Mahābhārata La historia de la Gran India
<< 10 El nacimiento de los hijos de Madri >>

El rey Pandu fue condenado a morir si alguna vez se acercaba a sus esposas para tener relaciones sexuales. Por lo tanto y a su petición, su esposa Kunti dio a luz a tres hijos por unión con semidioses. A medida que el Mahabharata continúa, el sabio Vaisampayana cuenta el nacimiento de dos hijos a Madri, la otra esposa de Pandu, y de la muerte del rey. Para el poderoso rey, que en el bosque había dominado sus sentidos como antes había conquistado a sus enemigos, cayó presa de la lujuria incontrolada.

Vaisampayana continúo:
Después de que Kunti y Gandhari dieron nacimiento a sus hijos, la adorable Madri, hija del rey de Madra, se acercó a su esposo Pandu en un lugar sagrado y le habló las siguientes palabras: No tengo queja en contra tuya, incluso si me hubieras tratado injustamente, siempre he tomado un rol inferior, aunque por derecho tenía que ser honrada. Ni siquiera estuve infeliz o celosa cuando escuché que Gandhari dió a luz a cien hijos. Pero permíteme decirte qué es lo que me hace muy, muy infeliz. Aunque soy igual a estas mujeres, ¡no tengo hijos! Es nuestra buena fortuna que Kunti te haya dado hijos para preservar el linaje de tu familia. Si a ella le fuera posible hacer los arreglos para que yo también tenga hijos eso sería la mayor bendición para mí y también sería bueno para ti, porque debido a una rivalidad natural con Kunti yo no puedo pedirselo, pero si estás complacido de alguna manera conmigo después de todos estos años, debes personalmente de convencerla.

.Pandu dijo:
Mi querida Madri, tú sabes que el deseo por tener hijos siempre me ha dado vueltas en mi corazón [yo quería que tú le pidieras a Kunti que compartiera contigo su bendición, pero] no me atreví a pedírtelo porque no estaba seguro si te complacería la idea o no, pero ahora conozco tus sentimientos y acepto la responsabilidad de hacerlo personalmente para ti, estoy seguro que Kunti cumplirá mi instrucción.

Vaisampayana dijo:
Después Pandu habló con Kunti en un lugar solitario y le dijo: Debes actuar para preservar a mi familia y traer felicidad al mundo, eres una buena mujer y ahora debido a tu amor por mí, debes realizar un acto supremo de bondad para que nuestros antepasados y yo nunca perdamos el Pinda1 sagrado. Por tu buen nombre y gloria ejecuta esta dificil tarea, incluso después de alcanzar soberanía, el señor Indra ejecutó sacrificios buscando una buena reputación. ¡Oh preciosa dama!, los nacidos por segunda vez conocedores de los mantras, aún así emprenden penosas austeridades y sirven a sus gurus por gloria y buen nombre. Igualmente todos los videntes santos, brahmanas y ascetas se someten a dificiles actividades, grandes o pequeñas, por la verdadera gloria. ¡Oh mujer intachable!, con el bote de tu bendición toma a Madri y cruza el río de su pena, comparte el regalo de la progenie y alcanza la gloria mas grande.

Luego, Kunti inmediatamente le habló a Madri: Debes pensar en una deidad, una vez, y ella indudablemente te otorgará un hijo con cualidades similares a ella.

Escuchando estas palabras, Madri cuidadosamente consideró el asunto, hasta que finalmente su mente se decidió por los gemelos Asvins, los apuestos médicos de los planetas celestiales, luego Kunti fielmente cantó su poderoso mantra y los semidioses gemelos llegaron inmediatamente y engendraron en Madri a unos gemelos.

Los dos hijos de Madri, inigualables en belleza, se volvieron conocidos en el mundo como Nakula y Sahadeva, tal como con los otros hijos de Pandu, una voz invisible anunció su glorioso nacimiento: Estos dos niños superarán a todos los demás en belleza, fuerza y en bondad, por cierto que ellos están dotados con un extraordinario esplendor, vigor, belleza y riqueza.

En cuanto estos nobles príncipes Kurus nacían de Pandu, uno cada año2, los jubilosos brahmanas les otorgaron nombres. Al mayor le nombraron Yudhisthira; al hijo intermedio de Kunti, Bhima-sena; y al tercero, Arjuna. Al hijo gemelo mayor de Madri le pusieron Nakula y al más joven Sahadeva. Los cinco poseían gran nobleza, vigor, valentía, fuerza y audacia. Viendo que sus hijos eran tan buenos mozos como los semidioses y muy poderosos, el monarca se regocijó y la más grande felicidad lo invadió. Los cinco niños Pandavas eran amados por todos los sabios quienes moraban en los Cien Picos y por las esposas santas de los sabios.

Luego Pandu habló nuevamente a Kunti, solicitándole que Madri se le permitiera nuevamente usar el mantra especial, como ellos estaban sentados juntos, la casta Prtha respondió: Invoqué el mantra solo una vez en su nombre y aún así obtuvo dos hijos, de algún modo me sentí engañada por eso, temo que Madri me sobrepase, lo siento, pero esa es la naturaleza de las mujeres, fui tan tonta, no sabía que por llamar a dos semidioses sería posible obtener de inmediato dos hijos, por lo tanto no me pidas hacer esto, por favor concédeme esa bendición.

[Pandu estuvo de acuerdo], así estos cinco hijos dados por los semidioses se los concedieron al rey Pandu. Cada uno de ellos poseía gran fuerza, todos serían glorificados por sus heroicas hazañas e incrementarían la prosperidad e influencia de la dinastía Kuru. Sus cuerpos estaban marcados con signos auspiciosos y eran tan agradables como divisar a la apacible luna. Orgullosos como los leones, estos hijos poseían habilidades mortales con el arco y la flecha, caminaban de forma confiada como leones y sus cuellos eran tan fuertes como el de los leones, eran los líderes naturales de la sociedad y mientras ellos crecían a la madurez, sus heroicas hazañas revelaban sus orígenes divinos, criándose en las cordilleras de los Himalayas los cinco constantemente asombraron a los santos que residían ahí con ellos. En realidad tanto los cinco Pandavas como los cien hijos de Dhrtarastra crecieron rápidamente, tal como las flores de loto que rápidamente brotan en las cristalinas aguas.

* Pinda es una ofrenda religiosa hecha por los hijos y descendientes para asegurar que sus padres y antepasados no caigan del cielo.

** Con excepción de los gemelos que nacieron juntos.

Dona al Bhaktivedanta Library