príncipe Kuru quien tenía el pecho de un león, hombros como los de un elefante y grandes y hermosos ojos tan audaces como los de un toro iracundo. Así como el sol cubre el esplandor de innumerables estrellas, del mismo modo Pandu cubría el esplandor de todos los demás reyes de la Tierra simplemente al estar en el festivo escenario, en esa asamblea real parecía tal como un nuevo Indra.

La hija de Kuntibhoja era esplendorosamente hermosa y su cuerpo juvenil era una creación perfecta, cuando fianalmente vió a Pandu, el mejor de los hombres, en la asamblea real, tuvo una agitación fuerte en su corazón, su cuerpo entero se llenó con deseos románticos y su mente estable se perturbó, Kunti tomó la guirnalda de la ceremonia y tímidamente se acercó al rey Kuru y la colocó en sus hombros aceptándolo de este modo como su amado esposo.

Cuando todos los reyes reunidos escucharon que Kunti había escogido a Pandu abandonaron el lugar de la forma en que habían llegado, en elefantes, caballos y cuadrigas. Luego el padre de Kunti realizó una ceremonia de matrimonio opulenta digna de la hija de un rey [a menudo en la ceremonia svayamvara algunos reyes desafiaban al prometido para probar su fuerza, pero en esta ocasión ningún guerrero se atrevió a aproximarse en contra del joven Pandu].

Pandu aceptó la mano de Kunti con amabilidad y encanto y todos concordaron que tenía una vida afortunada y que nadie podía estimar la fortuna y felicidad del hombre que había conseguido a tan cualificada esposa, Pandu se unió en sagrado matrimonio con la hija de Kuntibhoja así como el poderoso Indra se había unido con la semidiosa Paulomi.

El rey Kuntibhoja, el señor de la Tierra, casó a su hija Kunti con Pandu y luego honró a su yerno con toda clase de valiosos regalos y envió a Pandu junto con su nueva esposa a la ciudad de los Kurus. Con preocupación paternal por la pareja real también organizó para que una poderosa escolta militar adornada con una variedad de coloridas bandera y festones los acompañara.

Cuando Pandu llegó a su ciudad se encontró con una recepción igualmete festiva, grandes sabios y brahmanas cualificados lo escoltaron hacia adentro de la majestuosa ciudad capital, al mismo tiempo lo bendijeron y elogiaron con himnos hermosos. Después de completar con breves formalidades el rey Pandu constató de que su esposa Kunti estuviera confortablemente establecida en su nuevo hogar.

Posteriormente viajó con Devavrata Bhisma a la capital de Madra, por Madri, la hija del gobernante de Madra, quien era famosa a través de los tres mundos como una mujer de incomparable belleza, fue adquirida en nombre de Pandu con el pago de un enorme tesoro, luego Bhisma organizó el matrimonio de ella con la gran alma, Pandu.

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